Nuria Díaz

-Lunwerg-

II Jornadas Ilustración y Universo Creativo

-Altavoz Cultural – septiembre 2022-

Si conoces un poco al director y te apasiona aunque sea un mínimo el toque tan especial que tienen sus películas y quieres saber más o, por ende, eres un fanático de Wes Anderson este es tu libro.

Un libro que se presenta como un hotel en que espacio a espacio la autora e ilustradora te va haciendo entrar en el mundo del director, contándote curiosidades, detalles y analizando todo con una gran maestría.

El libro es dulce, porque la mano de Nuria es así, sus ilustraciones son dulces y con colores apagados que no paran de llamar tu atención; es maravilloso.

Es un libro que puedes disfrutar muchísimo, además de notar que está hecho con cariño. A mí simplemente me ha encantado.

Rut Alameda, directora de Altavoz Cultural

Entrevista a Nuria Díaz

¿Cómo fue, desde cero, el proceso creativo de El Gran Hotel Wes Anderson?

El libro partió de un encargo que me hizo la editorial Lunwerg. Unos años atrás, tuve la oportunidad de conocer a su editor, que vio mi portafolio de entonces; en ese portafolio había una ilustración de Moonrise Kingdom. A la hora de encargarme el libro me dijo que se había quedado con aquella ilustración y que había pensado que mi estilo encajaría muy bien en un libro sobre el director. Del libro recuerdo hacer a la vez tanto el texto como las ilustraciones. Sí que es verdad que tenía ilustraciones en la cabeza que quería hacer sí o sí, entonces busqué un poco la manera de que pudiesen aparecer. Una vez que hice la estructura del libro, al darle forma, pensamos que sería estupendo que el libro formalmente fuese como un hotel, que el lector entrase por la puerta/portada (por eso el troquelado de la cubierta) y que en cada una de las habitaciones se hablase de un tema diferente.

¿Dirías que tienes algo en común a la hora de ilustrar con el arte de Wes Anderson?

Sobre todo los tipos de planos y los colores que utilizo. Eso a la hora del estilo, en cuanto a las temáticas, también me gusta mucho mostrar a personajes solitarios y atormentados, aunque mis ilustraciones tengan un punto naif, siempre intento aportar una segunda lectura más allá del plano formal. 

Vamos con un pequeño bombardeo: ¿Qué otros artistas te inspiran a la hora de crear? ¿Cuál es tu museo favorito? ¿Qué escuchas cuando trabajas?

Me inspiran muchas cosas, desde el cine, hasta los paseos cotidianos. Me gusta el arte, la ilustración, la literatura, la música… bebo un poco de todas estas fuentes. En cuanto a museos, mi favorito por excelencia es el Prado. Cada vez que voy a Madrid es una visita indispensable. Y cuando trabajo no escucho música, la música me emociona demasiado. Prefiero escucharla en otras circunstancias. Pero sí que me pongo algún podcast.

¿Cómo ha sido trabajar con Lunwerg?

La experiencia fue maravillosa, con libertad absoluta y con mucho apoyo. Era mi primer libro como escritora e ilustradora y pasé muchos nervios y con el síndrome del impostor constantemente acechando.

¿Cómo has vivido la promoción de la obra en esta época tan complicada para los eventos presenciales: ¿Qué le pides al nuevo curso?

Las presentaciones son, sin duda, lo que peor llevo de mi profesión. Soy una persona muy introvertida y no me siento cómoda con la exposición pública, me provoca mucha ansiedad. Me gusta hacer libros, yo cuento a través de las imágenes y esa es mi profesión. A veces siento que últimamente los ilustradores tenemos que ser super conocidos o ser unos buenos comunicadores tipo influencers, y la gente se estresa mucho con esto. Eso está muy lejos de lo que yo quiero para mi carrera. Por eso no me siento cómoda hablando de mi trabajo frente a un público, porque una vez que un trabajo se publica, ya forma parte del lector, que lo completa con su lectura y su experiencia. 

¿Qué crees que es lo mejor de ser ilustradora en España? ¿Y lo peor? ¿Qué cosas crees que deberían cambiar?

Lo mejor es sin duda la libertad creativa. Casi siempre he podido hacer lo que yo he querido, creo que eso es vital. Lo peor es, sin duda, los presupuestos ridículos que se pagan en España, que hacen que tengamos que buscar trabajo fuera, todos los temas administrativos y de autónomos, que nos ahogan con las cuotas desorbitadas, y el escaso reconocimiento a la profesión del ilustrador, que está ninguneada constantemente. No es nada fácil y hay que hacer un trabajo interno muy bestia porque puedes caer en la trampa de estar trabajando constantemente y que confundas tu valía personal con la profesional. 

¿Qué proyectos tienes a corto, medio y largo plazo?

Estoy con varios libros sobre la mesa, no puedo contar mucho más. Tampoco suelo pensar a largo plazo, porque esta profesión es tan inestable que ¡a saber! Con poder seguir viviendo de ello sería genial.

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