II Jornadas sobre Arte y Cultura del Escalofrío

Febrero 2021

¿Cuándo y de qué manera se produce vuestro primer contacto con la mítica saga introducida por La Noche de Halloween (1978)? ¿Qué impresión recordáis que os dejó vuestro primer visionado de dicho primer título?

Octavio: En mi caso, creo que la primera película que vi de la saga fue Halloween: La maldición de Michael Myers, en el cine La esperanza, de mi pueblo. Fue un poco después del boom de Scream, vigila quien llama, y la verdad es que esa primera experiencia no me impresionó demasiado. Me pareció un tanto confusa y atropellada, pero sí que recuerdo que me llamó la atención la presencia de Michael Myers. La música que le acompañaba, su manera de caminar… creo que el momento que más recuerdo de aquella primera experiencia es al principio del largometraje, cuando el asesino emerge del subsuelo por una trampilla, bajo la lluvia, en busca de su sobrina.

Creo que poco después emitieron la primera, la original de Carpenter, en la televisión autonómica, y picado un poco por la curiosidad que me había provocado la sexta entrega, me quedé a verla. Y ahí sí que el flechazo fue total.

Cristina: Miedo. Mucho miedo. Recuerdo que además tendría unos 7 u 8 años cuando la vi por casualidad porque la echaban en la tele, y esa máscara de Michael Myers… Qué miedo y qué falta de sueño aquella noche, madre mía. Años más tarde, ya más mayorcita, la vi y no es que me impactara mucho.Para ser sincera, Michael Myers no es de mis asesinos favoritos…

¿Concebís el slasher como un género en sí mismo, ya lo suficientemente desarrollado como para emanciparse de la etiqueta de «subgénero de terror»?

Octavio: En mi opinión, no. Aunque no soy muy de etiquetas, la verdad, ya que creo que las barreras están para romperlas. No obstante, creo que el slasher tiene una genética tan dependiente del terror que la veo inseparable. Quizás podríamos usar otra terminología para que no sonase tan peyorativo lo de “subgénero”, pero en cualquier caso veo una vinculación “madre-hijo” inseparable.

Cristina: Sinceramente, no me lo había planteado nunca, pero creo que, aunque el género está bastante desarrollado, está y estará irremediablemente unido al terror siempre sí o sí. Yo personalmente no lo concibo de otro modo, la verdad. Creo que terror y slasher son partes indivisibles de un mismo cuerpo.

Entroncando las primeras J.A.C.E. con estas segundas, Reina del grito de Desirée de Fez y Noches de Halloween ya son dos de nuestros mayores tesoros jamás hallados. ¿Qué grado de importancia le otorgáis a la figura de la scream queen dentro del organigrama del slasher?

Octavio: Pues junto al boogeyman, el otro pilar del slasher, la scream queen es esencial y fundacional en el slasher. No concibo la existencia del género sin la existencia de este arquetipo, una mujer fuerte, inteligente y capaz de sobrevivir a la peor de las amenazas. En este sentido, creo que una vez más fue fundamental la implicación tanto de John Carpenter como de Debra Hill en la confección del guion de La noche de Halloween. Hill materializó un personaje creíble, casi un reflejo de su personalidad, por decirlo de algún modo, mientras que Carpenter le administró ese “pathos” unido de manera inexorable al mal.

Cristina: La scream queen, en cuanto a lo que la traducción literal de la expresión implica, me parece absolutamente imprescindible. ¿Qué sería de una peli slasher sin una víctima que huya y grite? Lo mismo que una hamburguesa sin patatas: nada.

En cuanto al significado ‘popular’ que se le ha dado al término (actrices cuyo papel de víctima es recurrente en películas slasher), me parece loable, y me gusta que las actrices repitan en distintos films de terror y que incluso, como es el caso de Jamie Lee Curtis en Halloween o de Neve Campbell en Scream, sobrevivan a lo largo de varias películas, encarnando a la eterna heroína de la saga. Porque, aunque sean víctimas, al final acaban siendo heroínas.

¿Qué virtudes destacaríais de Jamie Lee Curtis en su papel de Laurie Strode?

Octavio: Destacaría la naturalidad y contundencia que le aportó al papel. Pese a ser el personaje, en cierto modo, más frío de La noche de Halloween, el carisma de Curtis consigue que de inmediato simpaticemos con su personaje, ya desde el primer paseo cuando se dirige a dejar las llaves al antiguo domicilio de los Myers. Luego ya en la segunda parte, la veo un poco más forzada, pero me encanta la dualidad con la que abordó su personaje primero en Halloween H20 y luego en la reciente La noche de Halloween 2018. En ambas está traumatizada por las vivencias con Michael Myers, pero encuentro tantos matices diferentes entre ambas interpretaciones que me encanta.

Cristina: Yo destacaría su evolución en toda la saga de Halloween: de inocente víctima que se limita a huir y gritar a heroína que reacciona, que ya no necesita de ningún doctor Loomis que la salve, y que se defiende sin dejarse amedrentar, dejando atrás el tópico ‘damisela en apuros’. Pero como ella, también otras como Julie James (Sé lo que hicisteis el último verano) o mi adorada Sidney Prescott (Scream).

¿Cómo celebrabais Halloween en vuestra infancia y cómo lo celebráis ahora? ¿Cuál es vuestro mayor fetiche en esta fecha y qué topicazo no soportáis?

Octavio: Pues Halloween en mi infancia prácticamente no existía, no guardo ningún recuerdo de mis primeros años en relación a esa festividad. De hecho, bien podría decir que las primeras veces que la palabra Halloween llamó mi atención fueron vinculadas a la saga cinematográfica.

Eso ha cambiado a día de hoy, y lo cierto es que disfruto como un enano disfrazándome y asustando a la gente. Me he vestido como Michael Myers, Ghostface e incluso este último Halloween, pese a que la pandemia impidió que se celebrara adecuadamente, aproveché una visita al supermercado para sacar al bebé mutante de Estoy vivo para provocar unos buenos sobresaltos.

En cuanto a cosas que me llaman la atención en sentido opuesto, la principal es ese sentimiento de odio hacia la festividad y su presunta procedencia americana, cuando en realidad es algo que proviene de los celtas y que incluso en algunas zonas del norte de España todavía quedan reminiscencias de las festividades originales.

Cristina: Mi fetiche y mi celebración actual son lo mismo: las pelis de terror. Cada año me pongo una película con un cuenco hasta arriba de palomitas. Antaño, más jovencita, recuerdo que iba con mi hermano a hacer el truco o trato a mis vecinos, pero como no tuvo éxito, nos pasamos a las noches de pelis. ¿El tópico? Las calabazas encendidas. Me dan un mal rollo increíble.

Octavio, ¿cómo fue el intuido como extraordinariamente vasto proceso de documentación necesario para la construcción de Noches de Halloween? Por favor, expláyate a gusto.

Respuesta: Fue algo aplicable a todos mis libros de cine, prácticamente. Por un lado, comienzo a enviar solicitudes de entrevistas a los agentes de los artistas, y esperar que respondan de manera afirmativa para sumarse al proyecto. Esto es un proceso muy esforzado, puesto que una vez acceden, tienes que estudiar detenidamente qué le vas a preguntar para que, dentro de lo que cabe, no sean las mismas preguntas de siempre y puedas seguir indagando en la historia de cada franquicia. De igual modo, esto puede dilatarse mucho en el tiempo, pues hay que tener en cuenta que algunos artistas tienen agendas muy complicadas. En algunos casos, he tenido que esperar hasta casi dos años hasta conseguir la entrevista determinada.

Por otro lado, trato de hacerme con la mayoría de publicaciones relacionadas con el tema, y procedo a leer y estudiar en profundidad cada una de ellas, marcando de algún modo las partes que más interesantes me resultan.

Mientras hago todo eso, voy estructurando las secciones del libro en mi cabeza. Esto es un proceso vivo, porque aunque el groso del texto normalmente está claro desde casi el principio, algunas partes como el principio o el final pueden ir cambiando. Por ejemplo, en el último que he publicado sobre Critters, la parte final no estuvo fijada hasta casi un par de meses antes de terminar la escritura.

Entonces un día cualquiera, cuando creo que ya tengo cierta perspectiva del tema a tratar, empiezo a escribir, insertando las entrevistas conseguidas y las referencias que he ido anotando en las distintas publicaciones. Eso es un poco el resumen de mi manera de documentarme y escribir.

En cuanto al caso de Noches de Halloween, creo que fui muy afortunado por contar con la mayoría de las figuras importantes de la saga. Recuerdo el subidón de preparar las preguntas para Carpenter, o la divertidísima entrevista que me regaló Dominique Othenin-Girard. Cuando me quise dar cuenta, la lista de entrevistados era sensacional, y tener todo ese arsenal de declaraciones de primera mano de los artífices de la franquicia es quizás de lo que más orgulloso me siento.




Fotos de Laura Sanjuán

Cristina, ¿qué elementos y símbolos del slasher desarrollado en Literatura y Cine te resultaron básicos para elaborar tu obra Psicopatía? ¿Qué aroma te deja tiempo después de su publicación simultáneamente al progreso constante del género?

Respuesta: Pues ahora que habláis de progreso del género, tengo que decir que mi obra ‘Psicopatía’ es más un slasher evolucionado: ese de la figura cazador-presa, sin necesidad de que haya adolescentes transgrediendo normas, ni fiestas de por medio, así que supongo que mis elementos base fueron esa escena cazador-presa, y ese juego gato-ratón que se da en toda buena película de psicokillers, y que a mí personalmente me encanta.

En cuanto al aroma, la verdad es que es tan dulzón como la sangre. Está teniendo una acogida genial, está gustando mucho, y es algo que no me esperaba para nada, la verdad.

Cristina pregunta a Octavio: «No te voy a negar que yo soy más de Ghostface, así que esta pregunta es para mí obligada: ¿Por qué Michael Myers?»

Respuesta: ¡A mí también me encanta Ghostface, que quede claro! Pero con Michael Myers tengo una relación especial, me siento vinculado no sabría decir bien porqué. Ya después de ese primer episodio que contaba al principio, recuerdo hacer viajes a los extintos videoclubs de barrio de la capital, a mitad de los noventa, en busca de las ediciones en VHS que me quedaban por ver. Nunca olvidaré cuando encontré la cuarta y quinta parte en uno de esos establecimientos. Era como encontrar un tesoro perdido, de incalculable valor, que nadie sabía de su incalculable potencial.

Cuando salió Halloween H20, también recuerdo toda la expectación por volver a ver la figura de Myers en pantalla grande. Cuando pasa el tiempo y empiezas a moverte en círculos más afines al tuyo, te das cuenta de que es una afición más compartida de lo que creías, pero al principio me parecía que nadie conocía a Michael Myers, que prácticamente era un desconocido. Sea como fuere, se creó una vinculación íntima entre el personaje y yo, por eso cuando una vez escribí mi primer libro —sobre Cazafantasmas— decidí que mi siguiente texto versaría sobre este personaje.

Cristina pregunta a Octavio: «En el capítulo de Noches de Halloween en el que diseccionas Halloween: el Origen, hablas de que en la década de los 2000 se inició el fenómeno de los remakes, que comenzó con La matanza de Texas (Marcus Nispell, 2004), Negra Navidad (Glen Morgan, 2006) y Las colinas tienen ojos (Alexandre Ajá, 2006). ¿Qué opinas de este fenómeno? ¿Crees que es necesaria esa vuelta de tuerca en general y, específicamente, en la saga de Halloween?»

Respuesta: Yo estoy a favor de los remakes y las reinterpretaciones. Siempre que se juegue con la primera inicial de manera inteligente y hábil, me parece bien e incluso interesante, porque se generan ciertas referencias y conexiones con el espectador que sólo los fans de la original van a detectar. En el caso que nos ocupa, sencillamente me maravilla, cada vez más, las dos versiones que Rob Zombie dirigió. Porque si Carpenter decidió no explicar bajo ningún concepto la mente del asesino, y dejarlo como una suerte de enigma, algo casi sobrenatural, Rob Zombie quiso hacer lo opuesto, y hundirse en las corrosivas neuronas de Michael Myers, desde una perspectiva sórdida y podrida, cuando en Carpenter todo era estilizado y casi poético. Pero lo mejor de todo es que ambas terminan en el mismo punto, por lo que me parece ejemplar lo que Zombie llevó a cabo, y probablemente la interpretación más interesante del personaje

¿Qué proyectos tenéis a corto y medio plazo?

Octavio: Por mi parte, en breve saldrá publicado el segundo volumen de dinosaurios en el cine por parte de Diábolo ediciones, que como el primero —Hace un millón de años— tendrá una carga gráfica espectacular. Este segundo número contará la historia de la filmografía prehistórica desde 1988 hasta la actualidad, y por tanto se incluyen largometrajes tan significativos como En busca del valle encantado o toda la saga de Jurassic Park.

Y ahora mismo estoy enfrascado en la redacción de un libro dedicado a una película que me entusiasma, El monstruo del armario, la cual además creo que tiene una historia aleccionadora que debe ser contada. De igual modo, me encuentro trabajando en otro número de la colección Noche de Lobos, en este caso sobre la franquicia Noche de miedo, y que estoy preparando conjuntamente con mi amigo Javier Moragón. Estos dos últimos serán publicados por Applehead Team.

Y más cositas que estoy preparando entre los pocos huecos que tengo, pero que aún es pronto para revelar.

Cristina: Pues yo ahora estoy con nazis: finiquitando «Tras la alambrada», mi próxima novela, que si todo va bien, dentro de poco y con la ayuda de mi querida agente, me tocará buscarle casita. Ambientada en el campo de concentración de Auschwitz, será mi novela más seria hasta la fecha y estoy muy ilusionada con cómo está quedando.

También estoy en fase de documentación para lo que aún es #ProyectoAmon (tiene título provisional, pero es secreto), una futura novela sobre la figura del comandante nazi Amon Göth, al que tan bien encarnó Ralph Fiennes en ‘La lista de Schindler’. Su interpretación me fascinó, empezaron las ideas y comencé a investigar al personaje real (¡menudo pieza!). Supongo que ahora quiero explorar a los psicópatas de verdad, que desgraciadamente superan con creces a los psicokillers de la ficción.

Muchas gracias por la oportunidad de estar en este coloquio con el monstruo Octavio. Lo he disfrutado mucho.

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