¿Cómo le describirías quién es Rodrigo Quesada y a qué se dedica a: 1. la madre de tu mejor amigo; 2. aquel profesor frustrado que no te enseñó nada; 3. un extraterrestre?

La madre de mi mejor amigo seguramente sepa lo que hago. De todos, en una sola palabra y para todos los públicos: periodista. A mi profesor, o más bien en plural, profesores frustrados…: Soy todo lo que pensabais que no sería. Y a un extraterrestre mejor no explicárselo.

¿Cuándo y por qué decides el periodismo para tu ámbito profesional y cuándo y por qué te cautiva el rap en el ámbito personal?

Digamos que siempre ha sido un don innato aquello de escribir y comunicar. Desde siempre he ayudado a mi padre a confeccionar su revista de ocio y turismo (Express Magazine) que fundó allá por el 2001, pero verdaderamente me sumergí en el periodismo, sobre todo en el local y político, cuando tenía unos quince o dieciséis años. Empecé a trabajar para Noticias Te Ves, que era la única TV en Benidorm y desde entonces sabía que era mi camino. Más tarde vendría la radio y diversidad de trabajos relacionados con la prensa. Por otro lado, el rap llegó a mi vida en el instituto. Solo escuchaba rap. Concretamente empecé escuchando los temas más antiguos de Natos y Waor además de los de Kaze. Pero estamos hablando de los primeritos, no lo que hacen ahora, que no me representan nada. Aunque sí es cierto que siempre me han gustado las rancheras, el rap tenía todo aquello que de joven me representaba. Efusividad, protesta, rebeldía, querer cambiar el mundo. A día de hoy me sigue representado el rap, pero de distinta manera.

Como espectador / consumidor, ¿qué le pides a: 1. un speaker; 2. un DJ; 3. un freestyler; 4. al público de las batallas; 5. al jurado de ellas?

Al speaker, que acompañe y no sea protagonista. Al DJ, unas buenas bases. Al freestyler, que no se quede en lo básico. Al público, criterio. Al jurado, aún más criterio si cabe, pero sobre todo: ecuanimidad y equidistancia.

¿Cuánto y cómo crees que ha podido influir tu formación académico-profesional en la configuración de tu yo actual? ¿De qué forma crees que interactúan esos conocimientos y experiencias con tu dedicación al análisis y comentario del panorama del freestyle?

No solo lo académico y profesional, las vivencias y experiencias curten a uno. Al fin y al cabo todo influye, inclusive en el criterio para las batallas. A mí ese conglomerado de consideraciones me ha hecho ser estricto, exigente, curioso y culto.

¿Son las rrss la dinamita del siglo XXI en cuanto a que según cómo se usen son beneficiosas o destructivas? ¿Cómo las utilizas tú?

Son toda una bomba de relojería. Tanto para bien como para mal. El problema es que normalmente se utilizan para atacar y hacer daño en lugar de para hacer el bien. Si todo el mundo pusiera su granito de arena para mejorar el mundo, otro gallo cantaría. Por mi parte, yo las uso de manera profesional: mi trabajo y algo de mi vida como influencer.

¿Qué tres cualidades principales consideras que debería tener todo buen comunicador?

Buena dialéctica y oratoria, elocuencia y carisma; mucho carisma.

¿Hay que ponerle límites a la “libertad de expresión”?

Soy de los que dicen aquello de “no estoy de acuerdo con lo que dices, pero defenderé con mi vida tu derecho a decirlo”. Pero lo cortés no quita lo valiente. Hay límites para todo, una cosa es libertad y otra libre albedrío, y la gente normalmente cree que lo segundo es verdaderamente la libertad. Para mí, en cuanto a libertad de expresión se refiere, en el momento que se pasa la franja roja del insulto: se acabó.

Dentro del freestyle, ¿crees que hay que censurar o penalizar ciertos términos, palabras o temas o una vez que lo consideramos un show “teatralizado” todo puede tener cabida? ¿Crees que respecto de esta cuestión hay diferencias entre el rap como género musical y el freestyle como ejercicio específico?

El freestyle como espectáculo que es no debe tener límites, pero sí penalizaciones a la hora de votar; véase la sangre sucia, por ejemplo. Y evidentemente, a cada día que pasa, el rap y el freestyle se alejan un poco más.

La pregunta del millón: ¿qué es el trap?, ¿es rap?, ¿es un enemigo del rap?, ¿es una consecuencia natural de él?

El trap es un género musical que proviene del rap. Eso sí, con ritmos más rápidos, electrónicos y con una temática totalmente opuesta a la del rap: coches, mujeres, dinero y drogas. No creo que existan enemigos entre géneros musicales, las barreras las ponen las personas, no la música.

¿Crees que se ha avanzado en la imagen que proyecta el hip hop a la sociedad? ¿Por qué se ha preocupado de ello el movimiento cuando supuestamente es originado al margen de dicha sociedad y como reivindicación o protesta contra ella y sus valores?

Para mí hemos hecho una involución. El rap dejó de ser lo que era y ahora cualquiera hace rap por el mero hecho de estar en la ola. Todos son calle y casi nadie de España la ha vivido de verdad. La verdadera calle está en Colombia, en Argentina, en México… En Europa y sobre todo en España, lo más callejero que te puedes encontrar es un bloque de gitanos. La verdad es que aprendes mucho conviviendo con ellos, sobre todo picardía, que es algo que define a la perfección lo que es la calle. Por otro lado, los medios de comunicación y la sociedad en general se han empezado a preocupar por el rap cuando ha empezado a dar rédito económico, si no aún estaríamos escuchando a los chavales desde los garajes.

¿Cómo valoras el panorama sociopolítico actual?

Supongo que te refieres al panorama español. Si es así: en retroceso.

¿Consideras que España es un país culturalmente rico?

Por supuesto, el problema es que jamás lo ponemos en valor. Ni tan siquiera en las escuelas o desde el estado. Y así nos va.

¿Qué es arte para ti? ¿Qué no lo será nunca?

El arte es subjetivo, a una persona lo que hago yo le puede parecer arte y para otro puede parecerle una puta mierda, hablando mal y pronto. Véase el caso de los toros. Para unos, maltrato animal, para otros, arte. Para mí el arte es música, pintura, poesía, cine, fotografía, escritura… Infinidad de asuntos. A título personal, por muy bonito o por muchas masas que mueva, el deporte jamás será arte. Por ende, jamás el freestyle será deporte.

¿Cómo ves la escena del rap? ¿Consideras que le ha beneficiado la apertura a otros estilos, modos de sonido y ciertas fusiones o crees que ha degenerado irremediablemente?

Como comentaba con anterioridad, retrocedemos. Es lo que tiene el estar de moda. Tiene sus cosas buenas y sus cosas malas. A mí me molaba más cuando lo escuchaba allá por 2009 o en 2012. Más puro y menos parafernalia. Ahora se hace rap hasta con autotune, no me jodas…

En tu opinión, ¿el artista grande es el que evoluciona su música introduciendo cambios más o menos sustanciales en cada nuevo trabajo o el que consigue triunfar con la misma fórmula durante un largo espacio de tiempo?

Para mí es aquel que perdura en el tiempo. Hay muchos caminos para llegar hacia la grandeza. Está C Tangana, que cuando era Crema cantaba en garajes y ahora siendo C Tangana es lo más mainstream que te puedes echar en cara. Pero se ha pasado el juego y personalmente lo escucho. Por otro lado está Nach, por ejemplo, que lleva haciendo lo mismo años y años y ahí sigue. Personalmente me quedo más con la segunda, sobre todo porque normalmente la primera opción no sale del todo bien. Mira Hard GZ, que ahora le da al trap y no tiene el mismo éxito musical que antaño.

¿Qué hay de tu faceta musical? ¿Te gusta más el bolígrafo o el micrófono? ¿Te has planteado la realización de un trabajo musical completo, redondo?

Siempre me ha gustado más comunicar de manera audiovisual, aunque de manera escrita también. Siempre he escrito algunas líneas y algún tema que otro, pero nunca me terminan de gustar. El último que escribí casi sale a la luz en 2019, tal vez para el 2020 le dé una oportunidad.

La pregunta del billón: ¿el rap es poesía? ¿Cuánto puede o no tener de ella? ¿Qué opinión te merecen los raperos que están publicando poemarios?

El rap es poesía cantada, al fin y al cabo, eso es algo indudable. Sobre los artistas que hacen poemas, en fin, los hay buenos y malos; pero normalmente los freestylers (que no los mc´s) no son tan buenos haciendo poesía como lo hacen los raperos de verdad. Siempre lo pienso: quien es bueno haciendo batallas (que no freestyle) no es bueno escribiendo letras.

¿Hasta dónde crees que puede llegar la profesionalización y la visibilización del freestyle a nivel mediático? ¿Llegarías a considerarlo un deporte?

Hasta donde el dinero lo permita. El día que esto deje de hacer pasta, se acabó y vuelven todos al parque. Bueno, todos, la mínima parte… a los que verdaderamente les gusta esta movida. Yo sigo en el parque desde que empecé porque es verdaderamente donde está lo bueno y la esencia de todo esto. Jamás en la vida el freestyle será deporte. Primero porque no se puede mesurar a ciencia exacta lo que ocurre en las batallas. A pesar de que existe un reglamento que trata de calificar al milímetro los valores de las rimas, no hay unanimidad o exactitud para decir qué tanto vale una rima o no. Una misma intervención puede tener resultados diversos. También hay que tener en cuenta que para que el freestyle sea deporte tendría que existir la posibilidad de que, independientemente de la raza, edad, sexo o idioma pueda ser practicado, incluyendo personas con discapacidades físicas… Y eso es algo que no está al alcance de hacerlo realidad, al menos en la actualidad.

¿De qué forma puede crecer Todo Rap Benidorm y cómo estáis trabajando en ello?

Básicamente, con trabajo. Hace tres años hacíamos nuestro gran evento final a nivel local, tan solo un año después pasamos al provincial, y ya llevamos dos años con este haciéndolo a nivel nacional. Pronto recogeremos frutos, pero sin lugar a dudas, una de las metas a título personal es hacer un evento para recordar, con lo mejorcito del freestyle y el rap encima de un escenario y como no: en Benidorm.

¿Cómo compaginas tu profesión como periodista con tu dedicación al rap y el freestyle? ¿Crees que puede la segunda llegar a comerse a la primera en cuanto a tiempo, interés y beneficios?

Se complementan. Ahora soy periodista única y exclusivamente de batallas, aunque siempre tengo trabajos secundarios relacionados con la política o la sociedad. No obstante, creo que en un futuro no muy lejano acabaré dedicándome única y expresamente al periodismo basado en el rap y sobre todo en las batallas. Casi que seré pionero en ello.

¿Qué proyectos tienes a corto, medio y largo plazo?

Bastantes, pero no te los puedo desvelar todos. Al menos te diré que pretendo volver a hacer entrevistas como antaño y que todos mis proyectos están relacionados estrechamente con las batallas y el rap.

Vamos con un bombardeo para terminar:

–*¿Qué le falta y qué le sobra a tu vida?

Me falta tiempo y me sobra preocupación.

–*¿Ciudad predilecta? ¿Qué país te gustaría conocer?

Benidorm. Colombia.

–*¿Con qué plato de cocina se te conquista?

Con una buena paella.

–*¿Te da miedo el fracaso? ¿Y el éxito?

La verdad es que sí. Jamás fracasé estrepitosamente y no pretendo hacerlo. Y el éxito, bueno, humildad aparte… Creo que nací para él.

–*Confiésanos un miedo, un vicio, un defecto y un sueño alcanzable. Ah, y un mote que te haya acompañado en tu adolescencia.

El fracaso; fumar, tengo muchos…; cabezonería e impaciencia; vivir de mis entrevistas; ‘Queso’.

–*¿Has cambiado de referentes o de héroes? ¿Cuál es tu villano histórico -real o ficticio- favorito?

Sí, todo está sujeto a cambio al fin y al cabo. Aunque siempre he tenido un referente inamovible: Arturo Pérez Reverte. Realmente nunca he sido mucho de villanos, aunque ahora me quieran hacer pasar por uno. Si se les puede considerar como tales, diría que Napoléon, Pablo Escobar o Paco Paesa.

–*Recomienda a nuestros lectores: tres libros, dos películas recientes y dos discos que no sean de rap. Muchas gracias, ¡ha sido todo un placer!

En cuanto a literatura se refiere, tienen que leer la saga de Harry Potter, la Pluma de los Sueños (que es una novela de mi hermano David) y el próximo libro que saque a la venta. Sobre películas recientes: Fractura y El hombre de las mil caras. Y por último, les recomendaría Cómplices, de Luis Miguel, y Wish You Were Here, de Pink Floyd.

Todo un placer conceder esta entrevista, han sido unas preguntas distintas a lo habitual y muy interesantes de contestar. Un fuerte abrazo para todos los lectores de Altavoz Cultural, y agradecer personalmente a Rut y Ferki por la oportunidad.

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2 comentarios sobre “Rodrigo Quesada

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