
¿Quién es Ana Belén Arbués desde lo no literario? ¿Cómo se definiría la autora y qué grado de autobiografismo -más o menos directo o indirecto (contextual)- podemos encontrar en sus obras?
Soy una mujer de 45 años, administrativa de profesión y escritora de vocación. Me gusta observar mi entorno y mi imaginación se encarga de convertirlo en un mundo más fantasioso. Soy una persona sencilla, pero siempre tengo en mente alguna idea que desarrollar porque creo que los seres humanos no debemos desaprovechar la gran capacidad que tenemos para realizar diferentes tareas.
En cuanto al autobiografismo en mis obras, creo que es algo inherente a cualquier escritor. Es inevitable dejar plasmada, de algún modo, nuestra forma de ser y de entender el mundo. Puede ser a través del carácter de uno o varios personajes, de una situación concreta en la trama o incluso de una escena puntual. En mi caso, suelen ser pequeñas pinceladas que me ayudan a proporcionar más realismo a lo que esté escribiendo en ese momento.
¿Qué referentes has tenido a lo largo de tu carrera literaria y cuándo y cómo transformas esa pasión lectora en afán comunicativo tomando tú la pluma?
Hay muchos grandes escritores y escritoras para tomar como referentes, pero considero que lo más importante es leer. Hoy en día podemos elegir entre infinidad de publicaciones de todo tipo y, aunque algunas pueden ser más provechosas que otras, siempre se aprende algo nuevo con cada lectura, independientemente de quién lo haya escrito.
En mi caso, hace unos cuantos años comencé a escribir pequeños textos esporádicos que no salían de mi ordenador. Finalmente, me decidí a presentar un relato a un concurso de mi ciudad y lo gané. Esto me motivó para seguir escribiendo todas esas historias que rondaban por mi cabeza y enseguida me convertí en una adicta más a la escritura. Creo que es algo que he llevado dentro de mí desde siempre.
Comparativamente, ¿cómo fueron los respectivos procesos escriturales de Desde que nacimos (Célebre Editorial) y Sueños en el cajón (Círculo Rojo)? ¿Cuál fue el estímulo primario para construir cada obra y qué aroma te dejan independientemente hoy en día?
Sueños en el cajón fue el primer libro que escribí. Se trata de una historia real de superación personal sobre un joven que sufre un accidente y permanece en coma durante un mes. Este proyecto surgió de una charla con Eduard, protagonista y coautor de esta historia, al que conocí por casualidad en un chat de internet. Él estaba deseando contar su renacer y le propuse escribirlo juntos. Tuvimos muchas conversaciones para tratar de reflejar con exactitud todo lo que sintió y para mostrar que el esfuerzo nos lleva a alcanzar metas que parecen imposibles.
Desde que nacimos es mi primera novela. En ella cuento una aventura repleta de intriga, suspense y amor, con un toque de ciencia ficción. Está narrada en primera persona desde la voz de los personajes principales, provocando en el lector una inmersión más profunda en el argumento. Es bastante intensa porque todo sucede de un modo trepidante, entre varias sorpresas y giros inesperados, cuya intención es la de dejar con la boca abierta al lector. La idea se me ocurrió en mis paseos diarios con mi perro por un estanque cercano a mi casa, siendo este un paraje que forma parte de la ambientación de esta novela, ya que es ideal para dejarse llevar por la imaginación.
Cuando termino cualquier trabajo de escritura, el aroma que percibo me recuerda al de las magdalenas recién horneadas, causante de esa sensación de emoción y satisfacción al ver el resultado tras haber puesto lo mejor de ti en su elaboración, así como del deseo de que aquel que lo saboree lo disfrute.
¿Cómo ha sido tu experiencia editorial hasta la fecha? ¿Qué tres cualidades principales consideras que debe tener toda buena editorial para resultar acogedora hacia sus potenciales autores?
Mi experiencia ha sido bastante buena porque he podido publicar mis obras. Considero que las dos con las que he publicado han sido acordes a mis necesidades, aunque el mundo editorial también puede causar algunos inconvenientes si no das con una editorial adecuada.
Para mí, las principales cualidades que debe tener una editorial son: que lean tu trabajo con atención, que sean sinceras en cuanto a su forma de trabajar y a lo que creen que pueden llegar con tu futuro libro y, sobre todo, que se esfuercen al máximo a la hora de promocionarlo.
En contraste con tus obras más extensas, eres también amante de los relatos. ¿Qué géneros manejas habitualmente y cómo logras romper los momentos de bloqueo que todo escritor padece cuando su ejercicio es lo suficientemente constante?
Suelo utilizar la narrativa y, dentro de ella, he usado el suspense, la intriga, el amor, la ciencia ficción, la fantasía… Depende de lo que quiera transmitir en cada relato. Lo que más me motiva es el misterio, dar giros insospechados y terminar con finales sorprendentes.
En cuanto a los momentos de bloqueo, como he dicho antes, siempre tengo algo en mente. Si me quedo atascada con algo en concreto procuro seguir escribiendo cualquier otra cosa, aunque no tenga nada que ver con lo que se esté trabajando en ese momento. De este modo pueden surgir ideas para otras obras y se puede volver a retomar lo anterior después de haber desconectado durante un tiempo. Entonces es más fácil que regrese la inspiración.
Tu lema ‘Yo escribo si tú lees’ entraña una relación capital entre emisor y receptor. ¿De qué formas te influye -positivamente- o condiciona -negativamente- el hecho de mostrar lo que escribes? ¿Dónde y en base a qué factores sitúas las barreras entre lo que te apetece enseñar, lo que guardas solo para ti y aquello que está escrito expresamente para otros ojos?
Mostrar lo que escribo me resulta positivo desde el primer momento porque ese es mi objetivo. No puede ser nunca negativo, ya que entiendo que si no lo leyese nadie no tendría sentido escribir.
Básicamente me apetece enseñar todo lo que escribo, aunque alguna vez lo haya hecho solo para mí o para una persona determinada. De hecho, cuanto más íntimo es el texto más atrayente resulta para el lector, a quien seguramente no le importará demasiado saber en quién estabas pensando al escribirlo (a no ser que sea para él o ella en concreto), sino que lo que quiere es disfrutar con la lectura.
Lo único que prefiero que sea leído exclusivamente por la persona a quien va destinado son las dedicatorias en los libros porque me parece que es algo personal e intransferible.
¿Qué proyectos tienes a corto, medio y largo plazo? ¿Dónde pueden encontrarte y seguirte nuestros lectores?
A corto plazo continúo publicando relatos en mi página de Facebook Relatos misteriosos, en la que se puede participar al final de cada capítulo eligiendo una opción para la continuación de los relatos:
https://www.facebook.com/anabelenarbuesrelatos
En Instagram estoy publicando algunas colaboraciones con un pintor y una fotógrafa, combinando arte y letras: https://www.instagram.com/anabelenarbues
A medio-largo plazo espero poder publicar una nueva novela en la que llevo unos meses trabajando, basada en un mundo del futuro en el que solo existen las mujeres.
Se puede acceder a todas mis obras en mi blog:
https://anabelenarbues.blogspot.com
Muchas gracias por vuestro interés.
