ENTREVISTA A ÁNGELES RAMÍREZ Y LAURA MIJARES

Bienvenidas, queridas Ángeles y Laura, a Altavoz Cultural. ¿Cómo valoráis vuestra obra Los feminismos ante el Islam después del tiempo transcurrido desde su publicación? ¿Qué es lo primero que os viene a la cabeza cuando os mencionan su título?

La obra se publicó el 8 de marzo de este año, lo cual nos alegró mucho por razones obvias. Hemos escrito este libro pensando que es necesaria una reflexión sobre el posicionamiento de los movimientos feministas con respecto a la cuestión de las mujeres musulmanas en general, y de las mujeres musulmanas con pañuelo, en particular. Si bien la opinión sobre estas cuestiones es muy clara entre el feminismo ilustrado, no lo es tanto entre los feminismos antirracistas o anticapitalistas. Nuestro objetivo era y sigue siendo contribuir a un debate pendiente que creemos absolutamente necesario y que propone reconsiderar ciertos lugares comunes desde los que se considera que todas las mujeres musulmanas, y especialmente las que llevan pañuelo, son sujetos sin agencia que necesitan ser salvadas. Nuestra propuesta es reconsiderar este “sentido común” desde una perspectiva feminista y antirracista. Somos conscientes de que tanto los movimientos feministas como los antirracistas tienen una gran sensibilidad por la diversidad de los feminismos, excepto cuando se trata de mujeres musulmanas, con cuyas vidas y militancias, en general, se siguen aplicando marcos que, en muchas ocasiones, podrían ser nombrados como neocoloniales.

¿Cómo fue su elaboración desde cero y a cuatro manos? ¿Qué podéis contarnos de su intuido vasto proceso de documentación?

La redacción de la mayor parte del libro la llevamos a cabo en pandemia y por ello, y contrariamente a lo esperado, con mucho más tiempo para reunirnos, ya que lo hacíamos de forma telemática. Así que lo hemos escrito literalmente a cuatro manos. Con respecto a la documentación, lo cierto es que llevamos muchos años trabajando sobre el tema, pues nos dedicamos a investigar y enseñar sobre ello. Es decir, aunque por supuesto hemos leído cosas nuevas, la mayor parte de la bibliografía ya la habíamos leído y trabajado en nuestras clases. Por ejemplo, muchas de las lecturas del libro son parte de la bibliografía de la asignatura “Género, islam y modernidad”, del Máster en Estudios Avanzados sobre Islam en la Sociedad Europea Contemporánea que se imparte en la Facultad de Filología de la UCM, o de “Género, cultura y equidad”, curso de Master de Antropología de Orientación Pública de la UAM, por no hablar de nuestros cursos de Grado en Estudios árabes y Antropología. Pero también nuestra reflexión se basa en una larga y diversa experiencia etnográfica en contextos arabo-musulmanes y del intercambio con nuestras maestras del área, de las que hemos aprendido y seguimos aprendiendo.

Al principio del libro dejáis claro que el uso de cualquier prenda que oculte alguna o todas las partes del cuerpo de la mujer es un sistema de opresión social y cultural. ¿Creéis que llegará un momento en el que desaparezca su uso según avance la sociedad?

Bueno, no decimos eso exactamente. Decimos que el uso de cualquier prenda, oculte o muestre el cuerpo, puede formar parte de un sistema de opresión social y cultural que afecta especialmente a las mujeres, sean musulmanas o no. Es decir, pensamos que la forma de vestir de las mujeres está mucho más controlada que la de los hombres, siempre. En cuanto a las mujeres musulmanas, su forma de vestir está sometida a un control especial, tanto en los contextos islámicos como en los occidentales. En los primeros puede implicar que se les prohíba salir a la calle sin cubrirse la cabeza, en los segundos, puede ocurrir lo contrario, que se les impida cubrirse. Por tanto, en el libro no analizamos la cuestión de la vestimenta en términos civilizatorios, tampoco pensamos que un tipo de prenda implique un mayor desarrollo social, como parece desprenderse de vuestra pregunta. Nuestro objetivo ha sido analizar por qué siempre y solo cuando se trata de mujeres musulmanas se piensa que existe el derecho a obligarles a vestir de una determinada manera. También queríamos mostrar que cuando vemos a mujeres musulmanas con pañuelo deducimos todo un sistema de opresión que damos por supuesto y que nos impide fijarnos en las prácticas racistas a las que, concretamente en los contextos occidentales, son sometidas muchas de las mujeres que llevan pañuelo hoy en día.

Es increíble que las prácticas de la poligamia y el repudio están presentes en todos los países menos en Túnez, según la tabla de la página 55. ¿Qué ha ocurrido a nivel estatal en Túnez para que se haya convertido en uno de los países más avanzados a este respecto? ¿Cómo es que no se ha contagiado su movimiento feminista en los demás países?

Quizás avanzado no sea un término adecuado para explicar toda la especificidad de los casos, porque implicaría que hay una norma o un modelo que se sitúa en una línea en la que a la izquierda quedaría lo atrasado y a la derecha, lo avanzado. Justamente negamos este esquema evolucionista, muy en boga hasta los años cincuenta, para realizar el análisis social. Hay muchos países en el mundo en los que las mujeres sufren diversas formas de desigualdad jurídica y violencias diversas.

Como explicamos en el libro, la mayor parte de los movimientos feministas en los contextos de mayoría islámica han centrado sus reivindicaciones en la lucha por la igualdad jurídica entre hombres y mujeres. En buena parte de ellos, los sistemas legislativos siguen manteniendo esa situación de desigualdad. En este contexto, efectivamente el caso de Túnez es particular y nosotras mismas nos preguntamos en el libro si no se trata de la “excepción feminista”. Explicamos que la deriva política tunecina que comienza en 1956 cuando el país accede a la independencia es particular, ya que el líder independentista y primer ministro Habib Bourguiba utiliza políticamente la cuestión de los derechos de las mujeres desde el inicio. En el libro hablamos de un feminismo “burguibiano” (en palabras de Bessis), determinado, por un lado, en un discurso centrado en la defensa de los valores familiares y, por otro, en un discurso liberador. Ahora diríamos un feminismo de estado. En cualquier caso, lo cierto es que en Túnez la promulgación en aquellos años de un nuevo Código del Estatuto Personal situaba a las mujeres tunecinas en un espacio con más derechos que en la mayoría de países árabes, pero también con más derechos que en otros países del sur de Europa como España. Por terminar y contestar a vuestra segunda pregunta, nos gustaría añadir que la construcción del papel de las mujeres en los diferentes estados árabes después de la descolonización tiene que ver con las relaciones de fuerza entre los distintos proyectos políticos. De ahí que, en este aspecto, la deriva transitada por cada país haya sido muy diferente.

En España vemos que el tema está presente, pero no tan candente como en otros países europeos. ¿Cómo creéis que se terminará regulando en nuestro país este tema en pleno auge de la ultraderecha?

No es que en España el tema no esté presente, es que aquí los feminismos no se han sentido directamente interpelados por esta cuestión y, por ello, el posicionamiento con respecto a la prohibición o no del pañuelo no es fundamental para su identidad. Es decir, los movimientos feministas en España o comparten en su mayor parte una posición pro prohibicionista o no tienen una postura clara y contundente contra la regulación. La pregunta no es tanto preguntarnos cómo creemos que se terminará regulando, sino por qué se piensa que es necesario regular cómo han de vestirse solo una parte de las mujeres en este país. El papel de la ultraderecha en este sentido es muy importante porque sabemos que su ideología es racista, machista y particularmente islamófoba. Sin embargo, pensamos también que ese “sentido común” sobre las personas musulmanas al que nos referíamos antes, está presente desde mucho antes de la irrupción de la extrema derecha. Creemos que la islamofobia no solo es estructural, sino que también es transversal al espectro político desde hace tiempo y que, por ello, muchos de los posicionamientos sobre el islam y las mujeres musulmanas son ampliamente compartidos.

Asimismo, ¿creéis que habrá cambios en las legislaciones de otros países europeos?

Si la derecha gana la batalla cultural, probablemente se sigan restringiendo derechos. Pero no solo para las musulmanas, sino para todas las mujeres. Lo primero que ha exigido Vox allá donde tiene representación en los gobiernos es la retirada de subvenciones a las asociaciones feministas y una de sus guerras es acabar con las leyes contra la violencia contra las mujeres. De modo que la respuesta es que sí, que en esta línea puede haber cambios si se baja la guardia.

¿Qué asociaciones feministas musulmanas deseáis darle a conocer como recomendación a nuestro público? ¿Qué debería hacer el feminismo español por las mujeres musulmanas?

Más que dar a conocer alguna asociación feminista musulmana en concreto, nos gustaría señalar que el movimiento feminista en España también está formado por mujeres feministas que además son musulmanas. Es decir, simplemente reconocer que se puede ser española, musulmana y feminista, como demuestran miles de mujeres diariamente. Por ello, no se trata tanto de una división entre un feminismo español y otro musulmán, sino entre un feminismo que no reconoce la diversidad y otro que sí lo hace, o que lleva a cabo un trabajo político de reflexión y activista para que así sea.

¿Cómo consideráis que han evolucionado a grandes rasgos los temas que tratáis en el libro después de los acontecimientos ocurridos en Afganistán?

En el libro dedicamos un pequeño espacio a Afganistán, concretamente en la segunda parte del primer capítulo. Lo hacemos porque nos parecía que Afganistán ejemplificaba perfectamente la puesta en marcha del llamado “feminacionalismo”; es decir, la implantación de empresas imperialistas y neoliberales mediante la utilización de la situación de las mujeres y la defensa de sus derechos. Nosotras en el libro nos referimos a esto como islamofobia de género, ya que consideramos que justamente el sistema es islamófobo porque considera que el islam siempre deja a las mujeres en una situación de indefensión de la que necesitan ser salvadas. En cualquier caso, los últimos acontecimientos en Afganistán son la consecuencia también y por supuesto entre otras cuestiones, de la ocupación norteamericana.

Da la sensación al leer vuestro libro que queremos equiparar el movimiento árabe al europeo en todo momento y, sin embargo, la mujer en ambos ámbitos no vive el mismo momento. ¿Por qué no se dan espacios al movimiento feminista árabe dentro de nuestros núcleos? ¿Por qué parece que no se está escuchando a las mujeres árabes? ¿Que está fallando?

De hecho, como decíamos antes, sí hay activistas feministas, musulmanas y/o de países de mayorías musulmanas, árabes y amaziges (bereberes) dentro y fuera del movimiento feminista autónomo. El movimiento feminista se nutre de mujeres muy diversas, y no todas están en condiciones en términos de tiempo o recursos, de poder participar en el activismo, de modo que hay trabajo por hacer por parte de todas.

Vosotras mismas decís que escribir este libro no es cerrar la discusión, sino seguir pensando en los dilemas que la construcción de la islamofobia y sexista de las mujeres musulmanas plantea al feminismo desde el feminismo. ¿Qué feedback os ha llegado de las lectoras en general?

Aunque creemos que todavía es pronto para calibrar el alcance del libro, sí que pensamos que quizás en algunos casos algunas personas han podido hacerse una idea sobre el libro que no responde a sus expectativas. En este sentido, es importante recordar que no se trata de un libro sobre feminismo islámico, ni un libro sobre el velo. Es un estudio en el que hemos intentado explicar cómo se posicionan los movimientos feministas en España sobre la cuestión de las mujeres musulmanas y cómo este posicionamiento ha estado mediado por el tema del velo y por la discusión sobre la necesidad o no de regularlo.

¿Qué próximos proyectos a corto y medio plazo tenéis entre manos? ¿Volveréis a la cuestión del Feminismo ligado al Islam?

La cuestión de los feminismos, las mujeres musulmanas y su interrelación con las políticas racistas es un tema que nos interesa muchísimo y sobre el que vamos a seguir trabajando con toda seguridad. Además, en diciembre de este mismo año 2021 he coordinado (Laura Mijares) un monográfico sobre Género, feminismos y revoluciones árabes diez años después, en la Revista de Estudios Internacionales Mediterráneos (REIM), de la Universidad Autónoma de Madrid. En este monográfico Ángeles y yo hemos escrito un artículo sobre “Feminismos populares en el Norte de África: las movilizaciones de mujeres y la Primavera Árabe en Marruecos”, en el que analizamos la emergencia, tras el 20F – la versión marroquí de las Primaveras Árabes –, de un “nuevo” modelo de activismo feminista. Como feministas, nos han de interesar todos los activismos de las mujeres, y ligados o no al islam, o al antirracismo, o al anticapitalismo, todos son necesarios para la reflexión y para la lucha.

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