Define a Valeria Navarro con tres palabras y define su poesía con otras tres. ¿Cuándo comienzas a escribir y por qué?
En tres palabras, yo me defino como constante, alegre y apasionada. Me gusta poner el corazón en todo lo que hago.
¿A mi poesía? ¿Con tres también? Guerrera, intensa y evocativa.
Comencé a escribir a los 14 años como necesidad y alternativa. En ese momento no tenía recursos necesarios para gestionar todo lo que llegaba a la mente y escribirlo sobre un papel era (y es) una bonita forma de ordenar, clarificar y ante todo, conocerme.
En tu opinión, ¿qué debe ser la poesía?, ¿qué función crees que debe desempeñar?
La poesía, citando un poco a Miguel Hernández, debe ser un arma. Adaptando el concepto a este tiempo, para mí la poesía debe ser una herramienta. Debe mover, provocar y representar.
¿Quién te inspira? ¿Cuáles son tus máximos referentes poéticos?
Me inspira mucha gente, sobre todo gente que tengo cerca y de la que aprendo a diario. Si tuviera que elegir un referente poético, sería Miguel Hernández, poeta del pueblo, siempre. Aunque he de decir que Orwell, Valle Inclán y Kafka han marcado para mí un antes y un después en la expresión de la crítica.
¿Qué metas tienes? ¿Cuál es tu siguiente paso?
Va a sonar a tópico, pero mi única meta es que no se acabe nunca este camino; que la poesía no deje de hacerme sentir y que, poco a poco, y a través de las voces, podamos llegar a escribir “memoria” con mayúsculas y sin tierra en la boca.
¿Mi siguiente paso? Disfrutarlo.
