¿Quién es Gabriel García Moreno, el hombre tras el autor Gabriel Navero, y qué intereses no literarios tiene? ¿Cuándo descubres la literatura y cómo comienzas tu carrera autoral?

La verdad es que la pregunta viene como anillo al dedo dado el nombre del relato. Se podría decir que Gabriel García Moreno es un profesor universitario de profesión y un diletante de afición, lo que imagino que responde a la segunda parte de la pregunta. Aunque, si tuviese que elegir, imagino que la música encabezaría la lista de mis intereses no literarios.

Es curioso, porque mi carrera autoral empieza a la par que mi carrera musical. En el ayuntamiento de mi ciudad natal, Albacete, organizaban un concurso para grupos de música. Yo tocaba con un pequeño grupo de amigos, la típica afición que mantienes desde adolescente, pero llevábamos muchos años y nos lo tomábamos muy en serio. Cuando decidimos apuntarnos al concurso de música, al ir a entregar la solicitud, me encontré con que el ayuntamiento también organizaba un concurso literario. Yo escribía algunas cositas en la soledad de mi cuarto sin hacer ruido ni contárselo a nadie, porque eran más reflexiones personales que textos con algún tipo de interés, pero, aun así, decidí probar suerte aprovechando el viaje. Durante los siguientes meses me olvidé de aquello y me centré en ensayar con mi grupo. Nos seleccionaron para el concurso de música y, el mismo día que ganamos la final, me enteré de que había ganado también el premio literario.

Al par de años dejé el grupo y me sentí un poco perdido durante un tiempo con respecto a mis inquietudes creativas, hasta que un día volví a encontrarme con otro concurso de relatos organizado por una librería local y volví a probar suerte. Estaba leyéndome Misery y flipaba con las descripciones que hacía Stephen King sobre el estado de duermevela del protagonista cuando estaba drogado, así que decidí hacer mi propia versión. Le eché una tarde y lo presenté. Volví a tener suerte, así que pensé: qué diablos, quizás valga la pena explorar este camino un poco más a fondo. Y en esas sigo.

¿En qué formatos y qué géneros te sientes más a gusto y qué referentes y qué imaginario (simbología, colores, lugares…) te acompañan en tu camino?

Bueno, empecé escribiendo poesía, pero tengo que reconocer que se me escapan las sutilezas necesarias para ser poeta. Así que, como siempre he sido consumidor de narrativa, me centré en el relato y, sobre todo, en la novela.

Mis referentes como autores son Eduardo Mendoza, Terry Pratchett y, pegando un volantazo, Ernest Hemingway. De los primeros me gusta el uso retorcido del lenguaje, y del último la sobriedad de su estilo. Mi imaginario incluye a menudo lugares comunes de la Mancha y una visión del mundo bastante jodida, aunque intento llevarla con humor. Como en mi día a día, supongo. Aunque, pensándolo bien, en ¿Y tú quién eres? el humor brilla por su ausencia.

¿Cómo es tu proceso creativo desde un punto de vista genérico, ajeno a una historia concretas? ¿Cómo surge y desarrolla ¿Y tú quién eres??

Bueno, necesito saber de qué voy a hablar antes de sentarme a escribir, tener una premisa. Antes solía bastarme con eso, pero últimamente trato de tener un esquema de los puntos principales que quiero tratar, los giros argumentales, un poco de trabajo de los personajes… Pero al final soy un desastre y acabo tirando para delante a mitad de proceso de preparación. Soy consciente de que el trabajo previo se hace notar en el resultado final, y mucho, pero me puede la emoción y las ganas de escribir y acabo tirándome a la piscina, especialmente con los relatos. Con la novela soy más disciplinado, porque si no luego me toca quebrarme los sesos y nunca acabo contento con el resultado.

¿Y tú quién eres? surge por vivencias familiares y se desarrolla en una tarde de escritura y una semana de corrección. Me gustan mucho los narradores deficientes y los vacíos semánticos, y probé a jugar un poco con eso. Me costó mucho dar la suficiente información para sugerir y no romper el efecto que buscaba, y aún no sé si lo he logrado, la verdad. Pero ha sido un juego divertido, aunque un poco triste.

¿Qué proyectos literarios tienes a corto, medio y largo plazo? ¿Dónde pueden encontrarte, seguirte y leerte nuestros lectores?

Pues a corto plazo estamos terminando de darle forma a Paizu, una colección de relatos cortos que publicará Carlinga Editorial. Se trata de tres relatos basados en un mundo distópico en el que una red social de gamificación, Paizu, arrasa entre la población. La plataforma puntúa cada acción llevada a cabo por los usuarios, teniendo en cuenta variables como el rendimiento, el tiempo, o la acción en sí. Bebe de la idea de Un Mundo Feliz de Huxley, la distopía aceptada de manera voluntaria por la población. Los relatos forman una suerte de narración río y tienen un estilo muy sobrio, diría que frío, tratando de estar en sintonía con el contenido de la obra. Espero que salga pronto, aunque aún no hay fecha.

A medio plazo tengo que terminar de escribir la novela que presentaré como Trabajo de Final de Máster para el máster de Escritura Creativa que estoy realizando en la Universidad de Sevilla. Es lo que más difiere de cualquier otra cosa que haya escrito hasta ahora, y ya es mi segundo año trabajando en ella, pero estoy muy contento con el resultado hasta ahora.

De momento, pueden encontrarme en Twitter como @gabgarmor

Recomiéndales a nuestros lectores: a) dos autoras y dos autores, actuales en todos los casos; b)dos novelas y una antología de relatos; c)dos editoriales y dos librerías; d)una película que haya adaptado un libro.

a) Recomiendo encarecidamente como autoras a Mariela González, una escritora enorme de narrativa y ensayos, y a Almudena Grandes, que no necesita que la recomiende nadie, pero sigue siendo para mí el nombre con mayúsculas de la novela histórica española. De autores recomiendo al mejicano Juan Riviera, el mejor escritor de narrativa que he tenido la suerte de conocer personalmente, y a Pablo Sánchez “Caja Negra”.

b) Las dos novelas que más impresión me han causado han sido Pedro Páramo, de Juan Rulfo, archiconocida en Latinoamérica, pero un poco olvidada fuera de los círculos académicos por el ego colonial en España, y La Guerra de las Salamandras, de Karel Capek, divertídisima y eterna adelantada a su tiempo. Y, ya que con las novelas me he arriesgado poco, con los relatos me voy a arriesgar menos, y recomiendo El Aleph, de Jorge Luis Borges.

c) Si tengo que elegir dos editoriales, elijo sin duda la editorial Cerbero, que ha sido desde hace unos años un enorme soplo de aire fresco al panorama de la literatura de género en español, y la editorial Carlinga, que hace un verdadero esfuerzo por cribar entre la maleza en busca de autores noveles con algo que ofrecer. Las librerías quedarán lejos a la mayoría, pero son librerías locales de Albacete, una es la librería Popular, mítica entre los lectores de Albacete, y la otra es la librería Nemo, que tiene siempre una selección sencillamente increíble de narrativa, novela gráfica y ensayo.

d) Es para matarme por el cliché, pero escojo El club de la lucha. La forma de adaptar a lenguaje cinematográfico la lengua quemada de Palahniuk que tuvo Fincher es abrumadora. Película y novela juegan en ligas elevadísimas. Para quien no conozca la novela, corred a comprarla ahora mismo, os cambiará la forma de ver la enormérrima adaptación de David Fincher.

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