-Jorge López Llorente- 

Un «solo quería avisarte»… Podría haber sido un post-it pegado a la nevera, junto a unos imanes de souvenirs. Podría haber sido un comentario cualquiera, el retazo de una breve conversación en la cocina. Podría haber sido un mensaje de texto, enviado a cachos. Pero en las manos de William Carlos Williams, se ha vuelto un poema, no un poema cualquiera, sino uno de los más famosos de la poesía estadounidense. Incluso podría ser un sutil ars poetica, un manifiesto del imagismo costumbrista y directo en verso libre que asociamos con Williams. Se trata de su poema Solo quería avisarte (This Is Just To Say) de 1934. Ahí parece que Williams solo quiere avisar a su mujer «que comí / las ciruelas / que había en / la heladera / y que / capaz / guardabas / para el desayuno», pidiendo perdón por quitárselas. Hay quien quiere ver un drama matrimonial escondido ahí o un chiste que se ríe de la poesía demasiado sofisticada o simplemente el gusto por las cosas sencillas como unas ricas ciruelas, «deliciosas / dulcísimas / y heladas». De algo tan simple pueden salir mil posibilidades.

Solo quería avisaros que no es lo que parece. Aunque el poema tiene el aire efímero de algo emborronado en un papelito, ha demostrado ser algo más premeditado y duradero: una máquina. Una máquina que parte de la copia o adaptación de una nota en la cocina, al estilo de la «poesía encontrada» (found poetry) o de los objetos ready-made de Marcel Duchamp, y que a su vez fabrica sus reproducciones, pastiches, parodias, chistes relacionados, de todo. El propio Williams parecía preverlo (o incluso querer provocarlo) en el visionario ensayo de introducción a su poemario La Cuña (The Wedge) de 1944. Ahí argumenta que «el poema es una pequeña (o grande) máquina hecha de palabras», por lo que no tiene nada de sentimental ni de redundante, con un movimiento más bien físico y «una economía perfecta». De hecho, Williams publicó una respuesta a su propio poema con el mismo tono, a partir de una nota de su mujer Florence, anticipándose a la reproducibilidad de ese molde poético. En ese poema-nota, su mujer le avisa que «he hecho un / par de sándwiches para ti. / En la nevera encontrarás / arándanos, pomelo / y una taza de café frío», comentando que «ya no sabía / qué hacerte». Así continúa el juego del costumbrismo como velo de un posible conflicto o simplemente la rutina al descubierto, sin mayor significado. Además, Williams aplicaba su teoría mecánica a poemas ajenos igualmente, al copiar el famoso verso de La Tierra Baldía de «abril es el mes más cruel» para reírse de T.S. Eliot, usándolo como título de un poema sobre la banal separación de una pareja de perros y así vaciándolo de significado.

Solo quería avisar que lo más interesante del famoso poema de Williams para mí no es el poema en sí, lo siento, sino todo lo que ha desencadenado durante décadas, que sigue coleando hasta hoy. Al fin y al cabo, «puede haber un poema perfectamente serio, un buen poema, y otra persona escribe una parodia de ello y un verso de esa parodia puede tener más verdad que todo el poema original», según Kenneth Koch, un poeta de la Escuela de Nueva York. Koch fue de los primeros en impulsar la tendencia de parodiar a Williams, con su típico humor descabellado. En sus Variaciones sobre un tema de William Carlos Williams (1962), usando la misma estructura de Solo quería avisarte, se inventa disculpas para deslices cada vez más alocados, como que «derribé la casa que habías estado guardando para vivir el próximo verano. / Lo siento, pero era por la mañana y no tenía nada que hacer». ¡Le puede pasar a cualquiera! Además, hace un guiño a la profesión médica de Williams, en otra variación: «Anoche fuimos a bailar y te rompí la pierna. / Perdóname. Fui torpe y / te quería aquí en el hospital, ¡donde yo soy el médico!». Koch llegó a usar el poema de Williams en sus clases de escritura creativa para niños y poetas adultos, animándolos a hacer sus propias versiones.

Solo quería descubrir qué versiones más actuales habían seguido el ejemplo del bueno de Koch y la variedad es apabullante. La mayoría no son de grandes nombres, sino de gente anónima en Internet o jóvenes poetas, lo que seguramente le hubiera encantado a Williams. La editorial británica Broken Sleep Books publicó en 2022 una antología de versiones de poetas contemporáneos, titulada The Plum Review, con poemas de corte más bien político o de humor cortante, quizá con el toque pospandémico de ciruelas más agrias. El poema también se ha vuelto todo un meme de Twitter/X , básicamente para echarse unas risas, a veces en chistes de actualidad política, a veces en escenas absurdas como las de Koch, a veces en mezclas con las letras de canciones ya de por sí graciosas como All Star de Smash Mouth o Mambo Nº5. Por otra parte, no me extrañaría que las actuales IA de generación de poemas como Verse by Verse de Google pronto incluyeran a William Carlos Williams en su repertorio, pasando de máquina de palabras del siglo XX a máquina algorítmica del siglo XXI. Además, por si todo esto fuera poco, Paterson, la curiosa película reciente de Jim Jarmusch, que es un homenaje a William Carlos Williams, también pone a Adam Driver a recitar Solo quería avisarte. De hecho, la relación del matrimonio que protagoniza la película, un conductor de buses que escribe poesía a lo Williams y una ama de casa obsesionada con patrones blanquinegros, podría ser una ampliación de la tierna historia cotidiana detrás de este poema, con muchas pequeñas acciones molestas perdonadas de uno y de otro, como la de robar las ciruelas en el poema original.

Solo quería avisaros que al principio no entendía por qué se produjo este fenómeno viral, pero al final da igual, porque he acabado un poco adicto a leer las muchas versiones del poema en redes sociales y más allá. Que el poema original no tenga un gran significado es lo que hace que sea posible darle mil reinterpretaciones, a cuál más desternillante o delirante. Perdonadme, hay versiones tan deliciosas, dulcísimas y graciosas, que quizá ya habíais guardado para leer, y yo estoy erre que erre. Solo me queda copiar esta parodia de la periodista Annie Lowrey para New York Magazine:

He escrito 

este artículo 

en Internet 

sobre un meme de poesía 

y ahí 

estabas tú probablemente 

planeando 

hacer esta broma en algún momento 

Perdóname 

es delicioso 

tan dulce 

y tan tonto

Nota: Las traducciones del poema original de Williams son de Ezequiel Zaidenwerg (https://www.zaidenwerg.com/solo-queria-avisarte-william-carlos-williams/ ) y el resto son propias.

Deja un comentario