Papayas y plátanos, Clementine Lips

Papayas y plátanos llegó a mi vida después de publicar la reseña de un libro de Noemí Casquet, y tras muchos infortunios puedo hablar de este libro con un nombre tan original.

Clementine nos presenta el libro con una portada muy colorida y llamativa. Nos cuenta que está escribiendo literatura erótica y yo le digo que sí. Que quiero leerla. Quiero leer a más mujeres, y quiero incluirla en mi lista. 

Y ahí vamos.

Clementine nos lleva relato a relato por historias muy vívidas, livianas y bien escritas.  Nos enseña en sus textos que el sexo es también para las mujeres metiendo un poco de todo: sexo en solitario, tríos, parejas… ¡Vaya! Nunca había leído un libro en el que hubiera tanta diversidad. ¡Y qué alegría, coño! Que estoy harta de que hasta la literatura erótica femenina muchas veces esté teñida por el patriarcado. Y no es coña, estoy harta de leer literatura que es más fantasiosa que otra cosa, aunque en los últimos años esté cambiando necesitaba algo que estuviera bien escrito y escrito para las mujeres. Y qué maravillosa forma de escribir sobre el orgasmo y a veces sobre esas ocasiones en que creemos que nos quedamos a medias. Sobre dudas en las relaciones sexuales, sobre nuestras fantasías, porque sí, todavía hay hombres que no ven en estas fechas que las mujeres podemos tener fantasías más allá del bombero. Y más allá de los hombres. 

Me he descubierto en muchos relatos pensando un ‘yo actuaría igual’ o ‘joder, qué morro’. Querida, me enganchaste. 

Ay, Clementine, no dejes de escribir, y tú, querido lector, que estás deseando leer literatura erótica diferente y revolucionaria, compra el libro de Clementine aquí y después de leerlo vuelve para comentarlo. 

Si no la conocéis, buscadla, porque sus redes sociales no tienen desperdicio y os las súper recomiendo. 

Al igual que todo lo que hace. Porque Papayas y plátanos es un calentamiento, y hoy ella os desvelará sus próximos proyectos. ¡Así que me callo y a seguirla!

Rut Alameda

Altavoz Cultural