Iván Narváez
-2Cabezas-

Seis terrenos, seis palas, seis picos, seis hoyos, seis cuentos. 2Cabezas vuelve a dar de lleno en la diana social para apuntarse su enésimo tanto en forma de propuesta literaria impecable, feroz, tan necesaria. En esta ocasión nos presenta a Iván Narváez, cuyo dominio del cincel narrativo hará las delicias de los más entrenados y asombrará a quienes aún acampen en el tedioso escepticismo que estigmatiza la conjunción de historias de marca diversa, desde la venganza hasta el humor negro, desde las raíces históricamente discutidas hasta el asqueroso entorno laboral mancillado por tipejos sin escrúpulos. Todo ello y mucho más abarca Excavamos más profundo, una antología sencillamente genial que nos empuja hasta la más excepcional sospecha: ¿nos ha gustado algún cuento más que los otros? La respuesta es: no. No, Iván Narváez halla el equilibrio perfecto de tal modo que resulta improbable decantarse por alguna de las piezas en detrimento de las demás, dada la necesidad de reconocer el mensaje final de cada una y, desde luego, un estilo que no cede un milímetro a la apatía.
Seis cuentos, seis, seis palazos, seis: de los cuales el quinto (por necesidades contextuales, cuantitativas e intralegendarias) es el que recorre la mitad de la extensión total de la obra. Seis cuentos, seis, seis picotazos, seis: distribuidos en fechas que ubican la acción comprendidas entre 2002 y 2018. Seis, seis maravillosos cuentos comunicados en tercera persona excepto el segundo, narrado en primera por su protagonista, Eddy Pereira, a su vez excepcional por su propio carácter villanesco, antagónico, en comparación al resto de primeras espadas que focalizan las respectivas tramas, víctimas de y/o en todo caso personalidades alineadas con un firme sentido de la justicia, la rebelión y la imprescindible venganza. Seis cuentos, seis, que parten de la gran premisa que otorga el hilo conductor desde el título hasta los detalles más minúsculos (des-enterrados, des-enterrables): ese contraste arqueología vs. paleontología en el que se proclama que la segunda excava más profundo. Sigamos sus huellas.
AMMONITES
Nuestra primera, y quizás más empatizable, figura protagónica se llama Natalia Sznyrowska; es polaca y le debe a su abuela una máxima vital que dirigirá su destino en forma de hélice: autoestima-resistencia-venganza. Su pasión le llevará a tierras ajenas para perseguir sus objetivos. Un par de hijos de puta se sucederán para intentar joder su vida y, con ello, arrasar todo atisbo de sueño cumplido. La estructura del texto, fascinante, alternará para nosotros un ahora centrado en la preparación del guiso de Natalia en la cocina y una cascada de flashbacks que revelarán sus orígenes y fatales pasos por el infierno humano hasta el presente. De apenas tres personajes co-principales (Natalia +2), observaremos otro de los comportamientos censurables en esa masa grupal que envuelve la segunda etapa y más reciente del martirio: ese grupo de compas que no reaccionan ante la evidencia y son solo comparsa temerosa que aguarda el milagro. Pero en estas historias no hay espacio para los milagros, solo cabe la lucha.
CONCAVENATOR
Un triángulo (1 +2) bien distinto es el que plantea la maliciosa aventura de Eddy Pereira: el guaperas y la chica deseada serán los dos polos de un mismo escenario teñido de narcisismo. Un relato apasionante en ritmo e imágenes, plagado de sabor agridulce en sus puntos más conflictivos: lo macabro, lo inmoral, el desenlace y el supuesto trofeo aguardando, el acoso, la envidia, la tecnología vilmente empleada y una trampa de amor degenerado. Brilla el texto que mueve la voz de Eddy Pereira por el otro lado del universo actoral/mediático en tanto en cuanto permite una inmediata contraposición con su precedente: Natalia y Eddy pertenecen a realidades y motivos ciertamente alejados. Sin embargo, pequeñas ratitas lectoras, Excavamos más profundo logra otro hito inesperado: los personajes que encarnan estas páginas no son tan diferentes…
PTERODACTYLUS
Saltamos al frenético día de Eva -nada como soltarnos en pleno trayecto de metro para sentir el estrés que pica a la joven protagonista-: se dirige a una entrevista de trabajo. El otro pilar (y único de la orilla de enfrente, siendo este cuento el único que presenta dos personajes sin mayor acompañamiento, ni siquiera implícito [véase el siguiente cuento]) es su entrevistadora, Rosa, de RRHH de la empresa meta. En su desarrollo y muy especialmente en su desenlace disfrutamos del máximo esplendor de ingenio derrochado por Narváez. Agudeza, sentido del humor retorcido, originalidad y descaro sirven en bandeja uno de nuestros finales predilectos: sentimos debilidad por este como la sentimos por el desenlace de AMMONITES (muy similar en facto y tono al del último texto (COPROLITO), dos remates mujer vs. hombre de belleza incomparable; además: ambos tejidos con la misma mecánica estructural anteriormente citada en la descripción del primero, si bien COPROLITO pone los ojos pretéritos en el cabrón) como la sentimos por la resolución de ICNITAS, el que sigue, con el cual consideramos que podría hacer buena pareja a modo de islote interno [AMMONITES y CONCAVENATOR / PTERODACTYLUS e ICNITAS / TENDAGURU y COPROLITO, por razones diversas que atañen a técnicas, esencias y perspectivas que no trataremos aquí y preferimos dejar a la habilidad particular de cada lector]. ¡Me encanta Iguanosaurus!
ICNITAS
Este es el cuento del 2 (+1) con tremendo peso para esa ausencia en lo que a efecto sobre la trama se refiere. Estamos ante los primeros personajes innominados (tampoco recibiremos nombres para los que pueblan el sexto y último cuento), reducidos a la identificación vía profesión (sicarios/matones/). Su unión proyecta las virtudes del mejor dúo de la antología: opuestos, tan complementarios, hacen de su rutina todo un viaje de oscuridad y comicidad que desprende calidez y sordidez a partes iguales. No contaban con el factor parlanchín, mucho menos con el factor descubrimiento de conocimiento (nada como la curiosidad para agitar conciencias). El desvío de intereses (o de prioridades) será la cruz tras las huellas, los martillazos y el respeto por el patrimonio. Ah, el patrimonio… No jodas con la mujer del jefe, pero no jodas con el patrimonio. Nunca.
TENDAGURU
Tanzania vs. Alemania: el enorme combate de la antología alrededor del fuego. ¿Recordáis lo de aprender, lo de surtirnos de conocimiento? Pues aquí conoceremos la leyenda de Mokèlé-mbèmbè, máxima exponente de cuanto nos entrega Narváez en estas páginas desde su sabiduría. Una cena, unos periodistas, unos profesores, unos asistentes tanzanos, una discusión, una caza final. El ego, ese bastardo. El apropiacionismo, esa mala costumbre. Un poco de vodka. Mucho vodka. La acción, abundante y salvaje, compite con el terror en esa búsqueda de calificación hacia géneros absurdamente excluyentes en términos de predominancia: porque el inicio da mucho miedo, el desarrollo (por un momento a lo Predator, pero más rudimentario) eriza y fomenta escalofríos y el final concluye magistralmente el impacto causado. El personaje colectivo, tan difícil de manejar con eficiencia, es integrado mediante la quirúrgica labor de destape de desavenencias internas al grupo predeterminado: es decir, el conflicto no nace del choque de B cuando contacta con A y su terreno preparado, sino que florece desde dentro de A y es sacudido, jaleado, por el clima generado, ya sí, en compañía de B. La curiosidad vs. la incredulidad. El desprecio. La supremacía. Qué hermoso tajo en el cuello de los amos.
COPROLITO
Lo hemos ido desvelando a trozos porque conecta maravillosamente con AMMONITES (gemelo en forma, mellizo en óptica y conclusión), con la observada carencia de nombres ya pautada ICNITAS y con el gremio académico desplegado en TENDAGURU. A los capullos hay que castigarlos. Hay que castigar a los capullos. El abuso de poder es uno de los salvajes mantras sociales que cabalga por las llanuras de Excavamos más profundo: en COPROLITO toca techo hasta resultar repugnante. Su vertedero universitario pende de tres piezas (una de ellas, el catedrático conseguidor/facilitador, opera en la sombra, como el cuerpo sin vida que arrastran por el bosque los malosos de ICNITAS): las dos proactivas constituyen la principal figura despreciable -acaso es este protagonista el mayor epicentro de su tifón respecto de cómo entendemos el resto de primeras figuras- y la masificada/colectivizada configuración del alumnado cuerpo femenino universitario. De esa siempre insuficiente masa emergerá una final girl anti-canon, prima lejana de Natalia Sznyrowska, heroína por derecho, receptora de esta ovación cerrada mientras arrojamos, ufanos, coprolitos. El retrato en movimiento del ajusticiado reúne suficientes características como para ser considerado otra de las grandes formas de terror expuestas en Excavamos más profundo (junto a la ingente muestra de TENDAGURU; por supuesto, junto a la insoportable secuencia encarnada en Natalia).
2Cabezas no desatina ni un milímetro: Narváez se suma a esa lista de Babianos, Angueras, Sepúlvedas… que se inyectan como delicioso veneno en las venas del panorama literario. A continuación os dejamos con Iván, que excava más profundo que nosotros mismos en su magnífica obra.
Altavoz Cultural
ENTREVISTA A IVÁN NARVÁEZ

Bienvenido a Altavoz Cultural, querido Iván. ¿Cuál es el germen de motivación que te lleva a escribir Excavamos más profundo? ¿Cuál es el estímulo creativo que atraviesa los seis cuentos como conjunto y, particularmente, cómo decides tratar concretamente esas seis historias en esos seis contextos?
En primer lugar, muchas gracias por invitarme a hablar de “Excavamos más profundo”. Se trata de un libro que recopila seis relatos cortos escritos durante los últimos años y que, en realidad, no estaban pensados para publicarse. Aunque desde siempre me ha gustado escribir, la realidad es que encuentro poco tiempo para dedicarme a ello. Algunos relatos los he hecho expresamente para participar en certámenes o concursos y otros han surgido en momentos en los que se me han ocurrido historias o ideas muy claras y he sacado ratos para desarrollarlas. El caso es que, con el tiempo, tenía una docena de cuentos breves por ahí y hablando con la gente de 2Cabezas en una feria de autoedición quedamos en que les enviaría unos cuantos para ver qué les parecían. Al poco tiempo me escribieron mostrando su interés por ellos y seleccionamos los seis que se han incluido en el libro. Desde que comenzaron con la editorial, me ha flipado lo que han ido publicando y me ha hecho mucha ilusión poder sacar “Excavamos más profundo” con ellos. Así que desde aquí mi agradecimiento eterno a 2Cabezas.
Los seis relatos no guardan relación entre sí, pero todos tienen a la paleontología como nexo común. Yo me dedico al estudio de vertebrados fósiles, y como se suele decir “la cabra siempre tira al monte”. Por ello, aunque no sean historias sobre paleontología, sí que en cada uno de ellos hay referencias a dicha disciplina. Me divierte el hecho de integrar elementos paleontológicos dentro de tramas cotidianas y totalmente ajenas a este campo del conocimiento, sin que lleguen a cobrar auténtico protagonismo más allá del título.
Venganza, crueldad, abuso de poder, apropiacionismo históricocultural, humor, conservación del patrimonio… ¿Cuál fue el texto más sencillo de producir por tu parte y cuál te resultó especialmente complejo, por el motivo que fuere? ¿Con qué personaje has disfrutado más desde la perspectiva autoral?
Por lo que me ha ido contando la gente que lo ha leído, parece que a lo largo del libro se van encadenando historias con un punto de angustia o desazón. Creo que el relato más sencillo de escribir fue “Pterodactylus”, que si bien acaba mostrando una situación desagradable, está narrado con una perspectiva algo más cómica, con la que me encuentro más cómodo. Por otro lado, recuerdo que la escritura de “Concavenator” fue complicada, ya que no resultó fácil meterse en la piel del protagonista del relato para narrar en primera persona sus desvaríos. En cuanto a personajes, me quedé con las ganas de desarrollar algo más a los protagonistas de “Icnitas” y, en concreto, al sicario atraído por la paleontología. Me resultaba curioso jugar con la idea de que en la última conversación con su víctima hubiese descubierto su fascinación por los restos fósiles.
Nos cuesta mucho, honestamente, seleccionar uno de los cuentos para detenernos en él, dado que nos han gustado al mismo nivel, sin preferencias… En cambio podemos extraer estas dos cuestiones que atraviesan el contenido de varios: en primer lugar, ¿cómo ha sido la elaboración de la figura de la mujer que recorre el libro desde diferentes roles, tramas y problemas sociales? Por otro lado, ¿cómo ha sido el tratamiento del poder, en su sentido más amplio, como uno de los elementos más determinantes para establecer ese binomio «causa-efecto» o, incluso, «crimen-castigo»?
En la idea inicial de cada relato comienzo a visualizar a los personajes, y, en algunos, veo de forma inequívoca a mujeres en el rol principal. Quizá el personaje femenino más potente del libro sea Natalia, la protagonista de “Ammonites”, una joven estudiante de paleontología que llega a Madrid huyendo de la violencia de género. No me resultó fácil tratar una temática tan delicada, pero me interesaba abordarla dentro de un contexto académico, con personajes universitarios, ya que es un problema que trasciende estratos sociales o educativos.
Por otro lado, en “Pterodactylus”, siempre vi al personaje principal como una mujer decidida y segura de sí misma que se ve abocada a una situación incómoda e inesperada, que, en este caso, es provocada por otra mujer. No me imagino este relato con otros personajes.
Es cierto que en la mayor parte de las historias se pueden encontrar situaciones de abuso de poder en diferentes escenarios, ya sea en el ámbito laboral, social o afectivo. Y en alguna de las tramas la forma de enfrentarse a ello es a través de respuestas violentas o vengativas. Mi intención no era señalar estas decisiones como correctas, sino provocar una reacción en la persona que está leyendo, y ver hasta qué punto está de acuerdo con acciones claramente reprobables, pero que buscan justicia en cierta medida.
¿Cómo consideras que se inserta Excavamos más profundo en el panorama literario actual? Ah, ¿cuál es tu dinosaurio favorito?
Como comentaba, el libro no tenía ninguna pretensión y no parece tener una temática definida. Hay relatos que se acercan al pulp como “Tendaguru”, ambientado en parajes africanos y con un misterio que acecha al equipo de la campaña de excavación, y otras historias que son más costumbristas y con un punto crítico. Espero que guste a la gente que haya decidido arremangarse y excavar más profundo a través de las páginas del libro, y que me pueda servir de motivación para seguir escribiendo alguna cosilla más en el futuro.
Sobre mi dinosaurio favorito, encuentro problemas a la hora de decidirme sólo por uno. Siempre me han gustado mucho los saurópodos en general y bichos como Deinocheirus o Therizinosaurus, pero en los últimos años, quizá por cercanía o porque he estado implicado en su estudio, me quedo con representantes ibéricos como Morelladon, Vallibonavenatrix, Lohuecotitan o Concavenator.