
¿Cuándo y cómo nace Pastel de Luna y con qué propósitos principales y señas de identidad lo hace?
Pastel de Luna nace en 2015 con la intención de acercar al público hispanohablante álbumes ilustrados de autores del Lejano Oriente, especialmente de Japón, Corea y China. Desde el principio tuvimos claro que queríamos construir puentes entre culturas a través de los libros: historias contadas con otras sensibilidades, otros ritmos y otras miradas.
Nuestra identidad se basa en el cuidado de la edición —desde la traducción hasta la impresión—, el respeto por los autores y la apuesta por obras que sorprenden y que invitan a la contemplación, el humor inteligente y mucha naturaleza. Nos gustan los libros que dejan espacio al lector, que no lo subestiman, y que transmiten belleza.
Decía Sartre que “todo se decide en la infancia”; con nuestros libros vamos a intentar que los niños decidan volar, que sus mentes viajen, que sueñen despiertos. Nuestro objetivo es llenar sus cabezas de pájaros. Y con el batir de sus alas, las cabezas puedan llegar hasta las nubes, o más allá. Cuanto más lejos mejor. Queremos celebrar un viaje a la luna con cada libro. ¡Y nubes llenas de cabezas!
¿Qué equipo humano conforma el grupo que hace posible la labor de la editorial? ¿Qué tareas específicas realiza cada integrante?
Pastel de Luna es una editorial muy pequeña. Estoy yo solo como editor, y me encargo de la selección de títulos, la coordinación editorial, la comunicación y un montón de cosas más.
También colaboro con ilustradores, traductores, correctores y diseñadores que me ayudan a cuidar cada detalle y hacer libros que duren.
¿Cuáles son vuestras nuevas y más recientes publicaciones?
Entre las novedades más recientes destacamos tres títulos muy distintos entre sí, pero que reflejan bien nuestro espíritu:
Nuestro padre es un hombre lobo, de Javier González y Lluïsot. Un poemario ilustrado con los personajes del imaginario clásico del terror: vampiros, niñas lobo, La Momia, Frankenstein, fantasmas, el Yeti… Todos ellos puestos en escenas cotidianas tan absurdas como divertidas.
Pececito, de Mamiko Shiotani. Originalmente publicada en Japón, esta obra nos habla de las dificultades de un pequeño pez para ir al cole fuera del agua. Ya que no lo tiene tan fácil como sus compañeros. Con ternura y humor, Pececito nos habla de la superación personal y el poder de la amistad.

Tom y Momo, de Akiko Miyakoshi. Una autora japonesa muy reconocida internacionalmente. Un tierno libro sobre las casualidades, los encuentros inesperados y la alegría de compartir. Una historia sencilla y emocionante que celebra la infancia y la amistad, perfecta para leer en familia en Navidad.

Todos ellos tienen también una edición en catalán.
¿Cómo consideráis que se encuentra en estos momentos el mercado editorial respecto de propuestas, enfoques y géneros? ¿Qué es lo que más os agrada y lo que más os preocupa?
Vivimos un momento muy rico en cuanto a diversidad de propuestas: hay una generación de editoriales pequeñas que están apostando por la calidad y la originalidad, y eso nos parece maravilloso. Sin embargo, también vemos cierta saturación en el mercado del álbum ilustrado; y una velocidad de consumo y de publicaciones que a veces no da tiempo a que los libros respiren ni a que lleguen al lector adecuado.
Nos preocupa que el mercado tiende a homogeneizarse, a publicar “lo que se vende”, libros con una finalidad; olvidando que los libros son para disfrutar. Lo que más nos agrada es, precisamente, lo contrario: cuando encontramos proyectos que arriesgan y sorprenden, que confían en la inteligencia y sensibilidad del lector.
¿Cómo vais a trabajar el aspecto promocional, tanto en el apartado digital / virtual como desde la presencialidad?
Nos gusta combinar la cercanía de las redes con los encuentros presenciales. En el ámbito digital, cuidamos mucho nuestras publicaciones en Instagram y otras redes, donde compartimos procesos, ilustraciones y pequeños textos que transmiten el alma de cada libro.
En lo presencial, participamos en ferias, presentaciones y encuentros con libreros, bibliotecas y escuelas. Creemos que la promoción no es solo “dar a conocer” sino también crear comunidad lectora en torno a los libros.
¿Qué planes tenéis a corto y medio plazo dentro de este final de 2025 y de cara a 2026? ¿Dónde puede encontraros y seguiros nuestra comunidad lectora?
De cara al final de 2025 y a 2026 queremos seguir ampliando nuestro catálogo de autores asiáticos, pero también dar más espacio a creadores hispanoamericanos con esa misma sensibilidad poética y visual que caracteriza a Pastel de Luna.
Podéis encontrarnos en www.pasteldeluna.com y seguirnos en Instagram (@pasteldelunaeditorial), donde compartimos noticias, curiosidades y, sobre todo, el amor por los libros ilustrados.
