Cuentos de extrañeza, misterio y locura

La proeza tiene muchas formas. Se puede lograr a través del esfuerzo, a través del talento, a través del genio individual, a través de la emoción artística. La obra-homenaje al insondable Ashton Smith que tenemos el privilegio de desgranar hoy mediante estas humildes palabras supone la coincidencia nada aleatoria de las cuatro vías meritorias antes mencionadas. Coordinado por José R. Montejano y publicado por 2Cabezas, este magnánimo volumen de cuentos esculpidos bajo la oscura sombra de uno de los mejores escritores de su generación y sencillamente el mejor en su exquisita parcela no es sino una proeza cuádruple: por su intención, por su calidad, por su poderosa belleza, por el reflejo de una de esas empresas culturales mayores que tanta inversión humana requieren. Y es ahí, queridos lectores, donde esta proeza desborda las páginas: este libro es una perfecta conjunción de personas increíbles, ultrapreparadas y muy generosas.

Los preliminares de esta joya no podrían ser más exquisitos: el prólogo de Ramsey Campbell -espectacularmente traducido por nuestra querida Amparo Montejano- es una delicia en sí misma. A través de él conocemos al personaje, a la figura, al Autor tan gigantesco que resultó CAS para tantos y tan autorizados lectores, compañeros, admiradores y críticos literarios. Nos permite saborear muy de cerca ciertas porciones de su personalidad, de ese poderoso enigma que, como un extraordinario signo de interrogación inverso, se sitúa justo encima de su cabeza.

Las pistas que nos deja Campbell son soberanamente bien completadas por el prefacio de José R. Montejano: El legado de Clark Ashton Smith, el trovador de lo cósmico. Se nos presenta en él, a todas luces, la obra que tenemos delante: se recorre el filo de la pluma de CAS con múltiples coordenadas que nos permiten ubicarnos en lo weird, en la desambiguación de ciertas etiquetas y en la época que, desde una idealizada inmersión atemporal, baña los sentidos semánticos de la bibliografía del genio. Por si fuera poco, el majestuoso coordinador nos ofrece una gráfica presentación del late motiv de cada uno de los relatos que conforman la antología. Como posdata, permitidnos el placer de compartir nuestra sonrisa al haber comenzado a disfrutar ya a estas primeras alturas de la impresionante labor de diseño interior que guarda la edición. Preciosamente terrorífica.

El volumen está compuesto por tres grandes bloques narrativos: La caravana, Los cristales y El mortuorio. Cada uno de ellos aúna tres relatos cuyo germen es un punto inconcluso en la obra de CAS -a excepción del último de todos, el tercero del tercer bloque, que es un relato inédito del propio CAS en manos traductoras del genial Javier Jiménez Barco-. Estos tres bloques son introducidos por un texto lírico de CAS que funciona como telón de apertura a los relatos incrustados en el interior de la sección creada a modo de burbuja específica -temática, simbólica y estilísticamente-.

Bloque 1: La caravana

El gran viaje de los sueños. CAS alude en este primer peldaño a la base de su Universo: el onirismo como canalización de la realidad. Lo hace de forma orgánica e idílica; nos

lleva en su transporte por sus ilusiones, sus ansias de búsqueda, sus obstáculos y sus muchas incertidumbres. El camino se va oscureciendo conforme avanza. El movimiento es incesante, asemejado al propio proceso mental -y escritural- del autor. La angustia existencial prevalece en un tono gris mantenido y entramos en un terreno exótico y complejo. ¿Nos acompañáis?

Ngoc, el idiota – Álvaro Aparicio

La primera textura de esta colección es la piel, puro cuero, mezclado con mucha tierra y aderezada con raíces de terror hipnótico ancestral. Se nos presenta la historia de Ngoc, cuyo comienzo es el conflicto interpersonal con trascendencia cultural en el contexto propuesto. Las descripciones son desde el principio un poderoso motor sensorial para el lector. Ngoc avanza en sus torpes aventuras con una sensación de incertidumbre salvaje, en medio de ciertos asuntos monárquicos que visten de trasfondo político-social una exótica visión de las jerarquías y los rangos en ciertas coordenadas geográficas. El estilo del autor es magistral, con una prosa rica pero amena, contundente en detalles y agradable en digestión. El desenlace es toda una lección.

El enemigo de Mandor – Javier Jiménez Barco

Continuamos en manos monárquicas en la segunda piel que habitamos en este safari por los rincones más naturalmente seductores del Universo: llegamos hasta el Zothique ideado por CAS, donde las tinieblas asolan a un rey que no logra abatir a su pesadilla recurrente en forma de monstruo terrorífico y presagio devastador. La búsqueda de paz y las magníficas hechuras ambientales son los puntos de partida de una acción intensa y estimulante. Nos seduce especialmente la pulcritud narrativa y el aura de fantasía que embarga cada acontecimiento. Mandor es un personaje de primerísimo nivel.

El fuego de Mercurio – Pedro P. González

Avanzamos hasta el cierre de la primera puerta con una redondez impresionante en torno al mundo de los Sueños: las dos pieles anteriores, huellas de pesadilla y hechicería de poderosa ensoñación, dan con los huesos más pálidos en este tercer corte a la manera del gran CAS. Pedro P. González da el siguiente paso y propone la unión veladamente anticipada: Sueño y Muerte hallan en su encuentro una retroalimentación infinita trufada de simbología cósmica y candente humanidad -amén de los múltiples miedos que suscita el tópico en cualquier semejante-. El trazado es fino y traspasa los ojos. La incomodidad ajena -tan bien explotada en los anteriores textos- se vuelve tan propia en estas páginas que necesitamos un refugio para leerlo sin heridas. Un refugio lejano.

Bloque 2: Los cristales

El salto hacia el concepto de Cosmos como producto del Tiempo y el Espacio. El cristal representa el Todo: lo otro y nosotros, pues refleja y proyecta aquello que contiene a ambos lados. En este plano se materializa la existencia como algo vulnerable, frágil; supone el choque del elemento Sueño con el pavimento Con(s)ciencia. El tono ha desteñido el gris hacia un amargo transparente. Interpretemos juntos las siguientes notas.

Las moradas del silencio – Roberto Bayeto

Subimos un grado en la escala de fuego infernal. Roberto Bayeto ilumina la prosa con una historia romántica en latitudes del más allá. El Silencio emerge como mensajero del otro lado, como inconfundible atisbo de perecimiento. La estela de CAS es de un asombro fascinante en los cimientos de este relato. La dignidad con la que su autor encara el reto de crear vida a partir del reguero de muerte e inmortalidad zarandeada es exquisita. Hay varios tópicos clásicos aglutinados en la propuesta de Bayeto, entre los que debemos destacar la linde la muerte y la no-vida y la experimentación biológica como progreso o paradójica involución. Genialidad a raudales.

El brujo y el Héroe – Román Sanz Mouta

La -bendita- locura de Sanz Mouta. Qué brillante homenaje a CAS desde la adopción de esa chispa entre lo sutil y lo macabro, entre lo frágil y lo bestial. La técnica se sitúa a la misma altura que el contenido: el juego literario que se desarrolla es una hazaña estilística que desborda el continente. La maestría es notable para encajar las claves de una historia a caballo entre la fantasía más oscura y la leyenda atemporal. Los personajes son un cúmulo fabuloso de tantos otros brujos y tantos otros héroes. Los detalles inmersivos, los tecnicismos y los cambios registro son tan hábiles como desafiantes. Y en esas estamos: releyendo por tercera vez para volver a disfrutar y poder seguir progresando en la comprensión total, que aún se muestra difusa. Esto es gran Literatura, querido Román.

Casa ocupada – Santiago Eximeno

Ah, el magnífico sr. Eximeno. En esta ocasión nos lleva hasta la historia de Javi y Bagatela. Nos lleva hasta un horror agridulce, hasta una exclamación de lo que puede aportarnos el espacio cotidiano en la configuración de lo terrible. Lo hace con su arte habitual y esa elegancia narrativa inconfundible. No muy lejos de lo noir, ni de ciertas reminiscencias de la tradición que envuelve el concepto de casa en la larga trayectoria del terror fantástico, su propuesta es más que convincente y carga de angustia lugares comunes y dinamita la discusión sobre religiones y creencias con una bomba inteligente.

Bloque 3: El mortuorio

El descenso definitivo tras la caravana “voladora” y el estricto cristal existencialista. Perecemos en el nivel subterráneo en un sublime canto a la muerte, a su geografía y su significado: desde el cambio hasta el fin. La sensación de paz -incluso de hogar- revela una comodidad intuible -no previsible- del morador. El descanso, como no podía ser de otra forma tratándose de CAS, no sirve aquí como sinónimo: debajo de la capa de quietud impera el elevado ritmo de la descomposición, la densa y dura labor de construcción de la no-vida. Hundamos la mirada en sus tres generosos escarabajos.

Madeleine – Nieves Mories

Ay, Nieves, Nieves. ¡Nieves! Ay, Nieves. Cómo nos gusta Nieves en esta casa. Y eso es un problema: las expectativas tras Agujeros de sol y Asuntos de muertos -y relatos y relatos- son altísimas y difíciles de salvar. Madeleine no es excepcional en este sentido: la calidad y la belleza típicas de la autora cabalgan por cada párrafo. Madeleine y su… guardi… su cuidad… su amante. Su ángel exterminador. La construcción narrativa forjada con la voz directa a la cara del lector, la estrategia de hallazgo, la ruptura de la cuarta

pared, el eco periodístico… Qué barbaridad, Nieves. El relato de amor definitivo, con todo lo terrorífico que supone tamaña etiqueta. El remate de Poe es sencillamente idílico.

La Re-Unión – Amparo Montejano

De una maga a una hada: Amparo nos lleva hasta Galicia para hacer suya la semilla de CAS. La reunión explicitada en estas páginas es una perfecta leyenda costumbrista que bien merece el boca-a-boca entre lugareños y turistas. El prodigio técnico entre los dejes, las anotaciones de lenguajes no transparentes y los recursos de impacto visual es una maquinaria demoledora que destripa desvíos de atención. Y en ese equilibrio entre el qué y el cómo surge de nuevo el poderoso sentimiento de la venganza y la cara más amarga de la humanidad. Goethe introduce este paisaje hermoso lleno de tensión y oscuridad. Bienvenidos a Galicia, a Eternia, a la versión más ‘montejana’ de Ashton Smith.

La música de los muertos – Clark Ashton Smith

Traducido y adaptado por el incombustible Javier Jiménez Barco, este texto del Maestro es un lujo para todos los lectores de esta preciosa antología. Resulta una experiencia muy grata realizar el recorrido desde los homenajeantes hacia el homenajeado para acabar con ese sabor a trabajo bien hecho, a excelente representación cachito a cachito. CAS nos sumerge aquí en un grandioso ejemplo de su poesía, de su melodía palabrada, de su canto desde el más allá y el más acá. El derroche de estímulos que ramifica en este contexto musical es tan inabarcable como los propios caminos que dispone, que tiende como puentes mentales, el mosquetero de la pluma heterodoxa. Bendición para nuestros oídos.

***

Qué difícil se nos hace cerrar este libro. Tanto es así que vamos a dejarlo abierto, respirando y expulsando cosmos, sueños, radiación negra unos cuantos días. Tal vez semanas. Deseamos agradecer a todos los culpables su dedicación a tan espectacular homenaje a Clark Ashton Smith. Esta obra ya es una joya inmarcesible de su tiempo. Enhorabuena.

Altavoz Cultural

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