¿Quién es Juan Márquez?

Juan Felipe fue (¿soy?) un chico de “posguerra” (de la “Civil” española y de la II Guerra Mundial), nacido en una familia modesta (que, por azar, vivía en el “prestigioso”-y vituperado- barrio de Salamanca de Madrid, donde -Oh, sorpresa –  vivían muchas familias “humildes” como la mía – mis compañeros de colegio, con el pomposo nombre de “Liceo Escolar”- eran todos hijos de trabajadores – taxistas, empleados del mercado, etc.). Mis padres sabían de la importancia de la educación y se sacrificaron para que yo llegase a ir a la Universidad. A mí me hubiese gustado estudiar Derecho, pero en aquel tiempo se pensaba que eso no tenía “futuro”, así que acabe en la Escuela de Arquitectura – que estaba de moda.

Al tiempo descubrí que lo que no tenía ningún “futuro” era llegar a ser arquitecto sin tener familiares o “relaciones” con algún estudio de arquitectos, así que, fascinado por la fiebre del “rock and roll” que entonces arrasaba entre los jóvenes, abandoné la Escuela para tocar con un grupo de rock and roll – Los Chals- primero en Palma de Mallorca, y después en Suecia, durante un año. Volviendo a España para hacer el Servicio Militar (obligatorio entonces, y que, de no “acudir” hubiese llenado de “oprobio” a mi familia -calificable según las corrientes al uso como “de derechas” – aunque yo no creo en esa “interesada” división entre “derechas e izquierdas”. Quizá, si acaso, entre “laboristas” y “conservadores” o “demócratas y republicanos”, que hacen otros pueblos que, por cierto, algo saben de eso que se llama “democracia”.

Sin falsa modestia, no creo que Juan Márquez tuviese ningún talento musical especial. Simplemente quería cambiar el mundo (a mejor), y la música – los grupos de rock – parecían – o fueron – un excelente instrumento. Al principio no tenía ningún interés en la composición, o en elaborar mi propio “mensaje”. Era feliz difundiendo la obra de mis “ídolos”. Con el tiempo, me tuve que rendir a la exigencia de la “industria”, los “excelsos” críticos”, y el “mercado” de que había que ser “originales” y publicar material propio. Quizá, solo quizá, he aprendido el “oficio” de cómo hacerlo y, de paso, dar salida a mi particular pequeño mundo interior.

¿Qué tres momentos o experiencias vitales dirías que han forjado principalmente tu personalidad, tu carácter? 

1-Abandonar Arquitectura e incorporarme a Los Chals – un grupo de Vallecas, que tenían la escuela y filosofía de “la calle” – chocando frontalmente con mi “formación” académica. La estancia en Suecia “blow up my mind” para bien.

2-Rozar el éxito con “Más Sexy” y verlo desvanecerse cuando los Hermanos de Castro deciden abandonar el grupo, amenazando con “hacer todo lo posible” para que el álbum no se publicase. Ingenuamente pensé que podría salir adelante, a pesar de ello. No fui consciente de la doméstica “tormenta perfecta” que se desató contra COZ, y la irresistible ascensión de Barón Rojo al Olimpo (basada en la dicotomía “buenos” y “malos”: unos “duros”, los otros “blandos”, unos “auténticos”-en discográfica “nacional”-, los otros “vendidos” – en discográfica “multinacional”-, unos “heavies” – con letras “rencorosas”, los otros “comerciales” con estribillos “pegadizos”, etc.).

Desarbolado, tras la marcha del guitarrista Tony de Juan (que se negó a figurar en la portada de “Romper la Red”; sale de espaldas, abrazándonos a unos “huérfanos” Cutu y yo; ya que yo mismo aconsejé a Eduardo Pinilla no desaprovechar la oportunidad de irse de gira con Luz Casal -y después Joaquín Sabina – dada nuestra precaria situación) y que, poco después Cutu (mi gran compañero en la “resistencia”/aventura) se “descolgó” del grupo; así que rehice el grupo con Enrique Ballesteros (ÑU, Banzai, ETC.) y su colega de Banzai, Snoopy, con la siempre impagable colaboración de Eduardo Pinilla, y grabamos “Legítima defensa” (publicada por unos sinvergüenzas llamados Fonomusic) pero no funcionó. Un buen amigo me ofreció un puesto en la llamada industria discográfica (como A&R y Editor de Virgin) y, por primera vez, tuve ocasión de sobrevivir de la “música”.

3-A raíz del trabajo “seguro” y remunerado, pude “plantearme” tener hijos (uno en 1988, y otro en 2003) lo que me ha hecho más feliz que cualquier otra cosa.

¿En qué te formaste académico-profesionalmente al margen de la música y cuánto autodidactismo dirías que ha tenido tu carrera musical?

El “destino” me ha llevado a ser una especie de experto en Derecho de Propiedad Intelectual (Director General de EMI en España y VicePresident of Sony Music International, a cargo de Latín América, además de haber sido Vicepresidente de Sgae en la época en que no lo podía ser “cualquiera” (¿como ahora?). En la era de Teddy Bautista había un gran nivel – opinión).

En la “ejecución musical” no me quedó otra (por unas razones o por otras… eran otros tiempos… y después, quedó la “costumbre”) que ser autodidacta, aunque sigo intentando aprender; aunque más de uno opina, abierta y desabridamente, que aún no lo he conseguido. Me consuelo pensando que suelen ser los que (aparte de “groseros”) nunca han hecho una canción y han llevado adelante un grupo (de “empresas”, ni hablamos).

¿Qué referentes tuviste en tus comienzos y qué o quién te inspira actualmente?

Los Teen Tops, mejicanos, versionando en español los primeros éxitos de rock&roll. Me gustó, como a casi todos, por entonces, Elvis Presley, pero también- o más – el gran Cliff Richard /Shadows (hoy olvidados; aunque no tanto como los grupos franceses -Eddy Mitchell & Les Chaussettes Noires, o  Les Chats Sauvages – que “contagiaron” el territorio catalán y dieron lugar a una “onda” de grupos más “fieros” por allí -Los Salvajes, La Banda Trapera del Río, etc.-) en contraposición con la onda madrileña, que era más “modosa” y “universitaria” (Los Estudiantes, Pekenikes, etc.).

Sobre mis referencias “actuales”, quizá, solo quizá, sigo “anclado” en la saga de la “British Invasion”, al parecer una “irrepetible” tormenta de talento: Steve Winwood, Eric Burdon, Van Morrison, Pete Townshend… David Bowie, Jeff Beck, etc.

Hay quien dice por “aquí” que soy una mala copia de Phil Lynott… que ya me gustaría… pero Phil (al margen de “front-man”, cantante, bajista, y compositor) era un “poeta”, que yo no lo soy. Simplemente hago canciones, cuyas letras algunos llaman “letrinas”, otros no les prestan atención y otros, aunque las lean, no las entienden. No puedo culparles, tendré que mejorar.

En lo de tocar el bajo, al margen de Phil, si me acuerdo de John Entwistle (Who) me dan ganas de dejarlo. Eso no quiere decir que acepte ciertas desmesuradas críticas de algunos que, generalmente, no han compuesto una canción “válida” en su vida o no han hecho un concierto importante. Lo de aguantar las “opiniones” de los “Popes” (que, habitualmente, no “actúan” sino “opinan” desde su “atalaya”) está dentro del guion. Groucho Marx dedicó unas páginas (creo que en “Memorias de un amante sarnoso) sobre los críticos (en ese caso “teatrales”) que más de uno de ellos debería leer.

¿Cómo ha sido tu proceso creativo en tus diferentes etapas? ¿Qué has ido afianzando y qué has ido desechando a lo largo de tu carrera?

El “hecho creativo” suele ser “doloroso”, las noches solitarias, también. Suelo componer cuando tengo un proyecto a la vista o siento la necesidad de hacer un nuevo álbum para intentar sacar al grupo del “agujero”. El resto del tiempo procuro obsesionarme con las actuaciones (o en la “espera” de ellas, ya que no abundan) pero el “relativo” tormento de acumular sensaciones para hacer una canción está siempre ahí, sobre todo en las noches.

¿Se puede vivir de la música? ¿Qué has tenido que sacrificar personal y profesionalmente para llegar a ser quién eres?

Los que lo “consiguen” (pocos) pueden vivir, y bastante bien. La mayoría de los que conozco (en España) no pueden “vivir de la música” (pero tampoco pueden vivir sin ella). Le dedican lo mejor de sus vidas, pero es devoción, casi (o sin casi) una adicción. Yo conseguí “vivir de la música” cuando pasé al otro lado (ejecutivo) e, ingenuamente, pensé que podría ayudar a muchos a llevar mejor el “Vía Crucis”. No siempre lo conseguí, hice lo que pude, pero no siempre lo conseguí; sobre todo en los casos en los que tu ayuda es más imprescindible, en los que empiezan (en los casos de desarrollar la carrera de los que ya han “despuntado” es más fácil). Así pude participar en las carreras de Héroes del Silencio, Azúcar Moreno, Ricky Martin, Carlos Vives, Gloria Estefan, Shakira, y otros, pero desarrollar grupos de rock españoles en USA o América Latina fue frustrante.

¿Qué tres cualidades principales consideras que se deben tener para dedicarse profesionalmente a la música? ¿Y para llegar a liderar un grupo?

1-Lo que se llama, o se entiende, por “talento”, una especie de “magia” por la que, por ejemplo, una chica no baila contigo, pero con otro que tiene eso, sí. Tengo que precisar que opino que la música es “humo”, una especie de “aroma” que excita tus sensaciones; y eso al común de los mortales le pasa con diferentes cosas: un violín de Stradivarius, una “aria” de Pavarotti, o un “recitado” de Bob Dylan… y a otro todo eso no le dice nada, mientras que le entra “fiebre” al oír cantar una “jota”.

2-Unos gramos de ambición y/o seguridad en sí mismo, al convencerse de “yo lo voy a conseguir” …”no matter what!” … o lo que opinen otros.

3-Rodearse de “expertos”. No suelen triunfar los Juan Palomo-yo me lo guiso, yo me lo como. La mayoría de los “managers” (¿españoles?) son despreciables, pero si saben hacer su trabajo, si consigues que crean en ti, y tú haces tu parte, funcionará. Igual se aplica a las compañías (antes discográficas, ahora de “marketing”, “merchandising” o “whatever it is” que un “espabilao” articule para “forrarse”). Recordar que un 50 % de mucho es muchísimo más que el 100% de nada. En lenguaje vulgar y grosero: “Más vale un bombón para dos que una mierda para uno solito”.

¿Cómo ha repercutido tu propio entorno socio-geográfico -no elegido- en tu profesión? En contraste con ese primer contexto, ¿qué has adoptado profesionalmente de otros países, de otras culturas? ¿Cómo es la versión internacional de Juan Márquez?

La versión internacional de Juan Márquez tuvo éxito como “ejecutivo” Editor (de España, un mercado consolidado y en expansión y, a pesar de lo que machaconamente se proclama aquí, sin evidente corrupción); por lo que un ejecutivo español experimentado pudo ser de gran valor en países (latinoamericanos, por ejemplo) a los que les quedaba un largo camino que recorrer.

Esa versión internacional, en el caso de Márquez, como artista o músico, no existe. En general, salvo en los casos que han tenido un enorme éxito aquí, no ha funcionado la “irradiación” de lo “español” al mercado internacional. Ni siquiera el “Flamenco” ha logrado crearse un mercado fuera, salvo lo que es “inimitable”, esto es, las actuaciones en conciertos.

Los “ejecutivos” aplican el criterio de que para desarrollar un artista “extranjero” en su territorio debe haber tenido un gran éxito en su país; lo cual reduce mucho las posibilidades porque, además, funciona en sentido contrario: para ser “grande” en España tienes que haber tenido éxito fuera (caso Julio Iglesias). La excepción pudiera ser Mónica Naranjo, triunfando en Méjico cuando en España no vendía nada.

Por otra parte, si se hace una variante del rock anglo-sajón, no es fácil vendérselo a los que “son” el original. No dejas de ser una “copia”-y en un idioma que no conocen. Por tanto, lo “interesante” de los textos en español, o la actitud (normalmente “agresiva” o “reivindicativa”) sirve para los que tienen el mismo idioma y/o el mismo tipo de conflicto social “continuo” o “cansino” (¿canta-autor?).

¿Cuánto ha disfrutado la trayectoria de COZ y propiamente la de Juan Márquez de la multidisciplinariedad construida desde la relación entre diversos focos artísticos?

El llamado rock español (en el que Coz está encuadrado, y no sin reservas por algunos) en mi opinión ha estado – y está- en un “gueto” (del que, además, muchos no quieren salir, o lo ven como su razón de existir: ¡Resistirééé!). Por tanto, no he podido disfrutar de “multidisciplinariedad” alguna (seré muy torpe).

Se da, además, la circunstancia de que la “música” (excepto la Ópera) ha sido la Cenicienta de las Bellas Artes. Examinando no solo la atención y “proselitismo” de los “intelectuales” (y los “medios” de comunicación) hacia ellas y, sobre todo, las generosas inversiones y subvenciones en Teatro, Cine, Arquitectura, Literatura, Poesía, etc., siempre parecen haberse olvidado de la música “popular” (según algunos “iluminados” políticos, no hay que ayudarla porque se mantiene sola. Esa es la gran diferencia con el mundo anglo-sajón. UK no produce mucho trigo y, por tanto, invierte en lo que puede exportar: Música. España exporta trigo, si acaso). Por tanto, las diversas “disciplinas” no han interactuado con la “música”… parecería que se consideran “a otro nivel”. A título de ejemplo (¿avieso?), el cine “español” (de la democracia) se ha preocupado muy poco de la “música”, a diferencia del cine americano (entre miles de grandes obras -y colaboraciones -, un ejemplo “ilustrativo” sería “Forrest Gump”) y ese modelo sí ha influido en algunos “tándem” como el de Amenábar / Iglesias… Roque Baños que se fue a Hollywood.  

¿Cómo viviste La Movida Madrileña? ¿Qué fue lo más positivo de aquella época?, ¿y lo más negativo?

Soy, por razones obvias, de los pocos que se atreven a nadar contracorriente – y a criticarla en público.

Lo viví con escepticismo. Me pareció un montaje interesado de algunos “popes” de la comunicación que querían el protagonismo del “cambio”. Los mismos que habían subido a los altares a los “cantautores” (y los diferentes estilos de música inglesa), ahora hacían “tabla rasa” arrasando lo “antiguo”, sobre todo el rock “español” (porque tenía más fácil ataque – o no era de recibo atacar a lo que habían defendido, si es que lo habían hecho).

Para mejor entendimiento, conviene revisar lo que Wikipedia (que no es La Biblia, pero “ilustra”) menciona al respecto:

Se ha destacado la importancia de programas musicales en su difusión y mitificación, como los de Radio España, con Jesús Ordovás, Rafael Abitbol y Gonzalo Garrido; Radio el País, con Moncho Alpuente y Madrid Me Mata, Radio Popular, con Julio Ruiz; Radio Juventud, con Paco Pérez Bryan y Sardinita; Radio Centro, con Javier Díez, etc. También fueron determinantes los fanzines (sucedáneos de revistas que reflejaran el fenómeno), que dieron cierta entidad literaria y catalogaron las estéticas y eventos de la Movida en Madrid. Destacaron Licantropía y Monster; La Pluma Eléctrica, 96 Lágrimas y Du Duá, de Sardinita; Rockocó, de Miguel Trillo; Ediciones Moulinsart, de Pepo y Kiko Fuentes; Lollipop, de los futuros creadores del sello discográfico de igual nombre; Mental, de Juan Mental; Banana Split, de los hermanos Astudillo y La Parlote de Patricia Godes, en clave de parodia. También Garageland, creado por Chema Díaz en 1985, y maquetado por Aurora García, «Kitty Orsa».

Más tarde aparecieron las revistas La Luna y Madrid Me Mata5​ de Óscar Mariné, y otras publicaciones financiadas por los ayuntamientos de Madrid y de Vigo

Cuando se inicia la “Movida Madrileña”, COZ era uno de los grupos más contratados de España, tocando en aforos de miles de personas (La Escuela de Caminos, o la mítica sala de culto de la “Movida”, “El Sol”, tienen una capacidad de poco más de 200). COZ no tenía disco en el mercado y, bondadosamente, digamos que esa fue la razón por la que ninguno de los mencionados los programase y/o hiciese una crónica de algún concierto.

Casi todo el resto de los grupos rockeros españoles había publicado disco en el sello CHAPA (casualmente una empresa del OPUS DEI) y COZ que colabora con el PCE (incluso participó en la campaña PCE del Referéndum de 1977) no le parecía “coherente” firmar con CHAPA, y cometimos un gran error de cálculo, tomando la más desastrosa decisión (que arruinó nuestro prestigio – entre los “rockeros”- y desbarató para siempre nuestra carrera): Apostando por ser “cola de león” en vez de “cabeza de ratón”, firmamos con la multinacional CBS (entonces la mayor empresa discográfica, con gran diferencia), de España. El primer single (Más Sexy) fue un gran éxito, pero los “seguidores” no querían eso, no querían nuestras canciones en español, querían al grupo con guitarrista “virtuoso” haciendo versiones de Led Zeppelin, Mountain o Who. Los mismos que nos programaban nos acusaban de “comerciales”, y CBS, posiblemente, consideró que no le compensaba enfrentarse a tanto “notable” de los medios, así que nos abandonó a nuestra suerte (y los “Popes” vieron la ocasión de atacar a un “artista” de “internacional”, a los que normalmente ignoraban o se sometían, para demostrar su “independencia de criterio”). Para entonces los hermanos de Castro habían abandonado el grupo (formando Barón Rojo). 

Para el mundillo (magnificado) de la Movida Madrileña, el “rock español” – y yo entre ellos- era “el enemigo”. A mí se me ha llamado (despectivamente) “Dinosaurio del Rock… que no ha sabido evolucionar”… Eso en 1980, en plena efervescencia de la “Movida” (si ya era “dinosaurio” entonces, no sé lo que seré para ellos cuarenta años después). Afortunadamente, ni quedan muchos, ni cuentan mucho, más allá de la literatura “inflada” por algunos “Popes” (que ya eran Popes hace 40 años, pero a los que nadie se ha atrevido a llamar “Dinosaurios” de la Prensa y/o la Radio)

La ínclita Movida Madrileña tuvo un “marketing” espectacular, con un “slogan” imbatible: “Ellos tocan muy bien, pero son muy aburridos. Nosotros no sabemos tocar, pero somos muy divertidos”. Demoledor. Cuajó en la opinión pública. Y se pasó de lo de “Sexo, drogas y Rock and Roll” o “Haz el amor y no la guerra” a que los electrodomésticos se sublevaban o había que buscar el amor en Groenlandia, y textos de enjundias filosóficas parecidas.

“Nosotros” no tocábamos “tan bien” (los que no habían visto -u oído- a Rory Gallagher o Tommy Bolin, si veían alguien imitándoles les parecía Jimi Hendrix, pero, sobre todo, no éramos tan “aburridos” (nos pasábamos las actuaciones dando saltitos y haciendo “pasitos” como energúmenos: ¡Rock and Roll!).

La gran virtud de los “intelectuales” que crearon/impulsaron la Movida (que no aparecieron como protagonistas, pero “marioneteando” a “Zombies”, “Kaka de Luxe” y demás) fue re-crear la imagen de una España, hasta entonces, en blanco y negro, y que “ellos” llenaban de color. “En España no pasaba nada y, de pronto, todo era luz… conciertos y fiesta”.

Yo hasta entonces había visto en España conciertos de Ray Charles, Blood, Sweat & Tears, Queen, Frank Zappa, Genesis, King Crimson o Roxy Music, en grandes conciertos, y en pequeñas salas, como M&M Madrid, todas las semanas tenías a alguien como Soft Machine, Geordie, etc. En fin, blanco y negro.

En 1962 se inició un ciclo de conciertos de rock en el Circo Price de Madrid, con carteles de ocho y nueve grupos cada mañana del domingo; en 1968, Los Indonesios (grupo del que años más tarde formé parte) ganaron el Festival Internacional de Conjuntos Músico Vocales Ciudad de León:

“Déjala dormir , de Los Continentales; Ana María Lola , de Los Roberts; Corre, corre , de Álex y los Findes; Gitana , de Los Shakers, o Lady Jane , de Los Wikingos, son algunas de las canciones incluidas en el primer disco (3,95 euros) de la colección La historia de la música moderna en León”.

https://www.diariodeleon.es/articulo/cultura/leon-capital-mundo-ye-ye/20061214000000875511.html

En 1975 se celebró “Las 15 Horas de música pop y rock de Burgos” (llamado, por las “fuerzas vivas”: “el de La Cochambre”):

“(…) estaban representadas las tendencias que dominarían la segunda mitad de los 70: el jazz-rock catalán con grupos como Iceberg o la Companya Eléctrica Dharma; el rock urbano, de la mano de Burning; el heavy metal, con Storm; el rock andaluz, con Triana; y hasta los cantautores, con Hilario Camacho. (…) Eduardo Bort, Gualberto, John Campbell, Eva Rock, Alcatraz, Orquesta Mirasol, Tilburi, Falcons, Granada, Tartessos y Bloque.”

En 1978 se celebró, en la Plaza de Toros de Vistalegre, el “Rocktiembre” con Coz, Cucharada, Leño, Mad y Teddy Bautista (la película/testimonio se titula “Nos va la marcha”). Era un concierto organizado por los propios músicos/artistas (para promocionar el Sindicato SMM) y ofrecer a “SU” público un concierto en condiciones “dignas”. No recuerdo si alguno de los “Popes” mencionados en Wikipedia (sobre la Movida) hizo alguna promoción del concierto (probablemente ya nos les cuadraba en su programación, inmersos en sentar las bases del “futuro”, esto es, “La Movida”), pero sí doy fe de que, algunos, incitaron a su audiencia a “saltar las vallas”… porque “los conciertos eran muy caros”. Tuvo que intervenir la Policía. De los 16.000 asistentes, solo 1.000 pagaron la entrada.

FYI: El Ayuntamiento de Madrid va por la 40 edición de los Premios Rock Villa de Madrid.

En los 80 la tormenta mediática era para la “Movida”, pero los estadios, plazas de toros, los mercados de ganado y las plazas mayores de los pueblos los llenaban los rockeros (y las Orquestas – de las que nadie se acuerda).

Coz, en esa década, fue telonero de Police, Eric Burdon, Ian Dury y otros. En la Fiesta Anual del PCE tocamos para 80.000 personas. Ni una línea.

En los 80 se produce la “irresistible ascensión del Heavy español”… Obús, Panzer, Niagara, Saratoga… todos ellos en activo (o en su correspondiente “saga” o proyectos “derivados”, ahora) pero la “actualidad”, lo “noticiable” fue “La Movida”.

Cuarenta años después, ¿qué herencia dirías que nos ha dejado en lo musical y en lo social?

Pues, para mí, Movida, quizá, pero de “madrileña” poco. Los exponentes que quedan son una chica mejicana, Alaska, y un catalán, Loquillo, que a veces va de “rockabilly” y otras pretende ser Jacques Brel o Gilbert Bécaud.

La inclusión en la “Movida” de “Los Secretos” me parece oportunista. No entiendo que tiene este grupo de “contracultural” …si se acepta que la “Movida” lo era.

Asimismo, la inclusión de Radio Futura es “forzada” también, para mí, que compartí escenario con ellos antes de la “explosión”. En cualquier caso, su “líder”, Santiago Auserón, para mí el de mayor talento de todos los mencionados, va de música “cubana” /tradicional; lo que tampoco parece ser muy “contracultural”.

En fin, nada comparable a Manolo Tena, rockero y poeta de pro, Miguel Ríos, Joaquín Sabina, o Joan Manuel Serrat. Sería hasta irrespetuoso, tratándose de hablar sobre la “Movida”, mencionar a maestros como Paco de Lucía.

En lo “social”, fue (¿es?) una “modernez” consistente en olvidar reivindicaciones sociales (o espirituales) y cambiarlo por el nihilismo, la vacuidad, o el “viva el non-sense”. ¡Que Guay es todo!

En lo “positivo”, un director de cine admirado y respetado por el mundo, ganador de Oscar, que quizá, solo quizá, basa su obra en mostrar a los españoles como personajes marginales, esperpénticos, con lenguaje “suelto” y grosero (y no muy amplio) y mucho, mucho “vicio”.

¿Cómo era el ambiente que rodeaba a los músicos?, ¿cómo era la relación entre los tan diferentes grupos y artistas?

Los músicos “rockeros” gozaban del favor del público, aunque en algunos casos “notables”, entre ellos primaba la competencia. El músico suele ser “individualista”, poco “gremial” (quizá por eso no hemos tenido un “sindicato” que tuviese éxito, que fuese “eficaz”).

En cambio, hay que reconocer que los miembros, o los reconocidos como tales, de la “Movida”, aunque pudieran odiarse entre ellos, se comportaban como una “piña”. No eran muchos, pero todos iban a los conciertos de los otros (que tampoco eran muchos), y los apoyaban y/o los disfrutaban. Supongo que el “rechazo” de algunos estamentos de la sociedad les cohesionaba. Ahora habrán “envejecido” y, posiblemente, estarán integrados. No lo sé.

En el rock “español” sí he constatado un gran cambio de actitud entre los músicos. Quizá, solo quizá, el desinterés del “gran público” ha reforzado la solidaridad entre ellos. En mi caso, Coz cuenta con la generosa colaboración de más de 30 artistas, tanto en el disco “With a Little Help from my Friends” como en la “revisión” de “Suite del Diablo 2.0” que aún no se ha publicado.

¿Qué significaba triunfar en aquel momento? ¿Cómo se gestaba el éxito de un grupo y qué parte de ello dirías que le correspondía a las casas discográficas y a los medios de comunicación?

Contestar adecuadamente (y con precisión) a esa pregunta requeriría una “tesis doctoral” (y por alguien con más capacidad de síntesis que el que suscribe).

Intentaré poner las cosas en su sitio, que no es donde están (en mi “alocada” opinión):

-Casi todos los artistas, músicos y compositores que conozco creen que las compañías “discográficas” abusan de su posición dominante -lo que es cierto: el contrato standard de los artistas es del 6 % de las ventas  al mayorista (con innumerables “trampas para osos” que rebajan ese porcentaje  al mínimo – deducción por carpeta, deducción del 50 % en las ventas del extranjero, 50% si se vende en “low budget” (Y “cero” royalties en “saldos” y ejemplares “promocionales”), etc. Y todo eso sin capacidad efectiva de control de los ejemplares fabricados y “vendidos”. ·

En los contratos firmados antes del año 2000, no se ceden los derechos del “entorno digital” (porque no existía ese modo de explotación) pero las compañías sostienen que se los han cedido y, como no se ha establecido ningún royalty, liquidan lo que les parece de las “descargas”, habiendo pactado, con las “plataformas”, una contraprestación insignificante, de miseria o ridícula, para artistas y autores, y a cambio de ello, las compañías reciben cantidades “por el uso global” del repertorio, de las que el artista no recibe ni información, porque lo  han pactado en “undesclosure agreements” que incluyen también una participación en “acciones”.

Cuando esto no ocurre es porque el artista ha “crecido” lo suficiente para “renegociar” las condiciones del contrato.

-El abuso de posición dominante incluía generalmente la cesión “obligatoria” de los derechos de autor de las canciones grabadas a la “filial” editorial de la “discográfica” que, sin inversión alguna, y sin actividad “promocional”, recibía el 50 % de los derechos de autor cedidos por la vida del copyright (eternamente = hasta 70 años después de la muerte del autor en que, por ley, pasan a “dominio público”). 

Esta compra/chollo de derechos tan barata les permitía “negociar” el compartir los derechos de autor con las cadenas de radio “musicales” (el mejor ejemplo, “Los 40 Principales” /SER/Prisa, que impuso lo que se llamó “Impuesto revolucionario” -al margen de contratar campañas de “cuñas” publicitarias-) para “sonar” /ser radiado. Creado a imagen y semejanza del TOP Forthy USA, copiaron los métodos de la “Payola” -delito Federal en USA desde los 60, para frenar los métodos de las compañías independientes en los primeros tiempos del “Rock ‘n’ Roll”; mayoritariamente compañías controladas por la Mafia. Métodos copiados después por las “multinacionales” (las multas por “Payola” en USA en 2005/2006 ascienden a más de 37 millones de dólares – (Fuente: entre otras, Adrián Vogel, periodista y ex ejecutivo CBS/Sony, en su libro “Rock n Roll”, páginas 177 a 185 – Ediciones Alcal, S.A. 2018).

Es de justicia precisar que, en cambio, el papel de los editores ingleses y americanos ha sido dinamizador de la llamada industria musical, anticipándose y desarrollando artistas y repertorio antes que las “discográficas” (Tin Pan Alley (New York) y Denmark Street (London) son buenos ejemplos del pasado; el mejor ejemplo actual sería Martin Bandier, EMI /Sony, y su “currículum” en el desarrollo y promoción de grandes repertorios, autores, y artistas).

En España, la excepción que confirmaría la regla sería el caso del francés Alain Milhaud (Pop Tops, Canarios, entre otros).

La valoración de los “managers” es parecida, excepto en los casos de los “triunfadores” (Rosa Lagarrigue /Alejandro Sanz, Miguel Ángel Arenas “Capy” /Mecano, Berry /Serrat, etc.) que digo yo que agradecerán haber acabado millonarios a pesar de que también su manager se haya hecho millonario. Aunque hay casos que han terminado como “el Rosario de la Aurora” (Paco Lucena /Sabina, por ejemplo).

La valoración de los “ejecutivos” es mayoritariamente “negativa”, por culparles de decisiones que toma un equipo, donde mandan los que mandan, que tienen los intereses que tienen y procuran, porque no son “hermanitas de la caridad”, obtener beneficios (para eso se juegan su dinero) al margen de que apliquen sus particulares gustos.

El “Artista” suele culpar a los ejecutivos de cualquier “traspiés” de su carrera. Su “ego” habitualmente no le permite reconocer alguna deficiencia o error por su parte. A menudo suele olvidar que lo que intenta (triunfar, tener éxito) es algo muy difícil, que muchos pretenden y solo algunos consiguen; que lograr vivir haciendo lo que a uno le gusta no lo consigue más que un pequeño porcentaje de la Humanidad. El ejecutivo, por su parte, a menudo se embebe en su poder de decidir, tú sí, tú no y, a veces, toma los éxitos del artista como suyos propios. El “ejecutivo” lucido debería decirle al Artista al principio: “Tú y yo vamos a trabajar juntos para conseguir tu éxito; y nos llevaremos bien hasta que seas famoso, a partir de entonces empezarás a pensar que yo te estoy robando y que vivo, y muy bien, a tu costa”. Y debería asumir que eso va a ocurrir y empezar a desarrollar otro artista.

Dicho todo lo anterior, con todos sus defectos y “podredumbre”, la asociación de artistas, autores, compañías discográficas, editores, radio y prensa es la responsable de casi la totalidad de artistas famosos que conocemos; en sentido contrario es difícil encontrar un caso de un artista (musical) que haya salido de la “nada” y solito” haya conseguido la popularidad y el éxito. (El “futurible” ejemplar sería que Ravi Shankar sería un absoluto desconocido mundialmente (fuera del mundo clásico y folclórico y/o en la India) si no llega a suceder que George Harrison le incluye en el Concert for Bangla Desh, la compañía ve una oportunidad de negocio y, además, tiene que quedar bien con el Beatle… el manager ídem… y así se llega al éxito mundial.)

¿Cuál fue tu rincón favorito de Madrid en los 80?

Un “pub” llamado “Zappa” donde iban “rockeros como los de Leño, José Carlo Molina de ÑU y otros artistas… de la “familia”. Iba con frecuencia al “Morasol”, una sala en la que tocamos algunas veces y que en los 80 presentó conciertos excelentes, como Tina Turner y Joe Cocker (por cierto, que algunos críticos dijeron que el Ayuntamiento de Madrid contrataba lo que nadie quería (¿Dinosaurios?). Al año siguiente Joe Cocker ganaba un Oscar, y ya no había presupuesto para pagar el caché de Tina Turner, que ya solo hacía grandes conciertos).

¿Cómo se gestó SUITE del DIABLO? ¿Qué lo hace diferente de todos los demás trabajos publicados por COZ?

Es un álbum casi “conceptual” (odioso y desprestigiado calificativo) en el que el protagonista es un “diablo” enamoradizo y “buena gente”, el Rey Carmesí, un príncipe errante (quizá Belcebú, huyendo del triunvirato con Satanás y Lucifer) en busca de su amada, La Dama Blanca del Rio, hija de Gara, que se ha refugiado en un territorio tenido por mágico, al que llaman “El Bantigo”. Mi libro – multidisciplinar- titulado “La leyenda del Bantigo” está en ITunes:

https://itunes.apple.com/es/book/la-leyenda-del-bantigo/id888505394?mt=11

“Revuelta”, el álbum anterior contaba con Miguel Ángel López-Escámez, virtuoso guitarrista, de lo mejor mejor en España, y con Enrique Ballesteros, “legendario” batería (ÑU, Banzai, Blue Bar, Cráter, ETC.) y el gran Juan Olmos (líder, cantante, y compositor de Antigua) como productor y voz. Todos al servicio de un grupo “histórico”, tratando de hacer “historia”.

“Suite del Diablo” cuenta con un equipo “renovado”, con la incorporación de Snoopy (fundador de Banzai con Salvador Domínguez), Luis Garcés (Viga) en la batería, y el joven Dani Moreno, espectacular guitarrista, bajo la producción de un Juan Olmos que ya no quiere, ni queremos, mirar atrás, sino construir una historia de futuro… con una historia del pasado: El Bantigo.

¿Cómo se vive la industria musical desde dentro, desde cargos de relevancia con mucha responsabilidad? ¿En qué puntos dirías que se tocan, que coinciden, la mentalidad del músico y la mentalidad del editor, el director, el ejecutivo?

Es un reto, apasionante, pero un reto. Piensas que puedes ayudar a artistas a conseguir el éxito y evitarles un largo camino de sufrimientos; pero tienes que abstenerte de “modificar” su “esencia”. Puedes aconsejar, pero dejándole una salida para poder negarse a lo que podría considerar una imposición (lo que no resultaría, porque el artista es él, y no tú -aunque te gustaría, y pienses que sabes lo que habría que hacer-).

También sabes que no todo el mundo lo va a conseguir y que el engranaje de la industria desprecia, a veces, mucho talento, porque no se le ve “maduro” o porque la “tendencia” es otra; que la “Movida” de ese momento, a la que conviene plegarse para obtener mejores resultados más fácilmente, no acepta la propuesta de ese artista en ese momento. Tendrá que esperar y, si sobrevive, llegará su momento, cuando pase la “Movida”.

¿La música debe entretener, educar o denunciar?

La música debe, o debería, ser eso, simplemente “música”, y entenderse el significado de la palabra sin definición expresa. La “música” debería producir un impacto en los sentimientos, y ese milagro de la ceremonia de la comunicación. Si además entretiene, en el colmo de la locura “educa”, y/o sirve de vehículo de “denuncia”, bienvenida sea.

Los exégetas “culturetas” culpan al rock de “demasiado mensaje y demasiado masaje”. Un delicado equilibrio de “música” con mensaje y masaje lo querría para mí.

¿Cómo consideras que ha evolucionado la llamada libertad de expresión en las últimas décadas, especialmente en el ámbito artístico? Personalmente, ¿crees que es necesario autoimponerse límites, de forma o fondo, a la hora de crear?

No creo que grandes personajes, como Oscar Wilde, por ejemplo, se autoimpusiese algún tipo de censura, si no al revés, le gustaba la provocación “inteligente”. Y lo pagó caro. Si algo ha cambiado, sería, quizás, que ahora “provocar” resulta rentable, como “marketing”.

Creo que lo que llaman “el Sistema” pretende acallar las críticas y premiar a los “obedientes” domesticados. Pero los “críticos” no deberían de, por un lado, atacar al Sistema y, por otro, esperar que les colmen de privilegios (cosa que ocurre con frecuencia, porque “el sistema” premia a los “díscolos” siempre que les crean inofensivos al final, para parecer “modernos” y tolerantes).

¿Cuál es tu definición de Arte? ¿Y tu ideal de Belleza?

Otra pregunta “compleja”. Improvisaré una respuesta:

“Arte” pudiera ser el resultado de una expresión – en forma de “obra” de alguien – que incide positivamente en tus sentimientos:

  1. Porque te enseña algo que desconocías
  2. Porque te enseña algo que sabías y que, o bien lo habías olvidado, o no sabías que lo sabías.
  3. Porque la magia del creador hace que puedas creer ver movimiento en una estatua, amor y dolor, al mismo tiempo, en un cuadro, o encontrar el “Paraíso” en un determinado universo sonoro.

La “Belleza” es un compendio de reglas estéticas y morales formuladas en cada época de las diferentes civilizaciones que fluctúan con la llamada “Moda”. Así el ideal de belleza femenina puede cambiar de las mujeres pintadas por Rubens a la Bella Otero; o de Audrey Hepburn a Charlize Theron. Yo me apuntaría a esta última.

En otras “disciplinas”, en Arquitectura, por ejemplo, me quedo con los órdenes Dórico, Jónico y Corintio… Y entre ellos también me apunto al último.

¿Qué proyectos personales y profesionales tienes a corto, medio y largo plazo?

A corto plazo: Publicar “Suite del Diablo 2.0” y esperar a 2021 para volver a actuar con el grupo (si ello sigue siendo posible en la llamada “nueva normalidad” (¿?)).

A medio plazo: Terminar mi libro “La Farsa de la Rueda”, y componer el álbum soñado por un compositor… al final de su carrera.

A largo plazo: llegar a ese estado que llaman “serena felicidad” en el que por lo visto no tendrías necesidad de componer música y canciones… aunque quizá sea el estado en el que lo llegas hacer sin sufrir.

Terminamos con este bombardeo directo al corazón: 

–*¿Qué tres palabras te gustaría saber decir en todos los idiomas?

“Gracias”, “Plus-Ultra” y “Honor”. Si “Plus-Ultra” no contase como “palabra” sino como concepto, sustituirla por “Libertad” (aunque es una palabra “prostituida” que cada uno utiliza como arma arrojadiza contra otros).

–*¿Qué época histórica te hubiera gustado vivir? ¿A qué personaje histórico resucitarías?

Ambas preguntas están fuera de mi alcance. Estoy contento con la vida que he vivido con mis enormes imperfecciones, pero ayudado por la herencia de todos los que me han precedido. Hubiese sido un desastroso Alejandro Magno.

Como creo que uno no muere del todo hasta que se le olvida, “reviviría” (mediante la lectura y la imaginación) a Don Miguel de Cervantes, imaginando que ahora cabalga en Audi A4 en vez de Rocinante, pero mostrando al ser humano casi las mismas cosas, posiblemente porque no hemos cambiado tanto. Así que propondría releerlo para “revivirlo”.

–*¿Qué queda de tu yo adolescente?

La timidez, y el respeto a los mayores.

–*¿Con qué plato se conquista tu estómago? 

Cualquiera regado con un buen caldo, y en buena compañía. Un plato, por ejemplo, el “bacalao al Pilpil”, porque es una obra de arte que de un trozo de cartón (o casi) resulte algo tan exquisito (Vázquez Montalbán).

–*Comparte con nuestros lectores: a) un miedo; b) un vicio; c) una manía molesta; d) un buen consejo recibido.

-Miedo a la “barbarie”. Ejemplos: Aztecas devorando a niños tlaxcaltecas; Hutus vs Tutsis, los campos de concentración de los nazis, o los “gulags” de Stalin.

-Vicio: el buen vino. Si pudiera pagarlo, bebería Vega Sicilia siempre. La vulgar cerveza también es vicio… y la Mahou está a mi alcance.

-Mala costumbre: Opinar de todo, y no siempre sabiendo mucho sobre el asunto que se trate.

-Un buen consejo recibido: incluido en una canción de Manfred Mann Earth Band, basada en un poema de Christopher Logue:

“Be not too hard For life is short

and nothing is given to man.

Be not too hard

When he is sold and bought

And must manage as best he can.

Be not to hard

For soon he dies

Often no wiser than he began.

Be not too hard

For life Is short And nothing is given to man.” ― Christopher Logue.

–*Recomiéndales, por favor: a) tres artistas/grupos musicales de los 80; b) tres artistas/grupos musicales actuales; c) tres artistas plásticos; d) tres libros; e) tres canciones que conformen la BSO de tu vida.

a) Police / Peter Gabriel / Tom Petty;

b) Lady Gaga, Joe Bonamassa, Taylor Swift;

c) Lucio Muñoz, Juan Genovés, Eduardo Úrculo. Tres litografías que engalanan mi despacho;

d) “La conjura de los necios” (John Kennedy Toole), ”El ruido del tiempo” (Julian Barnes),“El ruido eterno” (Alex Ross);

e) “Cleaning Windows” (Van Morrison), Can’t Find My Way Home (Blind Faith / Steve Winwood), Mississippi (Bob Dylan).

–*Envíales un mensaje a las personas que más quieres, otro a tus seguidores y otro a tu futuro yo de 2030. ¡Muchas gracias por tu tiempo, querido Juan!

a) La distancia nos aleja, pero no nos separa. Siempre estoy contigo.

b) Tienes mejores ejemplos que seguir. Sigámoslos juntos.

c) “Don’t be too hard” (No seas muy duro contigo mismo). Lo hiciste bien, lo mejor que pudiste. Cometiste muchos errores, pero tomaste las decisiones pensando que eran la mejor opción.

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