Quien en algún momento haya vivido alguna separación de algún tipo se sentirá un 30% identificado, pero si lo has hecho con hijxs de por medio, es tu película.
Es importante saber que vas a sentir tristeza y una rabia muy importante cuando la veas. Te advierto que es cruda en el sentido más sentimental de la palabra.
‘Historia de un matrimonio’ cuenta la vida de un director de teatro, Charlie, y su mujer, actriz de teatro, Nicole. Ambos están en un punto muerto en su relación, la cual, después de años, se ha ido deteriorando, y empiezan los trámites para una separación que sacará lo peor de sus personas y lucharán por hacerlo del todo bien para su hijo.
En esta historia cabe destacar varios puntos: hay engaños, gritos de rabia, unos gritos más silenciosos por una libertad coartada por un matrimonio fallido y amor, porque en esta historia hay dos tipos de amor: el amor en común por su hijo y el amor caduco de los protagonistas, que, aunque se estén separando, existe.
Siempre escuchamos que en un divorcio con hijos lo más importante es la felicidad y estabilidad de los mismos, pero siempre hemos visto (y en esta película es algo constante) el egoísmo de unos padres por ganar la batalla que supone un divorcio, con sus repartos de casa, dinero y horas con los hijos. Se ve claro el papel de los abogados, que parece que, en vez de ayudar, empeoran la situación.
También debemos destacar la parte técnica de la película: no me esperaba unos planos y unos juegos de color tan marcados (para ser una producción de Netflix y después de las chapuzas que ha hecho la plataforma). Me encantó el trabajo de los actores, donde se ve a una Scarlett Johansson en un papel en el que parece cómoda y en el que se desenvuelve que da gusto y a un Adam Driver en un papel muy diferente a lo que estamos acostumbrados y que ha bordado.
Así que, si queréis ver una película de Netflix que vale la pena, que se te mete en los huesos y que a nivel técnico es una maravilla, es la película que debéis ver antes de que acabe este año.
Altavoz Cultural 