-Dos Bigotes-

-Jornadas de la Mujer 2023-

Qué ganas tenía de desentrañar un libro de ciencia ficción en estas Jornadas que tuviera una temática utópica con un transfondo feminista. Ese libro es Codicia. Porque nos habla de la violencia ejercida en el cuerpo de las mujeres en una sociedad que las utiliza para procrear en una especie de vivero, y que cuando ya no valen por los trabajos (bebés) que han tenido les dan la posibilidad de tener un trabajo digno, pero si no es así, viven en la periferia, tienen una vida de mierda y como mucho no van a durar más de cuarenta años porque el planeta está hecho una verdadera porquería y, además, su cuerpo va a ser un campo de batalla; por lo tanto, lo normal es que te violen, te asesinen y te traten como esclava, que ya en la primera opción del vivero… pues ya lo eres, ¿no?

Así que lo primero que vemos es que Luz llega a la tierna edad de 12 años, que vive con sus padres tranquilamente y estos deciden llevarla al vivero porque en una prueba le detectan que puede tener hijos. Pero antes de eso nos encontramos a unos padres que tienen una relación poliamorosa con otras personas y que Luz tiene un tío que es trans. Todo muy orgánico, nada forzado: ya es sorprendente encontrarte con algo así y, aunque pase de puntillas, a mí me gustó porque para la protagonista es algo normal, aunque sabe acerca del debate que existe sobre el género y el sexo en la sociedad en la que vive.

De la experiencia en el vivero pasamos a la trama de unos seres que son capturados, seres que parecen “súper-mujeres” pero hechas de vegetal, que además están criadas con una inocencia y una sabiduría alucinantes, que van en un barco y empiezan a ver que la sociedad compuesta en ese momento se cae por todos los lados: la gente enferma y la tiran al mar de plástico, a la única mujer la violan, de hecho… Estos seres tienen una ética muy, muy definida y muy, muy feminisita, ya que montan una revuelta porque no les está gustando que vayan así a por ellas. Cabe señalar que estas “súper-mujeres” tampoco entienden de género, sino de amor. Vamos, una maravilla de personajes.

Basándonos un poco en este panorama inicial, encontramos una búsqueda de la verdad, de la igualdad, de la lucha por el cambio y una historia que está ciento por ciento hecha para que sea circular: empiezas perdido y la narración te va guiando paso a paso y cuando te quieres dar cuenta acabas el libro sin dudas, porque la obra se explica sola.

Vaya, que es un librazo. De los que más me ha gustado leer en mucho tiempo y de los que te lees en dos días porque te cautivan de verdad y conectan con esa parte de tu cerebro que te hace disfrutar y que no quieres abandonar. Si aún no te has leído Codicia, no sé a qué estás esperando.

ENTREVISTA A MARÍA REIMÓNDEZ

Fotografía de Iván Reymóndez

Bienvenida a Altavoz Cultural, querida María. Nos gustaría comenzar preguntándote por cómo se gesta Codicia desde cero, desde ese primer estímulo que te lleva a escribirlo, y por cómo ha sido su proceso creativo paso a paso una vez te dispones a desarrollarlo.

Muchas gracias por acogerme en vuestro espacio. Para explicar el origen de Codicia (Cobiza, en su versión original en gallego) tengo que retrotraerme a ciertas cuestiones que tienen que ver con la totalidad de mi obra literaria. Desde hace más de una década estoy inmersa en un proyecto que se llama “O ciclo dos elementos” que componen varias novelas independientes e interdependientes. Son novelas de personaje, bastante introspectivas y ambientadas en la contemporaneidad. Es un proyecto complejo y del cual necesito tomarme un respiro creativo de vez en cuando. En ese contexto, Cobiza/Codicia respondía a una necesidad de explorar la polifonía y otros espacios.

A nivel más concreto, el universo de Cobiza/Codicia es cierto que llevaba ya bastante tiempo conmigo, simplemente por mi observación de la realidad y mi participación en movimientos feministas, LGBTQ y ambientalistas tanto en Galicia como en ciertos lugares concretos de eso que llaman “el sur global”. Tampoco puedo evitar mencionar que como intérprete de conferencias que soy, a menudo estoy en contextos científicos que me hacen conocedora de avances o de cuestiones que son poco visibles, como la regeneración experimental de hueso animal a partir de materia vegetal.

¿Qué es lo que más te interesa de la Ciencia Ficción como posibilidad literaria para desplegar el enfoque temático del feminismo y de la diversidad sexual? En este contexto, ¿qué ha sido lo más complicado de escribir para ti dentro de la órbita de Codicia?

Para mí los géneros (con perdón por el juego de palabras intencional) son solo carcasas. Me interesa mucho okuparlos y, en el caso de los literarios, dinamitar las estructuras que tradicionalmente han utilizado los hombres y el patriarcado para narrar. En el caso de la ciencia ficción hay una larga tradición de escritura feminista, en gallego tenemos autoras como Cris Pavón o Uxía Casal que han transitado maravillosamente esos caminos. En el sur global también es un género muy fértil porque permite no solo proyectar (en el género distópico) sino también esbozar mundos en los que nosotras (defínase como se defina ese término, pero siempre desde la no-hegemonía) estamos en el centro.

En ese sentido, en Cobiza/Codicia me interesaba no centrarme tanto en el horror distópico (que lo hay) sino en la mirada ajena, extranjerizante, de lo no-humano, de los árboles y de lo vegetal. Eso ha sido un ejercicio, más que complicado, interesante.

¿Qué combinación de imaginario, influencias y convicciones personales en torno a cualidades y valores te llevan a construir tal y como es el personaje de Luz?

El personaje de Luz tiene muchas cosas de mi visión del mundo, es la voz de todo el texto más pegada a la mía. Su imaginario parte de la realidad de vivir en un país, Galicia, que lucha constantemente contra discursos que vienen de fuera y capitales que constantemente acaban arrasando con el medio natural. Ese proceso de desposesión política te hace muy rebelde cuando te haces consciente de él y te conectas a otras. Mi filosofía política también parte de analizar el privilegio, siempre, y usarlo para un fin colectivo. Todas las personas, con pocas excepciones, tenemos algún reducto de privilegio y, siempre, capacidad de actuación. Incluso en la situación más desempoderante, es importante recordar que tenemos poder, por pequeñito que sea. Dependiendo de cómo lo utilicemos, de con quién nos aliemos, el mundo se moverá en un sentido o en otro. Las decisiones de Luz creo que están marcadas por esa idea, la de ser consciente de dónde vienes, del poder que tienes y de si lo vas a utilizar para mantener el sistema o dinamitarlo para beneficiar a quien se ha visto excluide de una vida digna.

¿Qué peso específico le concedes a tu labor como traductora en términos de bagaje y experiencia lingüística que puede enriquecer tu propia forma cuando ejerces como autora en tus obras? En este sentido, ¿qué grado de experimentalismo presenta Codicia en su lenguaje, dado además el particular contexto que permite un mayor espacio para la innovación?

Ya he mencionado la importancia de mi trabajo como intérprete para la formulación de ideas. La traducción escrita, a la que también me dedico en menor medida, te obliga a abrir el lenguaje y explorar derroteros que tú misma no encontrarías de otro modo. Eso ayuda a adquirir gran pericia lingüística, aunque en mi caso esa pericia la tengo sobre todo en gallego.

En el caso de Cobiza/Codicia, la experimentación con el lenguaje está presente sobre todo en el desarrollo de las diferentes voces, que también en la traducción al castellano he tenido que irlas encontrando. Y, por supuesto, en la creación de un lenguaje sin géneros, que es lo que observan los seres completos. Era interesante para mí también trasladar su contaminación humana (como yo la llamo, jaja) a su manera de hablar a medida que avanza la novela. Pasan de no entender las divisiones a ir utilizando palabras en femenino o masculino para designar personas según se van socializando y conviviendo con seres humanos.

¿Cómo consideras que se inserta Codicia en el panorama literario actual, tan saturado por momentos de obras que proponen diferentes acercamientos y reivindicaciones en torno al gran foco que es el feminismo como núcleo, como motor discursivo en sí mismo?

La verdad es que esta pregunta me resulta difícil de contestar fuera de mi sistema literario, que es el gallego, y el nuestro es un sistema ciertamente particular. Desde siempre ha existido esa gran pulsión revolucionaria feminista que comienza con la mirada implacable de Rosalía de Castro, esa gran autora crítica total en cuanto al género, la clase social y la colonialidad (desde ridiculizar el orientalismo a poner en una de sus novelas un retrato asqueante de un hombre enriquecido por la trata de esclavos). A pesar de los intentos de silenciamiento doble (por visión feminista y, fuera de nuestras fronteras, por nacionalismo español), en Galicia hemos creado un espacio feminista literario bastante biodiverso. Es este un espacio en el que los feminismos siempre han sido interseccionales, pues la lengua es un eje de intersección fundamental con el territorio, el ecologismo, la clase… Nuestro mundo literario vive muy lejos de lo comercial y entre el público lector en gallego interesan temas que en otros lugares se ven como “de nicho”. En ese sentido, Cobiza/Codicia ha encontrado con facilidad su espacio. Lo único que nos falta son los apoyos institucionales y sociales para que la lengua pueda pervivir, para que la diversidad lingüística, tan vinculada a la natural y tan presente en Cobiza/Codicia, pueda florecer sin ataques permanentes, internos y externos.

¿Qué tres palabras utilizarías para describirle Codicia a quien no la haya leído aún? ¿Qué tres utilizarías para motivar a una autora novel que sí lo haya hecho y gracias a ello haya descubierto todo un mundo de posibilidades?

Esperanza, poder, bosques. En los dos casos, seguramente, jaja.

¿Cómo ha sido tu experiencia editorial con Dos Bigotes? ¿Qué recorrido le auguras a la obra en estos próximos meses llenos de ferias, eventos, presentaciones…? ¿Dónde puede encontrarte y seguir tus pasos nuestra comunidad lectora?

La experiencia ha sido estupenda. Existen muchos prejuicios y barreras para las autoras que escribimos en lenguas no hegemónicas, también mucho mal trato cuando estas se superan. Para mí, que ya llevo mucho tiempo publicando y he tenido diferentes experiencias en ese ámbito, esta ha sido estupenda. Me he sentido muy acompañada, acogida y respetada. Algo que se supone que es la base de un trabajo profesional y enriquecedor a nivel humano, pero que no abunda tanto.

Tengo muchísimas ganas de seguir trabajando con ellos y de seguir acompañando la obra en castellano porque cada traducción, al idioma que sea, me provoca muchísima curiosidad. Me gusta mucho el contacto con la gente que lee, me enriquece muchísimo. Ahora mismo estoy en pleno lanzamiento de la segunda parte de Cobiza, Multitudes, que acaba de publicarse en gallego, así que es súper interesante estar tan inmersa en el mundo de Codicia. Espero poder estar presente en tantos eventos como el espacio/tiempo permita, solo queda que me inviten. Hasta entonces, podemos estar en contacto por redes sociales y en Galicia en las próximas presentaciones de Multitudes, que empiezan ya este mes.

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