En la bandera de la Libertad bordé el amor más grande de mi vida”

-Federico García Lorca

        La Literatura es el arte de la palabra que narra, documenta, revive, atestigua y perpetúa el alma y todo lo que contiene. Lo que hemos sido, lo que no nos dejaron ser, lo que podemos seguir siendo y lo que nunca seremos. La Guerra Civil española, la postguerra y el régimen franquista marcaron a fuego el siglo XX en nuestras vidas. Las diferentes generaciones que han heredado una conciencia de aquellos cuarenta años se extienden hasta nuestros tiempos, pues el dolor, la rabia, la injusticia y la ausencia no tienen fecha de caducidad, mucho menos de cura.

La Memoria Histórica es uno de los más relevantes factores confeccionadores de naturaleza humana. De dónde venimos, cómo éramos, por qué nos encontramos con el mundo que nos encontramos -por qué este es aquí y ahora nuestro contexto sociocultural-. La ruptura de la continuidad vital por culpa de una calamidad biológica o de un enfrentamiento militar entierra familias, hermanos de otras madres, héroes y víctimas. 

Desde Altavoz Cultural deseamos, desde el máximo respeto y la máxima humildad, rendir nuestro particular homenaje a todos esos nombres tachados, borrados, perdidos. Deseamos exponer algunas de las maravillosas aportaciones que desde la Literatura han servido para esclarecer, limpiar, bruñir y desinfectar una época negra de nuestra historia.

17/07/2020 Trabajos de exhumación de la fosa común de Pico Reja, ubicada en el cementerio de San Fernando. En Sevilla (Andalucía, España), a 17 de junio de 2020. POLITICA María José López – Europa Press

La Ley de Memoria Histórica se instaura en España el 27 de Diciembre de 2007 con el objetivo de asistir mediante derechos y medidas a aquellas personas que sufrieron persecución y/o violencia durante la Guerra Civil española. Su punto de encuentro más común atañe a la búsqueda de identidad, reconocimiento y verdad en torno a aquellos seres queridos desaparecidos durante el conflicto bélico. Paralelamente, se pretende restaurar la imagen pública de quienes habían sido acallados durante el régimen franquista, desterrados al olvido y despojados de futuro.

El pueblo siempre ha localizado en sus referentes una esperanza de sublimación, de sentido vital y refugio. La exploración de sus biografías ha intensificado la relación entre genio y receptor, entre pieza y párpado. 

https://altavozcultural.com/2020/10/06/parpado-de-valeria-navarro/

La lista de grandes personalidades del arte y la cultura que se vieron arrastradas por la terrible página negra está manchada de dolor e incertidumbre. Fueron muchos los autores mancillados por las circunstancias; fueron muchos los prodigios truncados, arrebatados de nuestras manos lectoras, ensombrecidos por un gigante de plomo y barro. Sus homenajes llevan también hoy implícita una lucha permanente, incansable, de rendición improbable y ejemplo gratificante.

Nunca exenta de controversia, la Literatura destinada a la visibilización de hechos históricos -más si cabe cuando nos referimos a conflictos armados, ideológicos y altamente sensibles- es un conglomerado de subjetividad y hallazgo. A diferencia de otras etapas de la historia de la Literatura, aquella que comprende las décadas a las que dirigimos ahora nuestra memoria combate una fuerte carga de censura, volatilidad, troceamiento y falta de brújula en la inmensidad de su devastador tiempo.  

La Literatura se bifurca en estas coordenadas en dos canales de aportación histórica: Literatura de Guerra Civil y Literatura sobre Guerra Civil; el durante y el después, la primera persona y la voz observadora. En el primer caso suele ser necesaria la arqueología intelectual, el ejercicio de excavación y desentierro de descatalogados, lejanos o defectuosos impresos, enderezamiento de interpretaciones partidistas y anclaje cronológico de los tesoros. 

La Literatura sobre Guerra Civil, por su parte, plantea un discurso más próximo a nuestros registros lingüísticos, a nuestro imaginario y a nuestra perspectiva temporal. La ficción y la no ficción, el anecdotario, la fábula y el autobiografismo -parcial o total- se bañan en las mismas aguas que impregnan los tinteros de consagrados, punteros, enemigos de la zona de confort y lo esperablemente correcto. La lista de títulos es inabarcable y el rigor y la habilidad estilística confluyen en una serie de inolvidables pasos hacia el descubrimiento, la rehabilitación sinestésica y el reencuentro con las sombras de lugares comunes.

Riña de gatos, de Eduardo Mendoza -Premio Planeta 2010- y El tiempo entre costuras, de María Dueñas -“televisada” en formato serie- son excelsos ejemplos -tan dispares en tono- de contextualización de los años 30 y 40, así como del desarrollo de las dispersas aristas que saltarían como espinas a la cara durante los siguientes lustros. Dos plumas de talla mundial imprimen su sello en un legado cultural de valor incalculable. 

Las crónicas, los documentales escritos, las cartas y los diarios cubren un primer nivel de testimonio que cabalga entre la oralidad y su ausencia de filtro y los cimientos de los estudios historiográficos más ambiciosos. Su talante es llano, noble, purísimo. El recorrido hacia atrás es largo y pesado, requiere de señales de humo que nos faciliten la luz. La generosidad de todas las almas que han invertido su tiempo en ser guías, antorchas y megáfonos constituye el mayor acto de amor que puede recoger un lienzo.

Agustín de Foxá –Madrid, de corte a checa– y Tomás Borrás –Checas de Madrid– son dos de las figuras más impactantes de la Literatura de la época. La versatilidad de sus firmas recoge géneros y modelos que respetan en todo momento los principios que sostienen sus convicciones acerca de su visión de la realidad que les enmarcó. 

http://dbe.rah.es/biografias/9839/agustin-de-foxa-y-torroba

http://dbe.rah.es/biografias/9011/tomas-borras-bermejo

Guillermo Escolar (anterior Escolar y Mayo) posee en sus años de magnífica labor una colección de Literatura y Guerra Civil. Nombres de la primera fila filológica, entre los que mencionamos a Emilio Peral Vega y Álvaro López Fernández, prestan sus trayectorias investigadoras al concienzudo desentrañamiento de aquello que ocurrió y no se supo, no se quiso o no se pudo contar. Algunos de los títulos que integran esta hermosa recopilación artesanal son Guerra viva, El Unity Theatre y la Guerra Civil española, Nueve meses con los rojos en Madrid.

https://www.guillermoescolareditor.com/coleccion/coleccion-de-ejemplo/

Las diferentes esferas culturales han dirigido muchos esfuerzos en la elaboración de tertulias, talleres, seminarios, incluso certámenes -como el que se presenta este mismo mes de diciembre en Altavoz Cultural-. La agrupación de voces autorizadas ha dado paso a la espontánea creación de espacios de memoria en los que la comunicación alcanza una nueva cima. 

Bala Perdida incluye entre sus más destacadas propuestas editoriales la emocionante Nietas de la memoria, reunión de diez relatos que narran las vidas de diez mujeres anónimas para el ojo escrutador del tiempo arbitrario y heroínas para los portadores de sus lazos afectivos. La editorial de Lorena Carbajo apuesta por esta colección de voces de calado portentoso y bellísimo resultado. La iniciativa, como pueden adivinar, no nació en la obra per se, como tampoco se ha detenido en ella. Busquen y hallarán.

https://nietasdelamemoria.com/

Primerísimos nombres de nuestra Literatura actual han participado de la ampliación del conocimiento colectivo mediante sus obras, sus conferencias, sus artículos de opinión y sus ultimísimos mensajes en redes sociales. Pérez-Reverte, con motivo de su publicación La Guerra Civil contada a los jóvenes, expresaba así sus consideraciones sobre la cuestión de la Memoria Histórica:

https://www.publico.es/politica/perez-reverte-sacar-muertos-cunetas.html

Almudena Grandes, autora de los Episodios de una guerra interminable, aportaba su punto de vista al respecto en esta entrevista: 

https://www.elespanol.com/cultura/libros/20170913/246475789_0.html

Editoriales como Tréveris, Virus o Utopía Libros, entre muchas otras y cada vez más, amparan en sus estanterías el sentimiento de reivindicación, el recordatorio de los caídos y las cicatrices del pasado en los ojos de la lectura crítica, lúcida y desnuda. La expansión material de la que hablamos responde igualmente a otras hechuras, a otros códigos, a otros instrumentos.

En esos márgenes ampliados encontramos enfoques y perspectivas que tienen que ver con un viraje de la óptica y una renovación del formato. Dos propuestas que representan perfectamente ambos angulares son El cómic como recuperación de la memoria histórica en España, de Irene Durá Bonora, y la contundente obra de Nicolás Salas:

La memoria es tan única como el alma: cada individuo la guardamos con nuestra conciencia, la alimentamos con nuestros intereses y la mantenemos con nuestra selectiva secuencia de imágenes que, felices o infelices, conforman el álbum de recortes que completamos a lo largo de nuestra vida. Lo más parecido que tenemos al alma, a la memoria, es el arte. Así pues, leamos como si fueran a prohibir los libros.

Bibliografía relevante:

https://core.ac.uk/download/pdf/75994548.pdf

http://www.pensamientocritico.org/primera-epoca/pacdob0911.htm 

https://rebelion.org/memoria-historica-y-literatura/ 

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