III Jornadas Ilustración y Universo Creativo
Altavoz Cultural – Septiembre 2023

¿Cuándo y cómo te inicias en el mundo del arte? ¿Cuál fue ese punto de inflexión en el que decidiste apostar por una carrera profesional ligada al universo creativo?
Antes que nada, me gustaría daros las gracias por invitarme a participar en esta entrevista para hablar sobre ilustración y el mundo creativo.
Inicié mis estudios en Bellas Artes con 18 años, este es un paso que suele dar la mayoría de personas a las que les gusta dibujar o pintar. Durante esa etapa aprendí mucho sobre técnica pero nada sobre cómo vivir de ello después. Realmente en ningún sitio te enseñan a eso, así que ha sido un camino duro y bastante solitario.
Conseguí un trabajo pintando cerámica, así que ahorré dinero e hice un máster de ilustración y animación, que fue lo que me dio más impulso a querer dedicarme a esto porque me sentía más preparada.
¿Cómo lograste encontrar tu esencia artística, tu identidad?
Fue durante mis estudios en el máster de ilustración donde nos dieron las herramientas clave y la ayuda necesaria para empezar a sacar lo mejor de nosotros y nuestro estilo artístico. Aun así considero que es algo que está en constante evolución y va cambiando junto con nuestro desarrollo personal.
¿De dónde suele beber tu inspiración a la hora de crear? ¿Qué rutina de trabajo tienes?
En este último año le he dado mucha importancia al bienestar físico y emocional. Mantener a raya la ansiedad, el estrés, la alimentación, etc. es un pilar básico para sentirte inspirado y tener ganas de sacar proyectos adelante. Me inspiro principalmente de libros, películas y obras de otros artistas, al final nuestro estilo artístico se basa en una mezcla de todo lo que nos gusta.
En cuanto a mi rutina de trabajo, no es siempre la misma, pero sí que tengo algunas pautas que sigo para poder atender a todo lo que quiero hacer.
En el ordenador tengo un método de organización donde voy apuntando todo lo que quiero hacer y le doy una fecha, así que lo primero que hago cada día es revisar y planificar la agenda. Cuando ya sé lo que tengo que hacer durante el día, puedo relajarme de tanto pensar y focalizarme en esas tareas.
Tengo que mencionar que en la ilustración hay mucho trabajo “invisible”, que te hace sentir que no avanzas, es decir, no es sólo dibujar, sino hacer bases de datos de contactos, enviar e-mails, grabar procesos para redes sociales, preparar tu portafolio, atender encargos… y he tenido que aprender a organizarme muy bien para no volverme loca, jajaja.
¿Qué te aportan y qué te quitan las redes sociales? ¿Cuánto dirías que han influido en tu carrera como artista?
Las redes sociales hoy en día creo que son una gran oportunidad para dar a conocer nuestro trabajo en todo el mundo. Cuando no existían era mucho más difícil darte a conocer. Sí es cierto que están saturadas y hay que entender cómo funcionan los algoritmos para adaptarte a ellos, pero creo que no hay que descuidarlas.
También es importante tener una relación sana con ellas, conozco gente a la que no le gustan y les parecen una carga. Yo he aprendido a que mi valor como artista no depende de un número de seguidores ni de un número de likes, creo que también tienen un componente que nos puede afectar negativamente a nuestra autoestima así que hay que tener cuidado con eso.
¿Qué es lo que más te atrae de la ilustración infantil y juvenil y qué es lo que te resulta más complicado de cada una de ellas? En términos artísticos y comunicativos, ¿mediante qué rasgos o factores diferencias ambas?
Mis ilustraciones suelen ser muy tiernas y me encanta dibujar así, así que creo que mi público son los niños o personas jóvenes. La ilustración infantil funciona por edades, ya que un niño de 3 años necesita unas ilustraciones más simples y basadas en figuras geométricas porque las entiende mejor. Un niño de 8 años, por ejemplo, ya puede leer imágenes y textos más complejos.
Puede parecer que mientras menos detalles y más pequeño sea el niño más fácil es crear ilustraciones, pero a veces es muy difícil simplificar tanto. Lo normal es que cada ilustrador se especialice en algún rango de edad.
En los libros juveniles suele haber más cantidad de texto y menos ilustraciones, pero suelen estar más detalladas.
¿Cómo recoges y tratas la «tradición» de estos tipos de ilustración? ¿Qué puntos de innovación (o renovación) dirías que logras aportar respecto de los grandes clásicos dedicados a ese público tan especial?
Creo que actualmente en el sector del entretenimiento y la lectura predomina mucho lo audiovisual (dibujos animados, películas infantiles, lecturas digitales interactivas, etc.), que llama mucho la atención de los niños, y eso tiene que competir con que a un niño le apetezca leer un libro; ahí está la importancia de la ilustración para que sea llamativo y atrape su atención. En este caso, creo que mi aportación es construir ese universo visual que atrape a los niños y así escojan la lectura.
Nos gustaría saber, al hilo de la pregunta anterior, cómo consideras que ha evolucionado en cuanto a necesidades, visión y gustos el público infantojuvenil desde tu propia experiencia como niña y adolescente en una generación distinta a la actual. ¿Cómo valoras el panorama nacional de la ilustración en esos ámbitos frente al internacional, quizás más popularizado o reconocido?
Yo nací en el 95, así que hasta los 12 años más o menos no empecé a usar la tecnología como tal. Es curioso, pero de pequeña nunca leí muchos libros, supongo que nadie me empujaba a querer hacerlo. Empecé a leer más de adolescente y este caso sí que fue por influencia de mi hermano, que siempre ha sido muy lector. Ahora creo que se abordan temas muy importantes en la ilustración y la literatura (que van de la mano), como el acoso escolar o la adopción, que es el caso de dos libros que he ilustrado este año. Se ha perdido el miedo a hablar sin tapujos de ciertos temas que siempre se han querido evitar con los niños.
¿Qué posibilidades didácticas le encuentras al mundo editorial a través de la ilustración?
La ilustración siempre es un apoyo a la literatura, juntas crean un proyecto con el objetivo de entretener, enseñar y hacer reflexionar a los niños o adolescentes. Como he dicho en la pregunta anterior, en los libros de educación en valores se abordan temas importantes que son incómodos para hablar con los niños y gracias a los libros podemos atravesarlos de una manera más amable.
¿Qué consejos le darías a alguien que desea desarrollar en España una carrera estable dentro del mundo del arte para poder dedicarse a ello?
El consejo más importante: la formación. Y no me refiero a formación sólo de aprender a dibujar, sino de emprendimiento, autoconocimiento, marketing, negocios, redes sociales, habilidades comunicativas, presupuestos… Hay muchas cosas que se nos escapan de las manos ya que al empezar tendemos a pensar que con dibujar bien es suficiente.
¿Qué proyectos tienes a corto, medio y largo plazo?
Actualmente estoy creando formaciones online de dibujo e ilustración para principiantes. Hay muchas academias, pero algunas son demasiado caras para que personas que están empezando se lo puedan permitir, así que mi objetivo es que puedan acceder a lo que yo he aprendido con los años.
También he comenzado un proyecto en mi canal de Youtube donde ofrezco contenido gratuito para entretener o para personas con menos recursos que quieran aprender.
Por supuesto mi Portfolio es un proyecto constante, en el que trato de ir mejorando para conseguir mejores condiciones de trabajo, ya que por desgracia hay mucha desinformación y en España sobre todo las condiciones la mayoría de veces no corresponden al trabajo que supone crear un proyecto ilustrado.
En esta profesión el futuro es muy incierto y hay que estar siempre pendiente de los proyectos que puedan ir surgiendo con el tiempo.