
Cerezas y melocotones es una antología de relatos eróticos basada en las relaciones lésbicas que se engloba dentro del proyecto de Afrodisiacos de Clem.
Como comenté en el primer libro de la saga, ‘Papayas y Plátanos’, que podéis leer aquí ,”Clementine nos lleva relato a relato por historias muy vívidas, livianas y bien escritas”, en este segundo libro me reafirmo en mis palabras y cabe destacar que se nota una madurez en ella: este libro tiene una voz diferente, mucho más pausada y, sobre todo, mucho más realista.
Como he comentado al principio, es una antología de relatos lésbicos, maravillosa, por cierto, porque tiene un montón de variedad y sale del estereotipo de la película ‘La vida de Adèle’ (que si eres de mi generación fue de las primeras películas famosas que se hicieron sobre relaciones lésbicas y que después de casi diez años yo creo que le falta mensaje).
En la variedad está el gusto y es ahí donde triunfa Clem con este libro; me he sentido dentro de los relatos, casi podía tocar a las protagonistas y eso es difícil de conseguir.
Joder, tenéis que comprar el libro, porque merece la pena, porque esta súper bien escrito, porque es reconfortante apoyar a escritoras eróticas feministas como Clem, porque hace un trabajo brutal y porque se lo merece. Y porque a día de hoy he leído a pocas personas que puedan proyectar y transmitir tanto como Clem y eso es una fantasía.
Os dejo los enlaces a sus obras aquí:
https://www.clementinelips.com/
ENTREVISTA A CLEMENTINE LIPS
¿Por qué Cerezas y melocotones?, ¿por qué ahora? y ¿por qué su título?
Cerezas y melocotones surgió a la vez que Papayas y plátanos, en realidad. En un principio todos los relatos iban a ser parte del mismo libro, pero finalmente decidí que no porque tenía bastantes relatos, y pensé que era mejor idea dividirlo por orientación sexual para que cada cual eligiera el libro que más le interesara. El porqué más profundo de este libro es sencillamente que las relaciones lésbicas son también parte de mi sexualidad, pero una parte que había mantenido como secundaria durante mucho tiempo, de ahí que saliera más tarde. No tenía tantos relatos lésbicos como hetero, así que tenía que crear unos cuantos más para poder crear un libro con ellos, y, la verdad, me alegro, porque me ha dado la posibilidad de evolucionar y ofrecer un libro más reflexivo de lo que es Papayas y plátanos. Darme cuenta de esa prioridad que le daba a las relaciones hetero me ha hecho entender mejor como nos configura la sociedad en la heterosexualidad obligatoria y poder deconstruir esa parte de mí. Hay un atisbo de eso en la última historia de Cerezas y melocotones, donde la protagonista ha estado en un matrimonio hetero bastante decadente, y se da cuenta de que se cerró la puerta a una relación (lésbica) que podría haberle traído mucha más felicidad sin saber muy bien por qué. Es un tema que también saldrá de manera quizá algo más sutil en la novela en la que estoy trabajando actualmente.
Por qué ahora: bueno, nunca es mal momento para aumentar la cantidad de libros con protagonistas lesbianas. En cuanto al título, quería seguir con el eufemismo de las frutas porque creo que representa(ba) bien mi perspectiva más casual, alegre y despreocupada del sexo. Los títulos del estilo de «Átame», «Poséeme» y cosas así no van conmigo para nada. Las angustias del amor tóxico no me interesan.
¿Cómo ha sido su proceso de creación y qué podemos encontrar en su interior respecto de una inevitable comparación con Papayas y plátanos? ¿Qué diferencia ambas propuestas y qué las une en hermandad?
Empiezo con qué las une: son ambas antologías de relatos cortos (aunque los de Cerezas y melocotones son más largos) que giran en torno a una relación sexual X: puede ser un trío casual, sexo entre una pareja ya antigua, o un amorío improvisado entre dos desconocidas. Hay algo de introspección y un poco de drama a veces, pero la acción principal es el sexo. Vamos, que son libros no para reflexionar sobre la vida en profundidad, sino más bien para una sesión de masturbación (según me comentan es necesario tener el Satisfayer bien cerca cuando una se aventura entre las páginas de estos libros).
Lo que las diferencia es la madurez de mi escritura, creo. Me voy afianzando más en mi voz y mi estilo, y eso se nota. Además Cerezas y melocotones tiene más profundidad porque hay más reflexiones que trascienden el sexo, aunque como he dicho no son libros que realmente estén pensados para eso.
Además, las protagonistas del segundo libro de la colección son más redondas, porque en Papayas y plátanos no me permitía generar hombres con conflictos que pudiesen hacer saltar las alarmas de las lectoras, porque quería que el libro fuese un entorno seguro de fantasías para las lectoras. Lo cual se traducía en crear personajes que fuesen hombres «buenos» (perfectos, casi). Claro, eso les hace mucho más planos.
Todo esto son cosas de las que me he ido dando cuenta al escribir la segunda parte, ha sido un proceso de aprendizaje que me ha transformado profundamente.
¿Cómo es la Clementine Lips de hoy y cómo ha evolucionado a lo largo de estos años de escritura, lectura y formación?
Creo que escribir me ha hecho una persona que entiende mucho más los matices, que se mueve mucho en el gris y no tanto en las ideas blanco/negro. Eso me ha dado muchísima paz, y sigo usando la escritura para desarrollar mis ideas: ver hasta dónde las puedo llevar, si tienen fallos. Me sirve también para entender mejor a las personas y realmente integrar en mi mente que un error, una ceguera puntual en según qué temas, una falta de autoconocimiento, no es lo que te hace mala persona. Todos tenemos nuestros sesgos, aunque podemos evolucionar para dejarlos cada vez más atrás. Pero para eso hace falta información y escucha activa. En general, la escritura me ha hecho una persona más tranquila y más comprensiva con los demás.
En cuanto a la formación, me ha dado la posibilidad de mejorar el uso de las palabras en sí y de empezar a crear historias más complejas (novelas) porque antes la cantidad de trabajo que es eso me abrumaba. Además me genera bastante angustia porque siempre hay algo más que aprender y nunca llego a tiempo. También me ha dado la certeza de que quiero seguir por este camino porque realmente me apasiona aprender de escritura, de psicología y de feminismo.
¿Qué recorrido va a realizar Cerezas y melocotones en cuanto a presentaciones, entrevistas, saraos virtuales y/o presenciales y visibilidades varias?
Desgraciadamente, por una cuestión puramente de tiempo material, a este libro no le estoy pudiendo dedicar tanto tiempo de promo como me gustaría. Invito a cualquiera que esté interesada en el libro a que me contacte por email ( lipsclementine@gmail.com ) para que podamos acordar que se lo mande para una reseña en su blog, una entrevista, o para colgarlo en su web. En cuanto encuentro algo de tiempo contacto con webs, podcasts, etc. que tienen interés en libros (lésbicos), pero al tener dos trabajos + la escritura + la formación, la verdad es que voy con el agua al cuello y son pocas a las que he podido contactar. Por eso os doy las gracias de nuevo por darme esta oportunidad de exponer mi libro y darlo a conocer, y espero que a quien lea esta entrevista o la reseña que habéis hecho le llame la atención porque necesitamos que libros con sexualidades disidentes susciten interés y se lean por personas LGBTQ+, pero también por personas hetero.
Un comentario sobre “Cerezas y melocotones, Clementine Lips”