El cuerpo deseado

La conversación pendiente entre feminismo y anticapacitismo

Andrea García-Santesmases

-Kaótica-

Tengo la suerte de poder contar con unxs amigxs que además de todo son editorxs, que me crean un hype libreril increíble, como es lo que pasó con este libro. Y mirad que saben lo que me gusta… y lo que me gusta me encanta.

Sé de primera mano que no ha habido libro de la editorial Kaótica que no tenga ultra manoseado, ni marcado, ni que no haya leído con entusiasmo porque, joder, qué locurón de editorial. ¿Qué os voy a contar que no sepáis?

El hype que le habían metido a este libro de Andrea García-Santesmases fue totalmente merecido, porque lo primero de todo es que es un libro que puede leer cualquier persona porque está escrito con un lenguaje muy sencillo, dentro del academicismo, y eso hace que si no estás acostumbrado a leer ese tipo de lenguaje se te pueda hacer un poco cuesta arriba, pero con este NO pasa, por lo tanto, animo a cualquier persona a la que le llame la atención este libro por el mensaje que pueda transmitir que no dude en hacerse con él.

Luego el libro tiene unos puntos muy potentes: lo primero que hay que decir es que está dividido en cinco partes: género, cuidados, violencia, sexualidad y la diferencia. Todas estas secciones tienen unas introducciones muy estimulantes, con unos ejemplos que en la mayoría de los casos seguramente te dejen un poco alucinado, pero que te harán engancharte al capítulo de una manera brutal. Además, es que no sabría cómo explicarlo: con este libro me ha pasado que me he quedado totalmente hipnotizada con la forma en la que Andrea nos presenta lo que quiere decir y aparte de hacernos reflexionar sobre los cinco temas centrales y que queramos más, lo bueno de este libro es que es necesario en todos los sentidos, por la temática, por el lenguaje, por lo que nos presenta. 

Era muy necesario que existieran este tipo de diálogos a día de hoy, que están tan en auge y que no dejan de ser prioritarios, porque, como dice Andrea en el epílogo, esta conversación no ha hecho más que empezar y nosotras queremos aún más.

Rut Alameda, directora de Altavoz Cultural