He votado más en 4 años
que mi padre en toda su vida.
Y es que caben 5 años impares
en cada década
pero sólo dos de los 70
pudieron cantar sin permiso.
A pesar de todo,
sigue sonando Radio Futura en las cafeterías
porque cualquier letra de los 80 sabe
que no hay madera para tantos
aunque veamos roedores mascando Cristos
sin descanso de clavo.
Todavía hay señoras con flores en la boca
esperando el jazmín de su cartilla bancaria.
Hay cuadros en las faldas
y museos en las calles.
Y ruinas
odiando el tiempo.
Vale lo mismo
el rock en vida
que el pulgar de quien saluda
por miedo a la uña larga.
Anular tenemos todos
pero el solo sigue siendo de guitarra.
Hay desahucios en litronas
y huelgas en los ojos de muchos bancos.
Hay museos en las calles, sí:
litronas vacías sobre banco hueco.
Pero seguimos con los brazos como higueras
y las manos como platos con rayos de balcón.
He votado más en 4 años
que mi padre en toda su vida.
Pero en tiempos de crisis,
hay más giro en las vocales del grito
que en el piano con miedo a un quinto sin ascensor.
En tiempos de crisis,
siempre se juega al parchís.
Qué pena que, con este viento,
ninguna ficha sepa volver a casa.
Sabemos que de la tijera
se encarga el gobierno
y que la suerte siempre fue más
de la piedra
que del papel.
Pero viento, rayo y pestañas
como única salida
del párpado.
Valeria Navarro
2 comentarios sobre “Párpado de Valeria Navarro”