
Bienvenida, querida Paula, a Altavoz Cultural. Es el momento de que te presentes a nuestros lectores utilizando tres versos de otros tantos poemas que hayas escrito. Por favor, adelante.
¡Hola, es un placer estar aquí por fin!
Creo que estos versos que escribí tras leer a Vivian Gornick pueden definir al menos mi poética:
“soy viuda porque nunca he tenido marido
soy huérfana porque mis padres viven
soy madre porque no tengo un hijo, no soy madre porque la matriz se me cae a cachos .”
¿Qué camino sigue la Paula ajena a la escritura hasta convertirse en la Paula autora de obras publicadas? ¿Qué leías con 15-16 años, qué has estudiado y qué fue lo primero que escribiste siendo consciente de que querías mostrarlo?
Siendo sincera no sé bien cuándo se gestó una Paula-autora y se terminó de separar del yo normal, escribía a veces para expresar cosas que no sabía o no me atrevía a decir a la gente. Siempre me ha gustado leer, pero nunca he leído mucho, hasta los quince años no recuerdo leer por gusto en mi tiempo libre, ahí empecé a leer autores como Dan Wells, Zoran Drvenkar o Mathias Malzieu por lo que buscaba en mí misma, buscaba sentimientos buenos y malos que poder entender y, bueno, como cualquier niña de 15-16, era un poco intensa: hablo de leer libros sobre un adolescente con sociopatía o de un asesino bastante explícito y sobre el amor en diferentes formas; más adelante tuve una fase de leer a Dostoievski y Schopenhauer, a Marx… y mucho manga, Inio Asano es uno de mis autores-obsesión.
Ahora estoy estudiando psicología después de haber dado algunos bandazos por aquí y allá; en lo referente a escribir es muy complicado, el verano antes de cumplir 17 años empecé a escribir y publicar cosas en un blog, esos poemas y algo más es Тоcка, la intraducible palabra rusa, mi primer libro.
¿Cómo se gestó, desde sus impulsos creativos y su sospechado autobiografismo hasta su materialización final, Lítost o fluir… (Niña Loba, 2020)?
Lítost nació tras juntar un par de manuscritos sueltos tras mi primer rechazo editorial, antes era Saudade, que fluyó hasta otro idioma y otros sentimientos y acabó siendo Lítost. Terminó de cuajarse con la muerte de mi abuela, recaídas de salud mental y tras matricularme en la universidad, todas esas cosas malas y buenas acabaron juntándose; de ahí además viene la parte de fluir, de un término psicológico usado en la rama motivacional.
¿Qué caras de tu poética dejas, voluntaria o involuntariamente, fuera de la obra? Es decir: ¿Lítost o fluir… es una especie de reunión de todas tus formas poéticas en contenido y continente o hay algo que no encontraremos en sus páginas?
La Paula de 2019 que terminó de escribir Lítost o fluir… diría que era toda su poética y toda ella.
La Paula de 2021 que sigue escribiendo diría que hay otras partes que ha descubierto poco a poco y que para ese momento se quedaron fuera, al menos en parte. Sigo escribiendo de los mismos temas, pero no de la misma manera, yo evoluciono y maduro y de la misma forma lo hace mi poesía y lo que la caracteriza.
¿Consideras que la poesía debe entretener, emocionar, educar o reivindicar? ¿Crees que se puede aprender a escribir poesía como tal o dirías que requiere de un cierto innatismo?
La poesía puede hacer todo y quizá debería hacer todo esto, es literatura y por eso creo que entretener y emocionar son partes básicas, un poco por esta condición de literatura puede educar y quizá también unida a la educación está la reivindicación. Digamos que todo puede entrelazarse.
Respecto a innato vs. aprendido… Bueno, todo se puede aprender, eso es lo que todos los artistas dicen, que la práctica es lo que hace al buen escritor, ilustrador, fotógrafo… Y estoy de acuerdo en eso, pero siempre defiendo que hay gente con talento innato, es decir, son capaces de lo mismo o más con menos práctica, pero jamás negaré el aprendizaje y la práctica.
La poesía no es menos en este aspecto, con lecturas y práctica se puede llegar a ser poeta, también influye qué busques escribir, yo me defino como poesía intimista y creo que eso es más complejo, escribo desde mi sentimiento; otra poesía creacionista la veo más “fácil” de ser objeto de ensayo y error.
¿Tiendes a leer poesía mínimamente similar a la que escribes o huyes de tus semejantes en busca del choque, del extremo opuesto? ¿Sientes que hay una poesía indigna, sobrevalorada o mentirosa?
Tanto en poesía como con cualquier otro género, trato de leer un poco de todo. Trato de obligarme y a veces acabo leyendo más libros de géneros que no me gustan especialmente y que jamás podría escribir, me ayuda a conocer otras cosas que abren la mente y la imaginación, aunque debo reconocer que mis predilectas siempre son la poesía y la narrativa más intimistas, más del sentimiento, la no-ficción o la ficción verosímil.
Y bueno, jajaja, soy un tanto polémica algunas veces en lo referido a este tema; quizá la palabra indigna es muy fuerte, pero definitivamente sí creo que hay “autores” sobrevalorados que solo tienen libros por su posición de fama, ya sean cantantes, famosos, influencers… Y lo respeto aunque no lo comparta, la literatura es un negocio, las editoriales son negocios.
Literariamente hablando, ¿cuál es tu peor miedo como autora y cuál es tu concepto de triunfo, de éxito?
Mi peor miedo es el olvido, que nadie sepa quién soy, qué hago, qué hice, me aterra que un día comparta un poema y diez personas que no conozco me digan lo mucho que les gusta, pero al día siguiente ni recuerden mi nombre.
Y el éxito, ahora mismo como semi-adulta-post-adolescente, diría que en parte lo tengo: un libro publicado bajo un sello editorial. Mi libro en el mercado, incluso en librerías. Que alguien me lea y se conmueva, que escriba, subraye, pinte, apunte… en mi libro. Eso es el triunfo de un autor.
¿Qué diferencias básicas encuentras entre tu faceta poética y tu faceta prosística? ¿Qué géneros admiras por su complejidad y qué tres cualidades le atribuyes necesariamente a todo buen comunicador?
La principal diferencia que encuentro es la inexistencia de la prosa en mi vida, prosa-poética todavía. Soy nula para todo lo que sea encadenar más de una frase con sentido y que se adecue mínimamente a las reglas básicas de un texto, además de mi nula imaginación. Por esto mismo creo que con diferencia lo que más admiro es el ensayo en cualquiera de sus vertientes y la narrativa fantástica o sci fi, aunque, bueno, en general toda la narrativa me parece complejísima.
Un buen comunicador creo que debe saber expresarse de forma concisa y también adecuarse a la situación y a las personas que le van a escuchar o leer. De nada sirve un discurso sin labia que encima se pasee primero por el cerro de los palos y además esté hablando con un lenguaje digno de la NASA solo para decir el menú de la comida. Saber resumir y aun así contarlo todo es un arte en sí mismo.
¿Cómo integras el Arte -en todas aquellas formas en que lo consumas- en tu escritura? ¿Crees necesaria la autoimposición de límites de expresión a la hora de crear?
Lo integro en influencias, quiero decir, cualquier cosa que yo consuma y me haya hecho sentir algo, ya sea un cuadro, un videojuego, otro libro…acabará formando parte de mi ideario y o lo adaptaré a mi poética o acabará siendo una referencia como encabezamiento de poema, una cita al principio del libro o cualquier cosa.
Y los límites pues depende de qué límites hablemos. Para mí existirían dos límites: los del lenguaje (en según qué género y qué ámbito, por ejemplo, me parece en general de mal gusto usar palabras como follar, polla, polvos… en la poesía) y los referidos a tolerancia, creo que hay que respetar ciertas cosas a la hora de escribir (y crear en general) por mucho que se busque ser satírico o hacer humor o cualquier cosa similar.
¿Qué opinión te merece el uso del lenguaje inclusivo en textos literarios? ¿Practicas de algún modo la deconstrucción de ciertos automatismos arcaicos heredados de una sociedad centralmente machista o no has tenido necesidad de ello al haber elaborado un discurso propio originalmente ajeno a tal conflicto?
Este es otro tema complejo. Yo no uso el lenguaje inclusivo por mis ideales y mis creencias, pero entiendo y respeto que la gente lo use y quiera implantar un lenguaje neutro como el que existe en otros idiomas. En general uso el femenino genérico a la hora de hablar porque creo que en mis círculos es más correcto ya que la mayoría son mujeres, podría decirse que esto es parte de mi deconstrucción además de otros tantos temas personales. En lo referente a la literatura creo que mientras sea una cosa que en general solo comprenden los usuarios de redes sociales, puede dificultar que llegue el mensaje a gente que no comprende qué es, que tiene algún tipo de problema visual o incluso con problemas de aprendizaje y lectura. ¿Debería usarse? Pues no lo sé, creo que primero habría que educar a la gente fuera de las redes en todo este tema de la inclusividad, deconstrucción y demás.
¿Cómo valoras la transmisión de la Literatura y, en concreto, de la Poesía en la enseñanza media? ¿Qué crees que le falta y qué crees que le sobra al sistema según tu criterio?
La educación es un pozo sin fondo. En general, no solo en lo referente a literatura, pero, claro, la literatura, la filosofía, la historia… acaban desprestigiadas por su faceta de letras. La poesía además tiene, digamos, un estigma mayor por el tipo de autor que se sigue enseñando, además que aunque solo nos enseñen a autores hombres, se ve como algo de la mujer por ser “íntimo y romántico”, se crea aún más estigma por el machismo que la rodea. Al sistema le falta todo lo avanzado en los últimos cien años y le sobra también todo lo que ya tiene enraizado.
Silvia Mar Díaz te pregunta: «¿En qué momento tu poesía te enseña más: en el desgarro o cuando cicatrizas? ¿Cuál es el poema que más aprendizaje te ha regalado? Gracias por ser una tan maravillosa artista.»
Ay, mi Silvia, cuánto la quiero y cuánto me hace pensar.
Todo el mundo piensa que mi poesía cicatriza, pero todavía no he llegado a ese punto porque no he llegado tampoco en mi vida personal. Por tanto creo que todavía no puedo contestar a eso y ser consecuente con mis letras. También creo que el poema que más me ha enseñado o todavía no lo he publicado o ni siquiera lo he escrito.
Terminamos con este bombardeo directo al corazón:
–*¿Qué tres palabras captan para ti la esencia de la poesía en su vertiente más idealista? ¿Qué tres sustantivos usas tú con cierta frecuencia en tus creaciones? ¿Qué tres palabras te gustaría saber decir en todos los idiomas?
Individuo, creación y destrucción.
Muerte, dolor y pájaro.
Gracias, lo siento y te quiero.
–*¿Con qué tres autoras te hubiera gustado conversar sobre Literatura en su propia época histórica?
Alejandra Pizarnik, María Emilia Cornejo y Patricia Highsmith.
–*¿Qué consejos les darías a las poetas que quieren ser leídas, que quieren ser escuchadas a través de sus versos? Recomiéndanos, por favor, dos poemarios que hayas leído recientemente.
Que escriban, porque todo lo demás no depende de ellas.
Poemarios: Mujeres fuertes de Laura Rodríguez Sayd (La Carmensita, 2020) y Ay Romeo, Romeo, Romeo… (ediciones en el mar, 2020).
–*¿Qué poema harías canción y qué canción te hubiera gustado escribir?
Yo soy… de Pizarnik sería una canción preciosa y Penélope de Serrat.
–*¿Qué proyectos personales y literarios tienes a corto, medio y largo plazo? ¿Dónde pueden nuestros lectores encontrarte, leerte y seguirte?
A corto, acabar de pulir el manuscrito que tengo y empezar un trabajo relacionado con el mundo editorial; a medio, mandar el libro a editorial y a largo, acabar la universidad.
Y bueno, estoy en Twitter (https://twitter.com/Waitingfor_Didi ), Instagram (https://www.instagram.com/icaruskilledthesun/ ) y en Goodreads hago reseñas, salgo por mi nombre como autora. Luego por supuesto estoy en Niña Loba, y Tocka está autopublicado en KDP.
También hay un poema mío bastante nuevo en mujeres en la ola, una iniciativa de Lara Losada en Instagram.
–*Para terminar, envíales un mensaje a las personas que más quieres, otro a tus seguidores y otro a la Paula de 2030.
A las primeras, gracias, siempre gracias.
A las segundas también gracias, he creado una pequeña familia gracias a su apoyo.
Y bueno, la Paula de 2030 que se apañe ella, espero que ya sea psicóloga y siga escribiendo mucho.
¡Muchas gracias por tu tiempo, Paula!
¡Muchísimas gracias por contar conmigo, es todo un placer y un honor, ojalá hagamos muchas más cosas juntos, es toda una declaración, jajaja!

¡Qué entrevista más genial! Me encanta Paula, como piensa y como escribe! es un placer conocerla un poco más y evitar su olvido.
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