-Alba Sanchis Dolz-
Semana de la Poesía 2024

Si tuviéramos que buscar, entre todas las artes, un representante que diera voz a los procesos mentales y emocionales del ser humano, ¿cuál sería? Yo apuesto, principalmente, por la poesía. El género poético es, a fin de cuentas, la tinta que da forma y color a aquellos mecanismos que impulsan a la humanidad y que, a simple vista, pasan desapercibidos. En Todo lo que nace (La Consentida, 2023), poemario intimista nacido de la pluma de Paula Peris, podemos apreciar, en toda su magnificencia, el potencial de la poesía para plasmar, a través del artista, procesos tan complejos de expresar con el lenguaje cotidiano como pueden ser la aceptación, la superación y la reivindicación de uno mismo y de su propia lucha.
Con un estilo único, nacido del talento poético de su autora, se da forma a una figura y a su mundo emocional, y se plasma de modo tal que no deja en absoluto indiferente al lector. Al final, esta obra nos acoge entre sus páginas para mostrarnos un yo poético que, consciente de sí mismo, se abre en canal en un recorrido que comienza en los derroteros más intrínsecos del ser, para guiarnos dentro de su proceso de superación, aceptación y forja de su propia voz. Prácticamente, cada estrofa funciona a modo de espejo para quienes se atrevan a asomarse a sus versos; sumergirse en sus letras supone embarcarse en un viaje dentro de uno mismo, y corremos el riesgo, si no somos cautelosos, de iniciar un camino de autorreconocimiento y sanación que culminará ya sea antes o después de terminar de leer sus últimos versos.
Sin duda, este es un poemario que quema, deja marca y transforma. Y es que su portada, junto al título, ya nos deja entrever el valor de aquello que esconde: la detonación de la oscuridad que nos compone y nos rodea y el nacimiento de un nuevo orden de las cosas. Originario de los cimientos del sufrimiento, Todo lo que nace se erige de sus propias cenizas para renacer en una explosión de amor propio, y, como toda poesía, al final, provoca, en un efecto mariposa, una llamarada en el interior de aquellas almas que llega a iluminar.

Entrevista a Paula Peris
Podría aseverarse que Todo lo que nace es producto de un proceso de superación personal y aceptación de uno mismo y las circunstancias que lo rodean. ¿Hubo algún hecho clave que te hiciera ser consciente de este proceso interno y te empujara a gestar tu obra?
Todo lo que nace está muy relacionado con mi primer poemario, como si fuera la segunda parte de Dar nuevo uso a las cosas muertas. Es fruto de una terapia tras un proceso traumático en el que pasé por tres operaciones en el mismo año. Todo lo que nace empieza a ver un poco de luz, a centrarse en las ganancias tras este proceso. Como digo en el propio poemario, «Todo lo que nace es una promesa personal, un llamado a la aceptación del momento presente con sus luces y sus sombras, sin la división y la dualidad de lo bueno y lo malo, porque la no aceptación de alguna de las partes significaría la no aceptación del presente, tal y como es. Todo nacimiento es un origen y un momento en un presente».
Todo lo que nace posee un visible estilo poético bastante original. ¿Por qué lo configuraste de este modo? ¿Cuál fue el objetivo, si lo tuviera?
Es una situación de cambios, un proceso de transformación personal. Para hacerlo más patente decidí utilizar esa simbiosis y mezclar estilos, como por ejemplo la introducción de textos sin signos ortográficos, con interpelaciones al lector, desdoblamiento de voces, etc. Mi estilo poético es, ante todo, libre. Desarraigado, con toques de humor y sarcasmo. Una crítica indirecta y sutil, a veces. Es una búsqueda del ser interno y una constante transformación y reconstrucción.
Este poemario, al ser el retrato de un proceso de superación y aceptación, funciona a modo de espejo para el lector, que puede sentirse identificado o apelado en muchos de sus versos. ¿Qué supone para ti este hecho? ¿Eras consciente, mientras escribías, de que tus versos podían tener tal impacto?
La verdad es que no pensé del todo en el impacto del lector. Empezó siendo más bien un grito de desesperanza con mi primer poemario y el proceso de transformación del segundo. Sí que es cierto que amigos y lectores me dijeron la capacidad de superación y transformación que había nacido en ellos tras su lectura, o lo terapéutica que les había resultado. Lo cierto es que me alegra mucho poder servir de ayuda o que al leerlo se sientan identificados.
Algunos poemas que conforman esta obra plasman una visión femenina del mundo con un tinte claramente reivindicativo y crítico. En este sentido, ¿ves la poesía, además de como una herramienta de expresión, como una vía para alcanzar un fin?
Sí, indudablemente. No considero la poesía como una mera plasmación ideológica o arenga política, pero dentro de la necesaria expresión sí que es inevitable un tinte personal, cierto tipo de protesta que nos una en un mismo fin.
Con respecto a tu obra anterior, Dar nuevo uso a las cosas muertas (Talón de Aquiles, 2023), ¿observas alguna evolución y/o diferenciación clara? ¿Qué destacarías?
Sobre todo hay un cambio de estilo, como hemos comentado. Ha habido una muerte metafórica, en el primer poemario mi yo anterior ha muerto y ha servido de cenizas y abono para el segundo poemario. Indudablemente, he atravesado una tormenta y hay muchos elementos que lo evidencian.
En todo artista se aprecia, además de su talento y voz propia, la influencia de otros que lo marcaron. ¿Qué voces literarias dirías que se dejan entrever en tu obra?
Siempre he leído mucha poesía, y todos nos nutrimos de todos. Según épocas he conectado con el desarraigo, con Blas de Otero, con las Vanguardias, Paul Celan, Ingeborg Bachmann…
Últimamente tenemos una gran suerte, hay muchas voces femeninas increíbles en la actualidad como Ana Pérez Cañamares, Tulia Guisado, Sara R. Gallardo, etc.
¿Estás trabajando en algún otro poemario? Si es así, ¿qué puedes adelantarnos sobre él?
Sí, tengo dos poemarios nuevos. Uno está ya terminado, con el que se va cerrando el proceso, tras haberte dejado atravesar totalmente por la ola pero haber conseguido no ser arrastrada. Y estoy trabajando en el cuarto, ya casi terminado, en el que vuelves la vista atrás y ves todo lo que has atravesado, esta vez desde la paz.
Además de escribir, tenemos entendido que también inviertes tiempo en organizar eventos culturales. ¿Puedes contarnos un poco más acerca de esto?
Sí, organizo y presento dos Micros Abiertos, Micro Abierto de Etcétera Café y Micro Abierto de The Hops Patraix, dando voz a música y poesía y juntando ambas disciplinas: promoción de autores y cantantes ya conocidos y sobre todo, visibilidad a quien está empezando. Hace diez años participaba en el Micro Abierto de David Sales en el kaf Café de Benimaclet, con Checha y Sebas. Mi formato es algo diferente y surgió desde la idea de un club de amigos que se reúnen para recitar, tocar y cantar, pero es indudable que ellos son los pioneros y he ido aprendiendo de los mejores. Como bien dice mi amiga Rocío Muñoz, «el arte es compartir». Compro libros de compañeros y compañeras y los sorteo durante el Micro, es una manera de ayudarnos entre todas. Muchas personas se han sumado a la idea y me han regalado libros para que los pueda sortear, como son Juan Vicente Marcilla, Atlas, Marta AlBon, Lourdes Vicente Bertolín, César Márquez, Lola Andrés, Esther Llopis, Toni García, Amparo A. Machi, Noelia Díez, María Puchades, Alicia Muñoz y Mar Busquets.

¿Qué supone para ti la escritura? ¿De qué manera ha impactado en tu vida este arte, y, a la inversa, de qué modo han influenciado tus vivencias en tu obra?
No concibo la existencia sin la escritura, es una manera de canalizar y gestionar tanto las emociones como los acontecimientos de la vida.
Como cité en mi primer poemario, Dar nuevo uso a las cosas muertas: «Escribir es para mí una necesidad vital, como respirar, como hablar. Es el anhelo de llegar a alguien y de sentirme comprendida, el deseo de expresarme con eficacia. La poesía es para mí esa puerta entre la mente y el corazón donde reside la auténtica voz. Es una unión entre personas, una red interconectada donde nada nos es ajeno, donde todos somos uno.
Necesito la soledad para escribir, pero al mismo tiempo me reconozco en el resto como gotas de un mar profundo donde el lector puede también identificarse y reflejarse. Escribir es para mí una terapia: reconocer el dolor y transformarlo, reconocer el amor y no esconderme».

¿En qué redes sociales podemos seguir tu trayectoria?
@peris2519paula @microabiertoetcetera @microabierto_thehops_patraix
Y, para finalizar, ¿qué mensaje te gustaría transmitir al mundo con tu poesía?
Confianza en uno mismo y la capacidad del ser humano para aceptar, y desde esa aceptación, aprender a reconstruirse.
