
¿Cómo nace y qué objetivo tiene Entropía Ediciones? ¿A qué responde su nombre?
La idea se gesta en la navidad de 2017-2018 y se hace real en abril-mayo de ese año.
Nace con el objetivo de crear una ventana para poetas contemporáneos que se sienten alienados con el mundo editorial pero cuya voz debe, a mi juicio, ser escuchada (leída).
¿Qué papel tienes dentro de la editorial?
El de editor, diseñador y maquetador.
¿Qué es lo que más te gusta de este oficio? ¿Y lo que más cuesta?
Lo que más me gusta es diseñar los libros, ayudar a que nazcan, descubrir autoras y autores Lo más duro es tener que rechazar manuscritos porque sé que detrás de cada libro hay una persona con unas ganas enormes de que su obra vea la luz. Y algunas veces no es simplemente que el libro no dé la talla. Puede ser un buen libro que simplemente no encaja en la línea editorial que estoy buscando construir.
¿Cómo ves el panorama editorial actual? ¿Hacia dónde va Entropía a medio-largo plazo?
Están surgiendo bastantes editoriales pequeñas. Es pronto para analizar si esto es positivo por traer variedad al mercado de editoriales independientes o puede suponer una excesiva oferta literaria para un público, el de la poesía, bastante reducido.
¿Qué relevancia tienen las redes sociales en la publicación de poesía actualmente? ¿Crees que es necesario tener seguidores para publicar o que simplemente es recomendable?
Las redes sociales son expositores, pero no hacen al artista. Nadie vale más por tener más seguidores. No es necesario ni recomendable, en Entropía no exigimos siquiera que el autor o autora tenga perfiles en redes sociales, nos da igual. Aunque parece que las grandes editoriales ven ahí un cupo asegurado de ventas.
Recomienda tres libros y una librería.
Librerías: La Semillera y Nakama, las dos en Madrid (necesitaba recomendar ambas porque son maravillosas).
Libros de poesía: Las órdenes, de Pilar Adón; Tuscumbia, de Lola Nieto; Treinta y seis mujeres, de Gema Palacios.