-Piezas Azules-

Como un grupo de cancioncillas se mueve entre jóvenes este libro de canto poético que nos lleva desde los adentros más hondos del amor anímico hasta los lugares más suaves de la relación entre dos personas afines e íntimas.
Sofía expresa un sentimiento cálido y tierno a lo largo de un proceso hermoso de selección de estadios románticos -incluyendo el estadio físico-sexual, el estadio de hermandad-confidencia, el estadio de fiesta-cónclave grupal, el estadio de dolores internos vueltos hacia la luna…-. Luna Miguel nos introduce el texto dando algunas de las claves tonales de un poemario ágil, incesante, casi brujo.
La filosofía del refrán nos aplasta las sienes con todo cariño: Sofía es generosa en su labor reivindicativa y ejerce como hermana mayor para mostrarnos visiones y códigos de un sentimiento tan gigante como complejo. Su silueta es alegre en un gran marco de desarrollo de las posiciones de la amada/enamorada.
Sobre todo nos abruma la melodía de luces que alumbra unas calles dictadas para el viaje con una misma, hacia una misma, pues Refrán de amor es, en su última instancia, un fantástico proyecto de conocimiento de la persona que lo produce.
Las secciones y las ilustraciones completan un trayecto formidable de presentación gráfica, dotando de arte a un hueco poético trabajado para mostrar fuerza y coraje en la capacidad de fórmula de elementos que nos interpelan, porque Refrán de amor nos busca para hacernos visibles y potentes, para hacernos formar parte del universo del deseo.
Es precisamente en ese contexto de deseo en el que sentimos un margen más próximo al denominado “romanticismo”, donde la autora se nos muestra con esas necesarias reservas y esos picantes anhelos, donde quizás la libertad sea mérito pero posible condena. Sofía no escatima en los factores descriptivos ni naturalizantes de sus escenas, ella lo da todo, nos entrega el pack completo, sin limar restos ni posibles sobras, pues siente que ahí, en esa determinación, es donde reside la verdad de lo contado.
Nos gusta también el aspecto de pequeño souvenir compartido: sentimos que Refrán de amor nos es entregado en un corrito de poca gente amena con el verso, solo para gente muy interesada, como un regalo venido de lejos, teniendo en cuenta además que este libro está numerado dentro de una lista limitada cerrada a un máximo de ejemplares. Es como un pequeño secreto.
Así las cosas, Refrán de amor nos traslada a una poesía inaugural, de primer impacto, en la que nos vemos bienvenidos a una aventura de descubrimiento del otro a través de nuestra propia experiencia, de nuestra propia manera de aparecer y estar, de ser y poder ser dado. Refrán de amor es un perfecto obsequio a quien amemos. Regálenlo y léanlo mucho.
Fernando López, codirector de Altavoz Cultural
Entrevista a Sofía Martín Jiménez

Bienvenida a Altavoz Cultural, querida Sofía. ¿De dónde nace Refrán de amor? ¿Qué intenciones comunicativas tenías con este libro?
Muchas gracias por escribirme y por interesaros por Refrán de amor. El libro empezó como un juego –escribía en un portátil al que le iba mal la letra e–, pero conforme pasó el tiempo vi que estaba creando unos cimientos para hablar de algo que sentía en el cuerpo: cómo para salir del desamor necesitamos encontrar unas palabras propias.
¿De qué modos se relacionan tu entorno sociocultural y la práctica de la poesía?
Imagino que de una manera de la que yo puedo sacar pocas conclusiones. Leo, leo mucho y también intento conversar con amigas escritoras y con cualquiera, la verdad. Todo eso va creando un poso de preguntas que toman una estructura artística –a veces se queda en una nota del móvil– que intento poner en pie. Me gusta tener una lista de libros que creo que me pueden nutrir y después le doy espacio a lo rutinario e intento calibrar a la hora de crear.
¿Cómo ha sido el proceso de creación del conjunto, considerando además que está ilustrado, y cuánta postproducción sufrió ese primer gran borrador que parecía la primera versión?
Para la edición, Andrea López sacó su afinador de violines y se puso manos a la obra. Nos pasamos todo el verano repasando las rimas y alguna que otra imagen. Para las ilustraciones fue un proceso muy guay, porque Andrea se fue de viaje a la Alhambra y vio allí un cuadro con el bosque que se menciona en el poemario. Cuando vi lo que dibujó con esa inspiración me quedé a cuadros, parecía que se había metido en mi cabeza. Ha sido un proceso de creación y transformación bello.
¿Cómo crees que dialoga Refrán de amor con el panorama literario actual?
Creo que puede conversar con autoras clásicas que seguimos leyendo y con voces actuales. La obra bebe mucho de Ida Vitale, Alfonsina Stormi y Alda Merini, que son autoras que siguen editando. También creo que está cerca de Amor Divino de Ángela Segovia o Un amor español de Luna Miguel.
¿Cómo ha sido tu experiencia editorial con Piezas Azules? ¿Qué próximas iniciativas de presentación tienes planeadas? Un abrazo y mucha suerte.
¡Muchas gracias! Con Piezas Azules ha sido todo increíblemente genial. Patricia y Andrea son estupendas. El proceso de edición, como ya os he contado, lo disfruté mucho. Después, cuando vi el libro impreso me emocioné: todo estaba muy cuidado, las ilustraciones acompañaban perfectamente a las imágenes de los poemas. Han elevado la obra, sin duda. En febrero presentaremos el poemario en Sevilla y en abril lo recitaré con música en directo en Madrid. ¡Tengo muchas ganas!
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