Semana de la Poesía 2024

Cuando hablamos de literatura (y poesía) latinoamericana desde España no sabemos de lo que hablamos. Es decir, no sabemos en absoluto cómo funciona el sistema editorial ni la distribución que permite (y no) que lleguen libros desde la otra punta del mundo. Desde España, la edición de poesía latinoamericana se ve como se leen los personajes de Los detectives salvajes de Bolaño. En nuestra cabeza todo son nombres inventados, que puede que se basen en personas reales, y perseguimos sus poemas sin entender muy bien desde dónde los escriben. Es como si toda la poesía latinoamericana que no se ha publicado en España la escribiera Cesárea Tinajero. No tenemos ni idea de nada que no se haya hecho aquí. Podría entrar en que parte de la culpa de esto reside en que las universidades que se dedican a estudiar el panorama latinoamericano divulgan como respirando para adentro, pero este texto va de otra cosa.
Hasta que no empecé a trabajar en la librería no entendí muy bien el funcionamiento de este sistema de distribución y descubrí que existen distribuidoras como Ixorai, Tarahumara o Canoa que consiguen traer catálogos como el de Gristormenta, Caja Negra o Mansalva, entre otras muchas. Existen casos de sellos como Sexto Piso o Adriana Hidalgo, ya asentados en el imaginario del público, que cuentan con una distribución potente.
Existen editoriales que publican autoras latinoamericanas en España y existen editoriales que han ampliado su presencia hasta tener sede fuera de su casa como Almadía, de México y ahora también en España, o Blatt & Ríos, de Argentina y ahora también en España. Otras como RIL, nacida en Chile, ahora también se mueven por España con diferentes distribuidoras en función de la zona geográfica a la que puedan llegar sus libros.
Lo verdaderamente interesante de la llegada de editoriales a la península es cómo los tiempos de llegada de sus libros a librerías se acortan en semanas (o meses) y así se permiten “competir” con el resto de editoriales estando a la vista de todo el mundo. La verdad es que no debería de ser un problema que un libro tarde un mes (o más) en llegar desde Latam, pero el funcionamiento del sistema editorial de este país obliga a editoriales pequeñas, microeditoriales y en este caso también a las extranjeras a buscar formas de cumplir, en cierto modo, ciertas dinámicas. Como todos los negocios pequeños, están condenadas a ser pymes que sobreviven y podría obsesionarme con esto también en este texto, pero va de otra cosa.

Con todo ello, la editorial Blatt & Ríos es una de esas pequeñas editoriales que tras crecer en Argentina se ha ido haciendo hueco en España y cuenta con un catálogo muy amplio. Ahora toca llegar a lo que se me ha pedido desde Altavoz: la poesía. Todo lo comentado anteriormente es solo un paseo rápido por un parque enorme para llegar del punto A al B, pero si queremos hablar de poesía (solamente de poesía) es todo mucho más complicado.
La poesía es un género (no sé cómo llamarlo) periférico que suele moverse en unos márgenes cada vez más amplios. La poesía es el río . Hablar de poemarios procedentes de Latinoamérica es complicado, ya que las editoriales que lo publican no tienen fácil estar presentes en España. Ya he nombrado antes a RIL, que tiene un catálogo exclusivo de poesía, Sexto Piso, que cuenta con algunos poemarios. En este texto se va a hablar de y con Blatt & Ríos, concretamente con Mariano Blatt, uno de sus fundadores: poeta, editor y adicto al fútbol de la B.
Entrevista a Mariano Blatt

Bienvenido a Altavoz Cultural y muchas gracias por tu tiempo, querido Mariano. Nos gustaría comenzar preguntándote, de forma bastante genérica y desde nuestro hondo desconocimiento, cómo es la visión del negocio editorial desde Argentina, qué elementos son los más relevantes, qué obstáculos presenta con mayor fuerza y, por supuesto, qué es lo que más estimula la labor del editor allá.
En Argentina tenemos una larga y vasta tradición editorial, que ha atravesado distintos momentos a lo largo del siglo XX y lo que va del XXI, momentos vinculados al contexto político argentino pero también al internacional (pienso en la cantidad de editores españoles que se exiliaron allí durante el franquismo y que fundaron editoriales), pero que siempre se ha caracterizado por la calidad y originalidad de sus propuestas. Ahora mismo, Argentina atraviesa una crisis económica muy profunda, que se suma a décadas de deterioro económico y a un aumento de la pobreza. Esos son los principales obstáculos de nuestro sector en este momento: la pobreza, la desaparición de la clase media y los altos índices de inflación que hacen muy complejo el desarrollo de actividades económicas en general. A la vez, y en el caso específico del sector editorial, todo eso se combina con un grupo de lectores cada vez más grande y que sostienen los diversos proyectos editoriales. No hay que confundir: en Argentina hay cada vez más lectores, pero menos personas con capacidad de comprar libros.
Hemos leído ciertas noticias acerca de la problemática del PVP fijo del libro en Argentina. ¿Podrías, por favor, explicarnos en qué consiste y cómo afecta al sector editorial del país?
En Argentina existe, igual que en España y en muchísimos otros países, una ley que establece que los libros tienen un precio de venta al público fijo, que pone el editor. Esta ley, que se conoce como «Ley de Protección de la Actividad Librera», hace que los libros tengan el mismo precio en una pequeña librería de barrio que en una cadena. Esta ley permite que existan librerías pequeñas, independientes, especializadas y por lo tanto que existan las editoriales independientes. Hace unos meses, el gobierno del infame Javier Milei intentó derogar esa ley, como parte de su proyecto de desregulación salvaje e inconsulta de la economía. No lo consiguió, pero ahora está por intentarlo de nuevo. Lo más grave es que esa decisión se tomó sin consultar a ningún agente del sector, que en su totalidad (incluyendo a las cadenas) se mostró en contra de la derogación. Todo el ecosistema del mundo del libro considera que esa ley es buena y que ha tenido resultados positivos. Aún así, el gobierno busca derogarla.
¿Qué tal funciona la distribución en Argentina y cómo se relaciona con ella Blatt & Ríos?
Argentina es un país muy grande, con una densidad poblacional baja y mal distribuida, y con malas vías de comunicación, lo que hace que los costos logísticos sean altos. Ese es el principal problema de la distribución de libros en Argentina. Nosotros tenemos distribución propia, a través de nuestra propia distribuidora, ByR Distribución, con la que también distribuimos a otros sellos similares al nuestro.
Nos gustaría conocer cómo es la comunidad editorial allí, en cuanto a cómo son las relaciones entre las editoriales independientes dentro de un mismo mercado, qué espacios compartidos se generan (si los hay) y cómo se vive el sentido de «competencia».
Bueno, supongo que como cualquier comunidad humana en cualquier parte del planeta: algunos somos amigos, otros enemigos. Existe la solidaridad y la insolidaridad. Hay traiciones y actos heroicos. Algunos son justos y otros injustos. Se trabaja con profesionalidad y con amateurismo, se respetan códigos o se los rompe. Algunos mienten, otros son honestos en silencio. En fin, no somos muy diferentes al resto de los mortales. Y luego están las ferias, que las hay muchas y por todo el país, y que suelen ser un lugar de encuentro y donde puede verse más o menos todo junto el panorama riquísimo de editoriales y, a veces no tan rico, de editores. Pero sobre todo creo que lo que más abunda es el trabajo serio y esforzado de unas personas que disfrutan mucho de su trabajo y que dan la vida por sus editoriales. Es divertido y preferible que dedicarse a muchas otras cosas más horribles.
¿Cómo desarrolla Blatt & Ríos la distribución en España? ¿Qué beneficios y qué dificultades destacan en torno a dicha decisión de expansión?
En España hemos desembarcado en marzo del 2020, y desde entonces llevamos publicados 30 títulos. Lo que publicamos en España a veces coincide con lo que publicamos en Argentina, pero otras veces no. Quiero decir que tenemos planes editoriales diferenciados, aunque se tocan en algunos puntos. Haber abierto España significa para nosotros una instancia de crecimiento. Es una obviedad, pero una de las cosas más hermosas de ser hispanoparlantes es, justamente, compartir lengua con millones de personas en distintos países del mundo. ¡Imaginate ser alemán y hablar un idioma que no habla nadie más en el planeta! Aprovechamos esta ventaja hermosa de hablar castellano para intentar hacerles llegar a los lectores españoles nuestros libros, nuestro catálogo, nuestras propuestas literarias. Desde hace unos meses tenemos también presencia en México, gracias al trabajo de Nadie Distribuye. Por cierto, en España nos distribuye Machado Libros, lo que garantiza que nuestros libros se consigan en todo el territorio.
¿Qué concepto de éxito es el que percibe la editorial respecto de aquellos autores nacionales en el exterior? ¿Qué opinión te merece, desde tu experiencia, la pluralidad de causas, a veces más literarias, a veces más vinculadas al marketing -sirva de ejemplo el mal llamado ‘boom’ de las autoras latinoamericanas en géneros como el terror-?
Entiendo que el éxito se refiere sobre todo al de sus cuentas bancarias. No creo que exista algo así como el éxito en lo que se refiere a la literatura, a los textos, por más que muchas veces los editores hablamos de «éxito editorial», concepto más bien importado del marketing. En cuanto al marketing, ya que estamos en eso, es una parte más del negocio, sobre todo para esos actores del negocio –los grandes grupos editoriales transacionales, por ejemplo— que están en el mundo del libro básicamente para hacer negocios. En mi caso particular, prácticamente no he leído ninguno de esos libros que hoy son «exitosos». Debo confesar que hice el intento con alguno u otro, pero los terminé abandonando a poco de haberlos empezado. Simplemente no satisfacían mi gusto de lector, que evidentemente tiende más hacia lo pobre que hacia el éxito.
¿Qué tendencias, formales y temáticas, actuales podemos encontrar en la poesía argentina y cómo se reflejan específicamente en el catálogo editorial de Blatt & Ríos?
Aunque tanto mi socio, Damián Ríos, como yo somos poetas, no consideramos que Blatt & Ríos sea una editorial de poesía. Sí tenemos algunos títulos de poesía en el catálogo (Cecilia Pavón, Marie Gouiric, Osip Mandelstam, Vladimir Maiakovski, Fernando Molano Vargas…), y ahora mismo, por ejemplo, estamos por publicar en España ¿pasarás a despedirte?, el primer libro de poesía de una poeta española, Belén Soto. Pero existen, tanto en Argentina como en España, otras editoriales dedicadas casi exclusivamente a la poesía y que pueden dar cuenta de manera más variada del amplio campo de la poesía argentina y española. Como verán, di un largo circunloquio para no contestar a la pregunta, porque básicamente soy muy perezoso intelectualmente como para pensar en tendencias en la poesía.
Desde tu experiencia como poeta, ¿qué valoración haces del diálogo entre la poesía latinoamericana y la poesía española?
Tengo poco para decir al respecto, porque no estoy muy al tanto del tema. Sólo puedo decir que en Argentina leemos poca poesía española contemporánea. ¿Quizás sea porque nos autoabastecemos bastante bien con nuestros propios poetas? Es increíble la cantidad de poetas que hay en Argentina.
¿Qué herramientas le aporta a Mariano Blatt el editor la visión de Mariano Blatt el poeta?
Quiero creer que el gusto por los buenos textos.
Finalmente, vayamos al elemento vehicular: el español de Argentina leído en España por lectores de español de España. ¿Qué posibles ventajas y qué posibles desventajas, como editor, pero también como poeta, aprecias en torno a esta cuestión del lenguaje, especialmente en modalidades expresivamente más complejas como la poesía?
Como desventaja, una económica: que tenemos que adaptar (pagando por el trabajo, claro) las traducciones para publicarlas en España. El lector español está poco acostumbrado a leer traducciones no hechas en España, y nos han tirado la bronca porque nuestras traducciones parecían «hechas por Cantinflas» (dixit). Ahora ya aprendimos la lección, y todos los libros de traducción de Blatt & Ríos que publicamos en España están traducidos por traductores argentinos pero adaptados para el «oído ibérico» por correctores españoles.
El resto es todo ganancia: cuanto más vasto y variado sea el idioma que hablamos, más rica y barroca puede ser nuestra experiencia. Lo dije más arriba, pero lo vuelvo a decir: ser hispanoparlantes es el don más maravilloso que nos puede haber tocado en este mundo, y lamento en el alma la vida de todas aquellas personas que les haya tocado nacer en un país en el que no se hable el castellano.