
Saludos, queridas lectoras y queridos lectores. De nuevo estoy por aquí, en esta ocasión especialmente ilusionado por el álbum del que os vengo a hablar: Ghostpell’s Olga Kórbut, del andaluz Ghostpell. Personalmente, esperaba con tal ansia este disco que he preferido postergar esta reseña durante un tiempo para no ser víctima de mi propio hype, ya que el disco fue lanzado el 27 de febrero, si bien yo accedí a él unos días antes por ser poseedor de la edición en vinilo.
Antes de empezar a hablar del disco en sí, tengo que abordar el tema del diseño. Corre a cargo de Manu Adán y es simplemente maravilloso, la edición en vinilo es una joya. Inspirado en los Juegos Olímpicos de Múnich ’72, en los que Olga Kórbut llevó la gimnasia en barras asimétricas al siguiente nivel, concepto que Ghostpell toma como referencia para su propia revolución, pero de eso hablaremos más adelante.
El álbum consta de doce cortes contando intro, outro y un skit. La intro nos presenta tanto a Olga como al propio disco y sirve como punto de partida para la experiencia musical que es GOK. Y es que este disco es puro rap, y cuando digo puro quiero decir puro en el sentido más estricto. Me atrevería a decir sin miedo a equivocarme que en cuanto a técnica se refiere, este es el mejor álbum de rap que se ha editado nunca en nuestro país, y eso son hechos. Las estructuras y figuras retóricas de las que Ghostpell hace gala desde el primer al último minuto son sobresalientes. Todo regado con referencias que van desde la gastronomía al mundo del calzado, las drogas o el baloncesto hasta la cultura audiovisual, en especial la serie The Wire.
Si líricamente Ghostpell hace un trabajo impecable, la producción no se queda atrás. Todos los beats han sido producidos analógicamente por él mismo y van desde el jazz a sonidos más progresivos. Eso sí, no escucharéis ni un solo boombap en todo el álbum, ya que el propio Ghostpell dijo por Instagram que le parece un patrón que ofrece poca libertad cuando se rapea sobre él.
El disco culmina con un poema que sirve de outro, y en la primera escucha tuve la sensación de que el final, que a su vez es el final del disco, era un tanto abrupto. Sin embargo, escucha tras escucha he logrado apreciar este punto y final. Y es que si tengo que describir GOK brevemente diré que es un trabajo construido sobre una sólida base de amor y conocimientos a partes iguales. Me explico, ya que esta apreciación va más allá de lo meramente musical: poder seguir a través de sus redes sociales todo el proceso de impresión del disco físico, así como del resto del material, y el recibimiento del disco y las observaciones y explicaciones que el propio Ghostpell hacía, respondiendo preguntas y resolviendo dudas de sus oyentes, explicando los diversos procesos de creación del álbum… Realmente podías ver a una persona seria y comprometida con lo que tenía entre manos, pero que a su vez lo contaba todo con inmenso cariño y sin dejar de educar. Porque no vamos a engañarnos, somos rappers, la base de esta cultura es el aprendizaje y Ghostpell es un jodido pozo de sabiduría casi sin fondo. Si después de todo esto tengo que describirle con dos palabras, serían culto y meticuloso, y el disco da buena cuenta de ello.
Como conclusiones finales, una vez superada la euforia de las primeras vueltas y madurado durante aproximadamente mes y medio, ¿diría que GOK es el disco del año? Quizás es pronto para eso, pero tiene muchas papeletas. Como decía antes, me parece el mejor disco en castellano técnicamente hablando de todos los que he escuchado. ¿Entra en mi lista de diez discos favoritos en castellano? Sin dudarlo, y si le doy un par de vueltas seguramente entre en la de los cinco. Y es que este disco es una revolución. En este país tenemos grandísimos rappers, pero la técnica había sido siempre, con honrosas excepciones, nuestra asignatura pendiente. GOK ha llegado para llenar ese vacío, sentar el precedente de que algo así puede hacerse y espero que de paso incomodar a más de uno. Así que haceos un favor y dadle una escucha, pero una escucha en condiciones, tumbaos en el sofá, en la cama o donde podáis, dadle al play y cerrad los ojos. Si estáis aquí es porque os mola esta música y creedme que Ghostpell no os va a defraudar.
Un abrazo y nos leemos el mes que viene.
Mikel Alonso de Armiño es emperador del Rap
en Altavoz Cultural