
¿Quién es Andreu Casanova?
Una persona sencilla que cuando acaba las actuaciones se va a casa a ver Netflix, jeje.
¿Qué tres momentos o experiencias vitales dirías que han forjado principalmente tu personalidad, tu carácter?
Compartir mi infancia con mis hermanos. Estudiar hostelería. Hacer monólogos y teatro de improvisación.
¿Qué relación existe entre tu formación académico-profesional y tu profesión actual?
El trato directo con la gente. Estudié hostelería tres años y trabajé nueve. En sala. Cada día hablaba y hablaba con muchísima gente. Cuando combiné las dos profesiones, al principio, probaba bromas con los clientes.
¿Qué grado de autodidactismo ha tejido tu carrera como profesional del humor?
Bastante. Y en concreto en el ámbito del monólogo lo más significativo para avanzar y afianzarte es subirte todas las veces que puedas a un escenario. Cuando empezaba, si cada semana podía subirme seis veces a actuar, lo hacía. No me conformaba con una. Así sí que notaba avances significativos. En los demás ámbitos, como es la improvisación o el guión, he hecho varios cursos y talleres, pero al final lo que importa es el callo. No hay más.
¿Qué referentes has tenido a lo largo de tu carrera?
Crecí con los late night de Buenafuente y todos los personajes que han desfilado por sus programas. Escuchaba mucho a Gomaespuma también. Y “martes y trece”, ahora que lo pienso. Mi hermano y yo los imitábamos bastante de pequeños, jejeje.
¿Qué tres cualidades principales consideras que debe tener todo buen humorista?
Empatía, saber escuchar al público y hacer gracia, jiji.

Existe una constante en tu trayectoria que tiene que ver con el erotismo, el sexo y las relaciones personales. ¿A qué se debe? ¿Cuánto autobiografismo hay en las historias que desarrollas y cuánta crítica, parodia o sátira hay hacia la sociedad y su manera de entender estos temas?
¡Parodia, mucha! Muchas son autobiográficas, es cierto. Siempre prefiero escribir desde la verdad, aunque eso no quita que muchas locuras que cuento a veces también sean producto de mi imaginación. Supongo que eso es lo bueno también: la gente al final no sabe discernir y duda todo el rato de si eso será verdad o no, a veces hasta dudo yo…jeje.
¿Cómo fue el proceso creativo de Mi primera vez y de Soltero a los 30, teniendo en cuenta todo lo que suponen los primeros grandes pasos? ¿Qué conservas de aquel Andreu y qué has desechado?
Pues los recuerdo con mucho cariño. Fueron mis primeros espectáculos. Recuerdo mucho ensayo y error. Al final es ir afinando y, sobre todo, no desistir nunca.
¿Qué sabor te deja revivir -visionando, recordando o comentando- años después el éxito de 50 Sombras de Andreu? ¿Cómo se gestó su igualmente aplaudidísima segunda parte y cuál fue el secreto de ese mantenimiento de éxito en cuanto a metodología y propuesta final?
Con mucho cariño también. Fue una época muy bonita y el show en sí lo recuerdo con muchísimo cariño. Todo el equipo, los teatros en los que estuvimos…además el tema a la gente le encantaba. Los fans de Grey querían más material y yo se lo daba en forma de monólogo. Y los detractores, que también había, querían venir a ver como le daba caña al Grey, jiji.
Así como 50 Sombras de Andreu (1ª y 2ª parte) pone su foco de inspiración en la saga literaria y cinematográfica de temática erótica más relevante de nuestro tiempo, Tinder Sorpresa trata la rabiosa actualidad de las apps para ligar y todas sus aristas. ¿Cuándo decides afrontar este reto y cuál es el late motiv que hay detrás del espectáculo? ¿Hasta dónde esperas llegar con él ahora que retomas su gira por diferentes ciudades?
El late motiv básicamente es que me sentía cómodo hablando de esos temas. Y además son temas muy actuales, ya que todo el mundo ha oído hablar de Tinder o ha estado en dicha app. Llegaremos adonde se pueda, jaja. Me encanta poder girar con los shows por todo el país. Es una experiencia muy bonita poder llevar tus creaciones a diferentes teatros de España y a todo tipo de público.

¿Qué opinión te merece la irrupción de la tecnología, el universo virtual y las nuevas relaciones sociales como herramienta «material» para crear humor y como tema, objeto, sobre el que elaborar humor?
Es algo contra lo que no se puede luchar. Te guste, o no creo que nos hemos de adaptar. El mundo virtual puede usarse como herramienta para llegar a más gente.
¿Cómo valoras el panorama actual del formato Stand Up, del monólogo y la actuación a pie de público? ¿Cuánta cabida le das a la improvisación y qué es lo que más te satisface del ámbito teatral?
Actualmente creo que es una disciplina muy valorada. Es algo que nunca ha perdido comba. Seguramente incluso ha habido picos más altos de adeptos, por ejemplo, cuando hacen temporada del club de la comedia en la tele, seguro que se nota más afluencia de gente en los teatros. Pero en general a la gente le gusta verlos. Para mí la improvisación es algo que nunca puede faltar en mis espectáculos y actuaciones. Me dan la vida, también es verdad, si no sería muy aburrido para mí siempre decir el mismo texto coma por coma, punto por punto.
¿Cómo os lleváis los artistas del humor entre vosotros? ¿Qué debe tener un humorista para que te mueva a trabajar, colaborar con él en algún proyecto?
Pues supongo que bien, pero vaya, seguro que los hay que no se llevan bien, ¿no? Como en todos los trabajos, jeje. Pues que me haga gracia, que sea creativo y en general que me aporte cosas nuevas en mi manera de trabajar y en mi visión en general. O simplemente que seamos amigos y me apetezca currar con esa persona.
¿Qué rasgos, características o elementos dirías que constituyen típicamente «nuestro humor español», en contraste con el que se desarrolla en otros lugares?
En España somos de hablar mal, nos gustan mucho los tacos y la palabra soez. Somos muy de sexo y de reventar tabúes.
¿Cómo consideras que ha evolucionado la llamada libertad de expresión en los últimos tiempos, especialmente en el ámbito cómico/humorístico? Personalmente, ¿crees que es necesario autoimponerse límites, de forma o fondo, a la hora de hacer humor?
El tema de los límites del humor es muy complejo, ciertamente. Yo creo que se puede o se debe hacer humor de todo. Sí es cierto que hay veces que el “humor” es tan faltón que deja de hacer gracia y, por ende, de ser humor. El límite solo se lo puede poner el que lo hace. Aunque, insisto, creo que algo si se pasa de frenada deja de ser humor. También digo que no estoy seguro de si lo que digo tiene sentido o no, jajajaj. Dudo mucho hasta de mis palabras. Es un tema que da para hablar mucho.
¿Cuál es tu definición de Arte?
Todo aquello que te remueva por dentro, sin atentar contra la moral de las personas.
¿Y tu ideal de Belleza?
Un plato de huevos fritos cuando tienes hambre.
¿Qué proyectos personales y profesionales tienes a corto, medio y largo plazo?
Nuevo show, que aún tengo que definir sobre qué, jeje. Y unos proyectos de guión que ya iré comentando.

Terminamos con este bombardeo directo al corazón:
–*¿Qué tres palabras te gustaría saber decir en todos los idiomas?
Gracias, Por favor y Beso.
–*¿Qué época histórica te hubiera gustado vivir? ¿A qué personaje histórico resucitarías?
Romana. Leonardo Da Vinci.
–*¿Con qué plato se conquista tu estómago? ¿Con cuál se le disgusta?
Paella y pescado al horno y sushi y una buena ensalada…vaya, hay muchas posibilidades de conquistarme… Me disgustan pocos, la verdad.
–*¿En qué o en quién crees?
En hacer el bien.
–*Comparte con nuestros lectores: a) un miedo; b) un vicio; c) una manía molesta; d) un buen consejo recibido.
a) a perder mi esencia. b) leer. Y ver a mis amigos. c) A veces llego tarde a los sitios. d) Suponer es la base del error.
–*Recomiéndales, por favor, tres humoristas hispanohablantes actuales.
Berto Romero, Javier Cansado y Pablo Ibarburu.
–*Envíales un mensaje a las personas que más quieres, otro a tus seguidores y otro a tu futuro yo de 2030. ¡Muchas gracias por tu tiempo, querido Andreu!
Mensaje para todos: Quereros mucho a vosotr@s y después a los demás. Reid y disfrutad de las pequeñas cosas. Ah, y comed la ensalada con cuchara, es el futuro.
