Bienvenido a Altavoz Cultural, Ivan. ¿Cuándo y cómo te inicias en el mundo del arte? ¿Cuál fue ese punto de inflexión en el que decidiste apostar por una carrera profesional ligada al universo creativo?
Siempre digo que a diferencia de la mayoría de los dibujantes que no dejaron de dibujar desde pequeño, yo dibujaba como cualquier niño y lo dejé porque tenía mayor interés en jugar en el campo o en el Mar con mis amigos y primos antes que estar en casa dibujando. Era consciente de que se me daba bien porque en el colegio siempre me elegían para cualquier actividad que requiriese de un dibujo pero no es hasta la adolescencia cuando realmente empieza mi inquietud.
El punto de inflexión es cuando me doy cuenta de que no valgo para tener a alguien que me mande en un trabajo, en ese momento cojo mi petate y me voy a grandes ciudades como Madrid o Barcelona para empezar a reunirme con editores y directores de arte, hasta hoy, que sigo haciendo lo mismo pero a través de un mail o una llamada telefónica. Hecho de menos el cara a cara profesional, ahora no puedes plantarte en medio de una redacción con la misma facilidad de antes.
¿Cómo ha sido tu recorrido durante estos años vinculado al mundo de la caricatura? Nos gustaría que nos contaras ese viaje, desde aquella primera publicación a tus trabajos más recientes. ¿Tienes algún escritor especialmente querido dentro de tu colección de obras ya realizadas? ¿Y alguno pendiente que aún esté esperando su turno?
Mi primera caricatura la publico con el Diario ABC. Yo venía de la ilustración de prensa pero de hacer portadas para suplementos e ilustraciones para artículos de opinión. Fué la falta de dinero, la necesidad de trabajar la que me movió a probar en este nuevo campo, el de la caricatura en Prensa, me hice unas cuantas caricaturas, reuní las suficientes como para hacerme con un pequeño book personal y comencé a tocar las puertas de los Diarios. Al cabo de un par de años de estar recordando a varios directores artísticos que ahora también me ofrecían como caricaturista, el del Diario ABC me dio mi primera oportunidad.
Hoy combino la caricatura en Prensa con las ilustraciones para artículos, la literatura infantil, el cómic y la caricatura en vivo como medios para buscarme la vida. Creo que por carácter me aburriría soberanamente dedicándome exclusivamente a una misma rama creativa….además, en la actualidad es la única manera que tengo para seguir viviendo de lo que más me gusta, transmitir cosas a través de ilustraciones, y así poder seguir apartado de los mamoneos que se generan en los lugares de trabajo. Me gusta trabajar en soledad.
No tengo una caricatura de un escritor que sea mi predilecta, hay unas cuantas, una que tengo de Tólstoi, de Kafka y una de Pablo Neruda, posiblemente sean éstas mis preferidas.
Sí, tengo una pendiente, la de Iñaki Gabilondo, es más bien un periodista que ha escrito varios libros, es una de las personas que más disfruto escuchándola hablar, la pena es que es demasiado guapo y no, aún no me he atrevido con él.
¿Qué te ofrece la Literatura como espacio memorable?
La literatura me aporta lo mismo que la ilustración. Para mí es una herramienta más para expresarme y compartir, como lo son la caricatura o la ilustración que acompaña un artículo en prensa.
De chaval escribía poesías y ahora me gusta crear historias para los más pequeños, es la manera que tengo de sentir que desde mi lugar puedo contribuir a cambiar en algo la manera que tenemos en este sistema de relacionarnos entre nosotros y con nuestro planeta.
¿Cómo valoras el panorama actual de la prensa y el marketing relacionados con el universo de la ilustración y sus formas? ¿Cómo consideras que se encuentra y qué te parece que falta y qué te parece que sobra?
La manera de comunicar ha cambiado, lo que hoy es una novedad en dos días está pasado de moda. Pienso que algunos diarios conseguirán adaptarse a este cambio pero estamos viendo que no hay lugar para todos los ilustradores, al menos no para tantos como los que estábamos sin ir muy lejos hace poquitos años.
Antes si querías ver lo que hacían tus compañeros te comprabas un periódico o una revista, ahora a la gente le vale con entrar en Facebook o Instagram.
Creo que sobra mostrar tanto nuestro trabajo, nuestra vida a través de las redes sociales. ¿Quieres conocer el trabajo de un pintor o un ilustrador? Vete a ver una exposición suya, compra un libro suyo. Es cuestión de prioridades, la gente prefiere tomarse cuatro cañas o comprarse unas zapatillas cojonudas que un buen libro. Nos estamos echando piedras sobre nuestro propio tejado. Las redes sociales deberían utilizarse de otra manera, como un lugar de promoción y de mostrar lo que ya hemos expuesto o publicado, pero por algún motivo estamos enriqueciendo a unos cuantos que realmente no les importa un pimiento lo que sea de nosotros.
Desde el momento en que los propios ilustradores no compramos libros, álbumes, revistas donde publican otros compañeros, hemos perdido la batalla, porque ahora hay nuevas maneras de ocio y no se venden tantos ejemplares de cómics o libros ilustrados como antes.
¿Qué proyectos tienes previstos a corto y medio plazo?
A corto plazo voy a publicar un cuento con una editorial japonesa y un cómic en el que hemos estado trabajando estos últimos años entre mi padre y yo.
Y a largo plazo quiero volver a publicar un libro retrospectivo con las caricaturas que he ido realizando en estos últimos años y volver a escribir e ilustrar un cuento inspirado en una experiencia personal complicada que me tocó vivir hace unos pocos años.
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