Bienvenida a Altavoz Cultural, Cassandra. ¿Cuándo y cómo te inicias en el mundo del arte? ¿Cuál fue ese punto de inflexión en el que decidiste apostar por una dedicación ligada al universo creativo?

Muchísimas gracias por proporcionarme este espacio y por contar conmigo.

Toda mi vida he estado relacionada con el mundo del arte y mi formación ha sido bastante global. En mi familia hay músicos, escritores, pintoras y bailarinas, así que desde siempre he tenido acceso tanto a la literatura como a la danza, la música y las artes plásticas.

Es difícil para mí señalar el momento en el que tomé la decisión, porque siempre me han gustado, aunque no tenía muy claro por cuál decantarme, ya que todas estas actividades exigen mucha dedicación.

Estudié diseño de moda y me especialicé en vestuario escénico e historia del vestido, danza de diversos estilos y me he dedicado profesionalmente a ambas cosas durante muchos años. Sin embargo, la escritura siempre ha tenido el lugar preferente en mi corazón.

Creo que el punto de inflexión real para mí ha sido el más reciente, en el que he decidido integrar todas las facetas.

¿Cómo descubriste la iniciativa de T.ERRORES: Las Metamorfosis y cómo fue tu trabajo dedicado a su ilustración? ¿Qué puedes contarnos acerca de su proceso de desarrollo hasta esa cubierta en versión final que tanto nos cautiva?

Descubrí T.Errores y Dentro del Monolito en su convocatoria anterior: En el bosque estás muerto. Me llamó muchísimo la atención porque me sentí identificada con el estilo de los textos del blog y quise participar ya entonces. Desafortunadamente, no se me ocurrió nada en aquel momento. Cuando vi la nueva convocatoria sentí que estaba hecha para mí. Me encanta La Metamorfosis de Kafka y además en las bases pedían “riesgo e innovación”. Mi relato Escamas de hielo azul estaba en el cajón y supe que T.Errores era el lugar perfecto.

Sobre la cubierta, la colaboración surgió de un modo muy orgánico: José Luis Pascual me dijo que estaba pensando ideas para la portada y me ofrecí a ayudarle. En realidad, me ofrecí sin nada planeado, salvo que siendo Las Metamorfosis y el centenario de Kafka tenía que aparecer él.

La composición fue apareciendo luego: recientemente había visto unas ilustraciones de Henry Keen, un ilustrador simbolista de finales del S.XIX, principios del S.XX y tenía la idea rondando de hacer algo inspirado en su obra y esto se mezcló con una de mis obras preferidas, que es El Grito de Edvard Munch. La mayoría de representaciones de Kafka parten de una de sus fotografías más famosas, por lo que siempre tiene un gesto relajado, a veces con cuerpo o sombra de insecto, pero yo lo imaginaba durante la transformación, ¿cuándo una metamorfosis no es dolorosa?

Hice unos cuantos bocetos intentando encajar todos los conceptos y se los mandé a José Luis junto con una muestra de un trabajo terminado diciendo: “te lo tienes que imaginar así”. Estoy muy agradecida por la enorme confianza que depositó en mí.

¿Cómo surge tu Escamas de hielo azul? ¿Qué has pretendido con su escritura?

Escamas de hielo azul surgió en 2018 y como muchos de mis escritos, a raíz de un sueño (o más bien, pesadilla). En él se mezclan recuerdos de lugares conocidos y situaciones reales con el filtro extraño del mundo onírico.

En un inicio, mi pretensión no fue más allá de transmitir la agonía de una transformación inexplicable. Muchas veces las metamorfosis en la narrativa ocurren por medio de magia y se centran en sus efectos posteriores, pero a mí me llamaba la atención el acontecimiento en sí, lo que sucede durante.

Hace un tiempo visité un mariposario en el que tenían expuestas crisálidas en plena eclosión y nos explicaron que la oruga se disolvía por completo en el interior de su capullo. Dejaba de ser, de existir, para recomponerse en un ser nuevo que era la misma oruga y a la vez, no. Esto me dio mucho para reflexionar, ¿sienten dolor en ese proceso? ¿Cómo sería vivir algo así en un humano?

Luego me surgieron otras lecturas de la metamorfosis como proceso: la transformación como viaje que te lleva a un punto completamente diferente del inicial y tras la que no se puede regresar, la resistencia al cambio y a no poder soportarlos y las experiencias personales que te transforman por completo hasta no reconocerte.

También es un juego de voces narrativas en la que el propio texto se va transformando y va cambiando de una persona a otra hasta pasar por las tres personas del singular aunque la narradora siempre es la misma.

¿Qué cuentos te han seducido como lectora especialmente, Cassandra? ¿Cómo sientes que se relaciona esta antología con el panorama literario actual?

Igual suena tópico, pero realmente he disfrutado muchísimo de la antología y de todos sus relatos. Ninguno de ellos me ha dejado indiferente por unos motivos u otros y me cuesta elegir favoritos, creo que José Luis ha hecho un trabajo espectacular de selección.

Es un conjunto muy interesante de voces, algunas más conocidas y otras más nuevas, en el que cada una aporta sus inquietudes. Además, está muy presente ese punto de riesgo y experimentación, lo que la convierte en algo todavía más especial.

Una de las cosas que más me gustan de leer antologías no es solo conocer voces nuevas, sino ver las distintas perspectivas sobre un mismo tema e incluso jugar a buscar la metamorfosis, los gustos, las fobias y terrores personales que ocultamos y que se nos cuelan entre las líneas.

Hablemos por favor de referentes en ambos sentidos: ¿qué artistas tienes en mente durante tu despliegue como guías o referencias y qué escritoras y escritores te sirven de brújula, de figura que contemplar y admirar?

¡Muchísimos! Me apasiona la historia del arte y tengo referencias de todo tipo. Tengo debilidad por los prerrafaelitas, el arte simbolista, el expresionismo, el surrealismo…He mencionado a Henry Keen y a Edvard Munch, pero tengo muchísimos referentes más como Remedios Varo, Leonora Carrington, John Anster Fitzgerald o H.R.Giger. También me encantan los códices iluminados medievales, el ukiyo-e japonés…

En cuanto a escritores, lo mismo, tengo infinidad de autores y autoras a los que admiro y no solo relacionados con la literatura de género: H.P. Lovecraft, Ángela Carter, Tanith Lee, Octavia Butler, Emilia Pardo Bazán, Vicente Blasco Ibáñez, Pearl S.Buck…

Tengo predilección por el folclore y las leyendas, los cuentos clásicos y por libros como Las mil y una noches o el Jin Ping Mei.

¿Qué es lo que más te satisface de los cuentos como género literario, tanto como escritora como desde la óptica de lectora?

El cuento es algo especial, porque es capaz de decir mucho pese a su brevedad. Aunque me gusta leer novelas, los relatos te permiten conocer distintos mundos en poco tiempo, así que como lecturas me gusta intercalar una novela y una antología (de paso, me sirve para conocer autores). Las interpretaciones que pueden surgir a raíz de un cuento son infinitas.

Como escritora, por un lado suponen un reto más grande de lo que parece, pues te obligan a condensar toda una historia en pocas palabras y es tan importante lo que dices como lo que no. Cuando estás inmersa en un proyecto más largo es una gran ayuda para la mente poder viajar de forma temporal a otro lugar y contar otras historias.

¿Qué próximos planes y proyectos tienes pensados para su trabajo a corto y medio plazo? ¿Podrías por favor dejarnos por aquí tus redes y canales de difusión?

¡Planes tengo miles! Ahora mismo estamos ultimando los detalles de una antología con la editorial Tinta Púrpura, de la que formo parte, y otros proyectos que surgirán pronto. Llevo mucho tiempo trabajando en mi primera novela y me gustaría que vea la luz en breve.

Estoy tomándomelo con calma porque es un proyecto complejo, de fantasía oscura, que trata sobre la mente, la locura, el mundo onírico y la ambición con influencias de obras importantes para mí como Las mil y una noches, La sirenita o El cascanueces y el rey de los ratones. A veces necesito dejarlo reposar y habitar en relatos una temporada.

También tengo varios proyectos relacionados con la ilustración con los que estoy muy ilusionada. Y, como siempre, continúo formándome en mis tres pasiones, porque nunca se deja de aprender.

Podéis encontrarme en Instagram como @cassandraripoll y en X como @CassRipoll. No soy la persona más activa en redes del mundo, ¡pero si me escribís os leeré con gusto! 

Deja un comentario