No vamos a comenzar esta entrevista a Enrique Fuenteblanca con la típica pregunta sobre cómo se define, sino que vamos a jugar a las aproximaciones:

Querido Enrique, dinos, por favor, qué palabra de cada una de estas series de tres te describe mejor:

1. escritor – autor – poeta

Supongo que escritor, aunque creo que no termino de encajar en ninguna y eso está bien.

2. soñador – realista – comprometido

Intento que comprometido en la medida de lo posible.

3. curioso – práctico – provocador

Curioso, las otras dos opciones no se me dan muy bien :/

4. artista – brujo – mago

Mmm… supongo que artista, pero quisiera ser brujo ❤

5. innovador – tradicional – atípico

¡Tradicional no! Un poco rarito quizás.

6. superhéroe – marciano – ninja

Marcianito siempre ¯\_(ツ)_/¯

¿Qué tres palabras clave utilizarías para describir Des-naturalizaciones (Liberoamérica, 2020)?

Política, género y arte.

¿Cómo nace el proyecto del libro? ¿Qué dejas atrás de tu yo literario previo y qué adoptas de nuevas para hacer frente a su realización?

Se trata de un libro que surge tras muchos años de escritura y, sobre todo, tras muchos proyectos que abandoné. Una de las cosas que he aprendido es a no aferrarme a mis textos y a perder el miedo a cambiar y desechar aquello que no creo apropiado o suficientemente bueno. He dejado muchas cosas atrás, pero sobre todo ha sido un trabajo de maduración de estilo que ahora considero necesario.

¿Por qué Liberoamérica como hogar elegido?

Liberoamérica es una editorial comprometida, entusiasta y con una línea de trabajo que consideraba idónea para Des-naturalizaciones. Creo que es muy importante trabajar con editoriales que propongan líneas de trabajo coherentes con tu pensamiento y con tu trabajo. Además Liberoamérica trabaja de la mano de la plataforma homónima en Argentina. Creo que establecer puentes con la poesía latinoamericana es una labor sustancial para el enriquecimiento del mundo poético. Por supuesto todas estas cosas vinieron acompañadas de un trabajo excelente y de personas maravillosas que han hecho posible la publicación de Des-naturalizaciones.

¿Qué y cuánto se sacrifica del día a día para llegar a completar una obra como Des-naturalizaciones?

La poesía (como toda disciplina artística) conlleva mucha dedicación y esfuerzo. Se pasan muchas horas sentado en el escritorio y la mayoría de las veces no consigues el resultado esperado. No obstante, creo que es una cuestión de esfuerzo, dedicación y constancia.

Distingo dos momentos principales en la elaboración de un poema. En primer lugar, su concepción necesita de una mirada constante, del no abandono de la palabra poética y su búsqueda. Sin embargo y en mi caso, es la segunda parte la que conlleva más tiempo y dedicación. Me refiero a la “reescritura” del poema. Las horas de trabajo puliendo un poema hasta conseguir su máxima expresividad. Una de las máximas en un poema es que nada sobre, y esto es algo muy difícil.

¿A qué poetas lee Enrique Fuenteblanca? ¿De qué forma ha evolucionado tu curiosidad hacia unos nombres u otros a lo largo de tu vida?

No puedo responder a esta pregunta sin hablar de mi hermano Juan. Él me enseñó a leerlo todo. Para bien o para mal, siempre se puede extraer algo de la lectura. Por supuesto, algunos poetas han marcado de forma más evidente mi concepción de la poesía. Pienso que un autor puede influirte más o menos dependiendo del momento en el que lo leas y en mi caso he recibido muchas influencias de grandes poetas, pero también de narradores, filósofos y artistas de todo tipo. Si tuviera que elegir al último poeta cuya obra me ha “estremecido” e influenciado más creo que hablaría sin dudarlo de Anne Carson con su obra La belleza del marido.

¿Cómo valoras el panorama poético, primero, y literario, después, en la actualidad?

Creo que estamos asistiendo a un momento muy interesante. Cada vez resulta más evidente que estamos protagonizando un cambio de paradigma cultural y esto se refleja en la poesía contemporánea. Encuentro muchas tendencias que enfocan a la hibridación, el ejercicio transmedia y la ruptura de las formas poéticas respecto a generaciones anteriores. También creo que tenemos la suerte de vivir vínculos generacionales singulares, dentro de una misma generación pero también en forma de redes transgeneracionales. Esto enriquece mucho el panorama poético y parece estar provocando una eclosión de nuevas narrativas y posibilidades en el sector editorial.

¿Sientes que hay una generación de escritores propia, particular, formada por autores nacidos a finales de los 90 con unas marcadas características? Paralelamente, si tuvieras que encuadrarte en una época, un estilo o un movimiento, ¿en cuál lo harías con convencimiento?

Creo que existen muchas conexiones generacionales interrelacionadas con el cambio de paradigma cultural mencionado anteriormente. No obstante, no encuentro sentido a acotar de forma estricta y rígida a los autores de una u otra generación. Desde mi punto de vista, el sistema de influencias funciona de una forma más compleja. En el caso de que existiese esa generación preferiría entenderla como una red de pensamiento y, sobre todo, que esto se tradujese en una red o espacio de cuidados y afectos. Me parece mucho más útil pensar en estos términos y sustituir la acotación y separación estilística por una unión o interconexión politizada.

Respondiendo a la segunda pregunta, no soy capaz de enmarcarme dentro de ningún movimiento determinado, ni creo que tenga sentido volver a épocas de manifiestos, movimientos y vanguardias. En todo caso, creo que mi trabajo se caracteriza por un esfuerzo en relacionar el mundo poético con el del resto de sistemas artísticos, ya que considero que a veces tenemos una visión demasiado aislada y que esto va en detrimento de las posibilidades del lenguaje poético.

¿Te da miedo el fracaso? ¿Y el éxito?

Creo que éxito y fracaso son dos términos demasiado asociados a la lógica psico-cultural del capitalismo avanzado. Me resulta mucho más sano pensar en aciertos y errores. Como en cualquier sistema de evolución, el error juega un papel fundamental en el desarrollo de nuevas posibilidades. Por eso intento pensar que muchas veces no hay nada más fructífero que el error.

¿Qué grado de importancia le das al uso actual de las rrss en relación con el mercado editorial y la publicación literaria?

Sin duda es necesario comprender cómo funcionan las redes sociales para comprender una parte importantísima del mercado editorial y la publicación literaria. Lo que me resulta realmente interesante es la oportunidad que ofrecen para conectar a autores, editoriales y otros tipos de instituciones o eventos relacionados con el mundo literario. También sirven para definir las líneas de lo mainstream y para comprender algunos aspectos del pensamiento social contemporáneo, aunque no sea esa la línea estilística que más me interese personalmente.

¿Cuál es tu concepto de arte?

No me creo capaz de responder a esta pregunta. Sí que puedo decir que cada día me interesa más la hibridación entre poesía y otras prácticas artísticas contemporáneas. Pienso mucho en la capacidad transmediática de la poesía y en el libro como artefacto, con su propia interfaz en la que imagen y texto pueden funcionar como una unidad semántica diferenciada. Me resultan de gran interés las aportaciones de W. J. T. Mitchell a este campo y espero poder profundizar más a lo largo de mi trayectoria poético-artística.

En esa dualidad imagen-palabra que tanto proyectas, ¿cuál es tu interpretación de belleza? ¿De qué lado estás en la confrontación estética entre lo cotidiano y lo idealizado?

Intento aproximarme cada vez más a una idea en la que la distancia de esa dualidad se reduzca. En cierto sentido, entiendo que una parte sustancial del poema es la capacidad de producción de imágenes mentales de las que derivan sentidos, ya sean en forma de proyección o de forma intersubjetiva. Con respecto a mi interpretación de la belleza, llevo mucho tiempo intentando elaborar un enunciado capaz de condensarla, pero no me siento capaz de ello. Quizás esta condensación sea uno de los sentidos del lenguaje poético.

¿Qué nivel de preparación ha ejercido sobre tu poética tu formación académica?

Siempre he intentado enfocar tanto mi formación académica como mi poética desde la perspectiva más amplia posible. Creo que mi predilección por la interdisciplinariedad está directamente relacionada con mi forma de comprender el mundo y que, a su vez, ésta ha sido reforzada por el estudio de los campos humanísticos y la filosofía.

¿Qué consejo le darías al escritor cuya obra terminada es autoinfravalorada y resignada a un cajón por miedo al público?

Bueno, el cajón (por un tiempo) es algo necesario. Pienso que, antes de publicar una obra, es necesario algo de reposo y maduración para confirmar si realmente es lo que deseas publicar un tiempo después de finalizada. Sin embargo, la publicación es una parte fundamental de la obra. Para mejorar en la escritura hace falta exponer la obra a críticas y confrontarla a la opinión del otro. Toda crítica puede servir para aprender y, por suerte, este proceso nunca se da por terminado.

Personal y literariamente, ¿qué esperas de este 2020?

Este 2020 se me plantea como un año lleno de alegrías y de posibilidades. La publicación de Des-naturalizaciones es, sin duda, una de ellas. Además me hace muy feliz observar que es un año de novedades poéticas y literarias de las que espero muchas satisfacciones. Sin duda, puede ser un gran año personal y para el panorama literario y creo que así lo será.

Concluimos con este bombardeo marca de la casa:

¿Qué banda sonora le pondrías a Des-naturalizaciones?

A cada parte le pondría una diferente: flamenco, breakbeat, clásica, waporwave… ❤ José Menese, Rocío Márquez, Pedro Ladroga, Dheformer Galinier, Asaf Avidan, Janis. ¡Todo cabe!

¿Quién era tu ídolo de infancia?

¡Me gustaban Los Wrugrats y el Marsupilami!

¿Qué llevas de Sevilla en ti y cómo se ha forjado tu persona desde tu contexto y tu paisaje vital?

El flamenco, el parque, el sol, el olivar de detrás de mi casa, mi familia y mis amigas. Creo que estoy indisociablemente ligado al lugar en el que he nacido.

Confiésanos un placer, una manía y un defecto reconocido.

La mesa camilla, manía a las aceitunas (problema como andaluz) y defectos, demasiados :S

¿Qué época histórica te hubiera gustado vivir y qué personaje histórico te hubiera gustado conocer de cerca?

Visitarlas todas, vivir en más bien pocas y conocer a Jesucristo.

Envía un agradecimiento, una disculpa y un reproche a quienes tú quieras.

Gracias a vosotros por entrevistarme, disculpas a una fábrica de cerveza de Ámsterdam cuyo nombre no recuerdo y reproche al Papa Francisco, que no me acaba de gustar.

Anuncio publicitario

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s