
¿Qué le interesa y qué le entretiene a Borja Echeverría fuera de lo puramente literario?
Disfruto de todas las formas de ficción. Aunque he tenido temporadas en las que he dejado la escritura y la lectura algo apartadas, nunca he dejado de ver cine y series. También me gustan mucho el teatro y los monólogos. Siempre me ha gustado cualquier cosa relacionada con la comedia. Por último, y a pesar de ser un tópico, reconozco que echo de menos viajar.
¿Cómo se desarrolla tu carrera literaria, como lector y como autor, desde sus comienzos hasta hoy? ¿Qué referentes y qué logros destacarías del camino?
De niño leía a menudo, pero en el instituto perdí la afición. Más tarde, durante la carrera, recuperé el gusto por los libros, y también me di cuenta de que quería escribir. Empecé con cortos, luego algo de teatro y ahora estoy bastante motivado con los relatos. Entremedias, he tenido varios trabajos de redactor para distintas webs, pero siempre en el terreno de la actualidad o lo publicitario. Disfruto más con la ficción.
El autor que me devolvió la afición a la lectura fue Julio Cortázar, con sus libros de relatos. También destaco a Terry Pratchett, por ser uno de los primeros escritores que me sacaron una carcajada. En cuanto a logros, me quedo con mi participación en la antología Visiones 2020, que me animó a presentarme a otras convocatorias. Además, estoy orgulloso de haber podido ver algunas de mis obras de teatro en salas alternativas de Madrid.
¿Cómo es tu proceso creativo genérico, usual, al margen de creaciones concretas? ¿Qué te ofrece especialmente el relato como formato literario?
Suelo partir de una situación que me parezca divertida o ingeniosa. Luego la voy desarrollando, pienso hacia dónde podría ir, qué personajes podrían protagonizarla… Si alguna de las cosas que se me ocurren me termina de convencer, sigo adelante y la pulo del todo.
Siempre me han gustado los formatos breves, como los cortometrajes y los relatos. Una de las ventajas de estos formatos es que te permiten contar pequeños gags, historias que de ser alargadas podrían acabar aburriendo o deshinchándose. Son una buena opción para cultivar lo cómico.
¿Cuándo y cómo surge De padres a hijos? ¿Por qué decides lanzarlo a la convocatoria de Relatos, Poemas y Altavoces?
Echaba de menos crear una historia que se sostuviese sobre todo con los diálogos, como en mis textos teatrales, así que hice este experimento. Anoté parte de la conversación de Rómulo hace tiempo, en una libreta. Decidí rescatarla e inventarme un par más, protagonizadas por personajes históricos.
Descubrí la sección Relatos, Poemas y Altavoces a través de Twitter, la investigué un poco y descubrí que daba voz a autores muy interesantes. Pensé que De padres a hijos encajaría bastante bien en este formato de historias breves.
¿Qué proyectos literarios tienes a corto, medio y largo plazo? ¿Dónde pueden encontrarte, seguirte y leerte nuestros lectores?
De momento, quiero seguir moviendo un poco mis relatos, ir dándome a conocer. He estado ojeando convocatorias y tengo pensado presentarme a unas cuantas. Más adelante, si saco tiempo, me encantaría escribir mi propio libro de relatos y tratar de publicarlo.
Los lectores de Altavoz Cultural pueden ver algunas de mis historias en las antologías Visiones 2020 y Orgullo zombi 2, ambas disponibles en Lektu. También publiqué un relato en el número 3 de la revista Opportunity, que se puede descargar en la misma plataforma.
Recomiéndales a nuestros lectores: a) tres obras de narrativa actuales; b) tres autores noveles; c) dos editoriales y dos librerías; d) una canción como BSO para De padres a hijos.
Obras de narrativa actuales:
–Ronda de noche, de Terry Pratchett.
–Spoiled brats, de Simon Rich.
–Las voladoras, de Mónica Ojeda.
Autores noveles:
–Quique Fernández.
–Bruno Puelles.
–Celia Corral-Vázquez.
Editoriales:
–Pez de plata (en especial su línea La risa floja).
–Libros del K.O.
Librerías:
–En Madrid, Librería Grant.
–En Pamplona, Katakrak.
Una canción como BSO para De padres a hijos:
–Father of mine, de Everclear.