¿Quién es Álvaro Raya fuera de los versos, en su rutina convencional? ¿Cuándo y cómo nace tu interés por la Literatura, primero como lector y después como autor? ¿Qué te ofrece la poesía en ambos sentidos?

Para decepción de los lectores, no soy más que un biólogo de 22 años que se pasa el día estudiando para el examen BIR, y el poco tiempo libre que tengo lo dedico al deporte, leer, escribir y otras aficiones.

Mi interés por la literatura nació a raíz de unos libros que me dejó un amigo al final de mi adolescencia, que me atrajeron más por la portada que por otra cosa, y que me sirvieron para encontrar en la literatura una fuente de entretenimiento y no la tortura de las lecturas obligadas del colegio, que más mal que bien hacen al desarrollo por el interés en los libros.

Por otro lado, mi pasión por escribir, irónicamente, la desarrollé más joven, cuando un profesor de lengua castellana hacía que escribiéramos un relato de poco más de diez líneas cada viernes, donde nacieron muchas historias poco adecuadas para mi edad por el nivel de violencia que albergaban, pero originales y bien hiladas (lo bien hiladas que permiten diez líneas), y aunque es posible que los recuerdos distorsionen el contenido y calidad, fueron la semilla que me llevó a interesarme por la escritura.

Por la poesía en particular me interesé más adelante, sobre mis 18, escuchando a Fito y fitipaldis y a Extremoduro, con su poesía hecha música me dije yo también puedo, y así hice, comencé a escribir poesía.

La poesía me ha ofrecido como escritor una forma de expresar mis emociones y sentimientos para no dejarlos dentro. Como lector, en cambio, habiéndome introducido en el mundo hace poco, me está enseñando las formas de una poesía, digamos, más culta, aunque no me gusta demasiado el término, en comparación a la que encuentro en las canciones de diversos grupos españoles.

¿Cuáles son tus referentes y cómo definirías tu estilo?

Mis referentes en la poesía han sido Robe Iniesta y Marea, principalmente, y, desde hace poco, Lorca. Mi estilo comenzó siendo muy directo y sin buscar demasiado la forma poética. Era, por así decirlo, escritura automática, aunque actualmente estoy buscando transformar lo que escribo en algo más poético, con mayor lírica.

¿Cómo es tu proceso creativo desde cero? En particular, ¿cómo se gesta el poema «El rostro de la Luna»?

Mi poesía se basa en la inspiración momentánea, pueden ser sentimientos, una canción, poema, cualquier cosa que despierte una necesidad de escribir, y escribo. Al finalizar el escrito o poema, busco la forma de mejorarlo, ya sea cambiando palabras, rimas, el orden de los versos, figuras poéticas, etc.

Éste en concreto nació tras haber estado leyendo a Lorca, su forma tan metafórica de describir y las ganas de hacer algo parecido; eso, aprovechando una noche de luna llena despejada, me dio la idea.

¿Cómo valoras el panorama poético actual? ¿Qué grado de importancia les das a los certámenes y las convocatorias de premios?

Sinceramente, no estoy puesto en la poesía moderna, y con respecto a los certámenes y convocatorias, no estoy pendiente debido al poco tiempo libre del que suelo disponer, sobre todo para escribir algo con un objetivo específico, aunque no descarto hacerlo en algún momento que me dé algo más de tiempo para ello.

¿Qué proyectos literarios tienes a corto, medio y largo plazo? ¿Dónde pueden encontrarte, seguirte y leerte nuestros lectores?

A corto y medio plazo, tengo pocos proyectos, salvo el de seguir desarrollando mi poesía y mejorando, y mientras he creado una cuenta en instagram, @losversosdealvaro, donde voy subiendo aquello que he escrito estos años y lo que escribo actualmente, para que no caiga en el olvido.

A largo plazo (o medio) me encantaría llegar a publicar algún poemario, o quizás una novela o libro de relatos, quién sabe, pero lo que sí me gustaría es publicar.

Recomiéndoles a nuestros lectores: a) cuatro poetas noveles; b) dos editoriales de poesía; c) tres poemarios indispensables; d) una canción como BSO de tu vida.

Sintiéndolo mucho, me veo incapaz de recomendar poetas noveles o editoriales de poesía, por la desconexión que tengo actualmente con ese mundo.

Por otro lado, recomendaría como poemarios, aunque para nada actuales, «Rimas», de Bécquer; «Romancero gitano», de Lorca; y «Veinte poemas de amor y una canción desesperada», de Neruda.

Como BSO de mi vida elegiría «La vereda de la puerta de atrás», de Extremoduro, una de las canciones que me abrieron al grupo y, por ende, a la poesía.

Para finalizar, quisiera agradecer a Altavoz Cultural este espacio que me ha dedicado y la posibilidad de compartir mi poesía y parte de mi vida a los lectores. Ha sido un placer para mí redactar estas líneas. Muchas gracias.

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