¿Quién es Blanca Sánchez Braza desde lo no literario?

Soy una chica de 24 años que nació en Cádiz el 9 de septiembre de 1996. Sigo viviendo en esta ciudad que me parece de cuento con sus playas, paseos marítimos, torres miradores y atardeceres que tanto me inspiran para escribir cuentos y poemas. Estudié Filología Inglesa y el Máster de Profesorado en la especialidad de lenguas extranjeras. Actualmente estoy cursando un Máster en Enseñanza del Español para estudiantes extranjeros y estoy descubriendo muchísimas curiosidades sobre mi lengua materna que desconocía y que la hacen todavía más interesante para jugar con sus palabras. ¡Adoro viajar, la fotografía y echo mucho de menos estas dos pasiones con todo lo que está ocurriendo con la pandemia!

¿Cómo ha influido tu formación académica en el desarrollo de tu pasión literaria? Fuera de las aulas, ¿cuándo comienzas a leer y cuándo y por qué comienzas a escribir?

Gracias a mis padres, desde muy pequeñita, siempre los libros han tenido un lugar especial en mi corazón. Vivir las aventuras de los protagonistas de multitud de historias y empatizar con los sentimientos de los poetas, especialmente los románticos como Bécquer, me han llevado a querer ser yo también quien transmitiera estas mismas emociones a mis lectores. ¡No hay mayor alegría cuando esto ocurre! Y por supuesto a querer seguir devorando libros de diversas temáticas y aventurarme con nuevos géneros.

Por otra parte, tuve un profesor de Literatura Castellana en 4º de ESO, 1º y 2º de Bachillerato que no solo consiguió transmitirme su amor por los clásicos españoles que estudiamos en su asignatura, sino que fue el primero que confió en mí como escritora, al leer mis relatos y poemas en clase, y siempre le estaré eternamente agradecida. Asimismo, está claro que el grado universitario me permitió conocer literatura de autores británicos y americanos que desconocía y fue todo un descubrimiento, pues además de aprender de ellos me sirvieron como inspiración/modelos en poesía: Emily Dickinson, John Keats, Robert Frost, Walt Whitman…

¿Qué antecedentes -otras publicaciones, antologías, blogs- preceden a Donde los Sueños no tienen Fin? ¿Qué has desechado en ese camino hasta este poemario y qué has incorporado expresamente para afrontar su escritura? ¿Cómo se gesta la obra desde el estímulo creativo y por qué Editorial Adarve como hogar elegido para ella?

Participé en una revista literaria online organizada por un amigo que conozco desde hace ya siete años llamada Sombra del Paraíso. En ella escribí dos relatos de fantasía y magia y varios poemas de temática romántica. También colaboré en el Club de Poesía y Teatro de la Universidad de Cádiz Poemarte y contribuí con textos académicos de poesía, poemas en homenaje a poetas españoles, así como haciendo de jurado en un concurso de poesía.

Además, me publicaron un microrrelato en un concurso del Café Abadengo en Salamanca y en dos antologías literarias a cargo de la editorial Diversidad Literaria. Las publicaciones fueron el microrrelato El corazón de las Estrellas y el poema Tú.

En lo que respecta a todo el proceso creativo del poemario, este duró tres años y aunque no puedo decir que haya desechado ningún poema, sí es cierto que muchos de los poemas han ido cambiando con el paso del tiempo y han sufrido modificaciones en las estrofas o en el empleo de ciertas palabras. Elegí para mi primera publicación los 26 poemas que más representaban las emociones y sentimientos más íntimos que había vivido a lo largo de esos tres años y, tras muchas dudas, me animé a publicarlo no sin contar con la aprobación de este profesor de Literatura del que antes hablaba, pues él sería sin duda un ojo crítico y objetivo.

Al principio, cuando escribía los primeros poemas ni siquiera yo tenía en mente la idea de agruparlos con el fin de publicar, pero fueron los ánimos de mis amigas y el hecho de que todos encerraran mi esencia soñadora y de romántica empedernida lo que me hizo ver que eran parte de un todo y que si los juntaba podía gestarse un producto final que podía llegar a ser algo interesante que transmitir a otros lectores.

En cuanto a la editorial, leí muy buenas opiniones acerca de la misma, sobre todo para autores noveles como yo. Me puse en contacto con ellos, y con algunas otras editoriales que parecían encajar con la temática de mis versos y finalmente fue Adarve la primera en apostar por mi manuscrito, abriéndome sus puertas y ofreciéndome ayuda tanto en términos de maquetación, edición, portada y promoción, así que les estoy muy agradecida por confiar en mí.

¿Qué lugares comunes del género al que pertenece puede hallar el lector en sus páginas y qué puntos de originalidad consideras que le aporta este poemario a la tradición de esta temática? ¿Qué nos cuenta acerca de su autora la lectura de Donde los Sueños no tienen Fin?

Sin duda, los versos que los lectores encontrarán en estas páginas se han visto fuertemente influenciados por la tradición de la poesía romántica del siglo XIX, en especial por autores como Gustavo Adolfo Bécquer y Mary Shelley. Emulando a estos dos grandes literatos quise ensalzar la figura del “yo poético”, usar el lirismo de los poemas que reflejan las pasiones de un primer amor, una ruptura o un amor platónico y/o no correspondido.

En cuanto a puntos de originalidad, creo que me inclinaría por decir que he adaptado esa poesía romántica al mundo actual. La mayoría de mis poemas están escritos con rima libre y buscan más una musicalidad y un ritmo que seguir una forma poética como el soneto o versos alejandrinos. Aunque la temática del mundo onírico y del amor en distintas facetas como pasión que me mueve el mundo estuvieran siempre presentes, he querido hacer que cada poema tuviera una voz propia, que lo diferenciaran del resto y lo hicieran único. Y es que en el fondo cada poema tiene un trocito de mi alma, de un instante de mi vida que he vivido experimentando una serie de emociones y el cual he tenido necesidad de plasmar sobre el papel.

La lectura de Donde los Sueños no tienen Fin es por así decirlo como un espejo de lo más profundo de mí, como todo poema que escribo. Refleja que soy una chica soñadora. Me gustaría que mis lectores se identificaran con mis versos, porque a fin de cuentas a todos en algún momento de nuestra vida nos han roto el corazón, todos hemos estado enamorados de alguien que no nos correspondía, y en definitiva todos hemos soñado despiertos con que nuestros sueños más íntimos se hicieran realidad.

El mundo de los sueños actúa como medio y como fin en el poemario. Más allá del estímulo creativo, ¿cómo fue su proceso de composición formal en ese doble plano realidad-onirismo y la estructuración definitiva de las diferentes piezas que lo integran? ¿Cuánta labor de postproducción -revisión, corrección, descartes, predilección por ciertos términos- ha conllevado su resultado final?

Desde que decidí agrupar poemas con el fin de publicar un poemario supe que la temática en torno a la que giraría sería el mundo de los sueños y el amor como motor principal de mis versos. Así pues, diría que escribí muchos de los poemas siguiendo estas pautas predeterminadas, pero sin que esto supusiera un condicionante extremo. Es decir, fue un proceso formal muy fluido, en el cual se estableció una relación simbiótica entre el mundo onírico y la realidad y el mundo del deseo y del amor.

Cuando mandé el manuscrito a la editorial, pensé que quizás me harían quitar algún poema o añadir alguno, pero no fue así y creo que en cierto modo lo agradezco porque para mí ya eran un “todo” antes de enviárselo para su corrección, que en este caso fue meramente formal y estética en cuanto a algunos versos y el orden de ciertas estrofas por páginas. Una vez hube revisado las galeradas y dado el visto bueno, fue la editorial la encargada de la maquetación completa, e incluso de la portada, en la que participé dando indicaciones. Lo único que pedí al dibujante fue que reflejara a una chica volando entre nubes, para expresar mi “yo” soñador, así como esa fina línea que separa la realidad del mundo onírico donde todo es posible. Creo que entendió de inmediato lo que buscaba. En pocas palabras, podría decirse que en realidad mi proceso de escritura duró desde 2017 hasta septiembre de 2019, que fue cuando mandé el libro a la editorial, y el proceso de edición, corrección, maquetación y publicación duró hasta marzo de 2020, que fue cuando salió a la venta mi libro.

¿Qué símbolos, colores y verbos dirías que resaltan en el poemario? ¿Consideras su lectura apta para todos los públicos? ¿Cuál es tu concepto de erotismo?

Como bien comentáis en esta pregunta mi obra tiene una temática romántico-erótica, pero siempre desde una óptica sugerente, abandonando el carácter puramente explícito de la palabra escrita. Y es que para mí el erotismo es arte; es decir, sin pronunciar las palabras exactas y explosivas, es una insinuación del deseo que incluso llega a ser más profunda que las entradas directas.

Podría decirse que considero la lectura del poemario apta para todos los públicos, ya que como acabo de comentar, utilizo símbolos, colores y verbos cargados de connotaciones para expresar lo erótico en mis poemas. Pero, y aquí quiero hacer especial hincapié, depende de la edad, cada lector seguramente hará una interpretación de mis poemas u otra, precisamente por optar por no ser explícita. Me gusta mucho que esto sea así.

En cuanto a los símbolos/ metáforas, colores y verbos puedo hablaros de algunos de mis favoritos: “acariciar un libro”, “besar un instante frágil”, “versos que bailan”, alusiones a personajes de Disney como “La Bella Durmiente”, “Peter Pan” y personificaciones del color azul zafiro de la noche fría y los atardeceres naranjas y rosas.

¿Cómo valoras el panorama poético actual, especialmente en lo concerniente a las autoras?

Bajo mi punto de vista, en la actualidad, que vivimos en la cultura de la inmediatez, nos encontramos con un arma de doble filo: las redes sociales. Yo soy la primera que hace uso de ellas a diario, en especial de Instagram y Facebook, para promocionar mi libro y para exponer momentos de mi vida o películas, lugares del mundo y recetas que he visto o que tengo en mi lista de pendientes. Creo que saber sacarles partido hace que el panorama poético actual no caiga en el olvido, como se venía temiendo en los últimos quince años. Muchos son los proyectos digitales en formato de vídeo cuyo motor es la poesía gracias a las redes sociales: lectura de clásicos, poesía en directo, en competiciones, en shows, lecturas conjuntas, directos con autores/as del género…

Sin embargo, hay que tener cuidado con confundir el panorama poético actual con rimar palabras que no transmiten sentimientos, o con llamar poetas por haber publicado “poemarios” a aquellos famosos que han salido a la luz a raíz de toda clase de programas televisivos de índole variada, pero que no representan a la gente que intentamos hacer poesía en nuestro país.

¿Qué proyectos tienes a corto, medio y largo plazo? ¿Dónde pueden encontrarte y seguirte nuestros lectores?

Pues hace cinco años comencé una novela de fantasía y romance, especialmente dirigida al público joven adulto, y la tengo inacabada. Me encantaría poder terminarla, pero ahora no me siento preparada para afrontar un reto tan grande, que requeriría mi más entera dedicación; con mis estudios resulta un poco difícil. Me he propuesto, eso sí, si la retomo este verano, no dejarla hasta que no la acabe.

Por otra parte, estoy escribiendo desde finales de mayo del año pasado nuevos poemas, y de momento llevo veinte. No sé si acabarán formando parte de un poemario. ¡La verdad es que me encantaría! Puedo decir que mis poemas han tomado un cariz más maduro, más adulto, y es que, aunque sigo tratando el erotismo desde la óptica de lo sugerente, la inspiración que me mueve ahora es alguien que es realmente importante para mí y que me hace sentir especial a cada instante que llevamos pasando juntos los últimos siete meses y los que anhelo seguir viviendo.

Los lectores interesados podrán encontrarme en Instagram: blanc96_

Para concluir, nos encantaría que nos recomendaras:

A) Autor novel: Germán Ramírez Lerate, ese amigo del que hablé antes y que publicamos juntos en la revista online Sombra del Paraíso y al que le disteis la oportunidad de hablar de su primera novela publicada aquí, Historia de un fotógrafo, una camelia y un bisturí.

B) Dibujante novel: Aquí hablo de quien es mi inspiración poética actual, y en el que hubiera confiado para hacer la portada de mi poemario, si nos hubiéramos conocido antes. De momento está trabajando en un proyecto de Instagram donde subirá sus dibujos próximamente: dejandrosdesigns

C) Poemarios recientes: Matria (Raquel Lanseros 2018) y Sempiterno (Defreds 2018)

D) Poemarios clásicos: Veinte poemas de amor y una canción desesperada (Pablo Neruda), Poemas (Emily Dickinson) y El Olvido Está Lleno de Memoria (Mario Benedetti).

E) Librerías: Plastilina, la librería de mi ciudad, Cádiz, que dio visibilidad a mi poemario y a la que mis padres me llevaban para comprar cuentos desde que tengo memoria. Y Charlie Byrne’s Bookshop, librería de Galway (Irlanda) que me marcó en mi año de Erasmus en Irlanda, típica librería de película con rincones preciosos, volúmenes de todas las temáticas en cada esquina con estanterías de vieja madera y el encanto de querer quedarte horas y horas allí encerrada.

F) Ciudad para leer de forma inmersiva tu obra: Diría que la mayoría de los poemas se escribieron en Cádiz, mi ciudad natal, y en Galway, ciudad en la que estuve viviendo un año y que fue fuente de inspiración de muchos poemas, sobre todo aquellos que están escritos en otros idiomas, el de Callejón de Sueños sin salida, y los de amor no correspondido.

G) Canción como BSO de Donde los Sueños no tienen Fin: Confieso que tengo una lista de canciones que asocio con mi poemario. Algunas de estas son de musicales, otra de mis pasiones sin duda, y donde los sueños son la principal temática de las letras: I dream a dream (Los Miserables, para los poemas tristes), I have a dream (ABBA, Mamma Mia y Sueña, El Jorobado de Notre Dame para cuando esbozo esperanza en mis poemas) y Into the West y The Call (Canciones de los créditos de las películas de El Señor de los Anillos el retorno del rey y Las Crónicas de Narnia y el príncipe Caspian para expresar la delgada línea entre el mundo onírico y la realidad, así como el sentimiento agridulce de un amor que pudo ser y no fue, y que quizás sea en el futuro, o al menos existía el sueño de que fuera).

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