
¿Cómo y cuándo nace Perdiendo El Rumbo y sobre qué pilares se asienta? ¿Qué la hace genuina respecto de otras revistas literarias?
Perdiendo el rumbo nació a principio de este año, en el que me empecé a replantear crear un blog literario, pues hace años intenté crear uno, pero no terminó de cuajar. En este caso quería algo diferente, algo con lo que pudiera hacer otras cosas aparte de reseñas y entrevistas, algo en lo que toda la comunidad lectora pudiera participar. Ese es el pilar fundamental de Perdiendo el rumbo: crear un espacio relacionado con la literatura juvenil en el que no solo los redactores habituales escribamos. Prácticamente los colaboradores varían por completo en todos los números y creo que eso es muy bonito, que todo el mundo quiera aportar su granito de arena.
Respecto a qué hace especial Perdiendo el rumbo creo que es la cercanía, las iniciativas y la filosofía de que estamos aquí para ayudar a los autores a que encuentren un espacio donde hablar de sus novelas. Tenemos la sección de promoción de autores noveles, que, yo al menos, no he visto en ninguna revista, además de que ellos saben que su viaje con nosotros no acaba en el momento en el que el número se publica, luego pueden colaborar escribiendo artículos, reseñas o incluso a veces les hacemos entrevistas o les ayudamos en la promoción de alguna obra. Saben que siempre pueden acudir a nosotros.
¿De qué forma ha repercutido vuestra formación académico-profesional en el desarrollo de esta iniciativa? ¿Cómo lo han hecho vuestros gustos e intereses literarios?
Los estudios han repercutido, por supuesto, de hecho, si no estudiara lo que estudio, creo que no me habría lanzado con una iniciativa así. Yo estudio lengua y literatura española, un grado universitario en el que aprendemos los secretos de la redacción, la corrección y un poco la maquetación, aunque esta última ha sido más por mi cuenta. Además, esta carrera me ha transmitido un nuevo conocimiento en lo que al ámbito profesional se refiere, pues cuando entré en ella tenía muy claro que quería ser editora y ahora he descubierto muchas otras salidas que me encantan. Una de ellas es la de redactora y así fue como me lancé con este proyecto, la creación de una revista literaria. A partir de esa decisión es cierto que he recibido mucha ayuda.
Por supuesto, los gustos literarios han influido mucho, de hecho, Perdiendo el rumbo es una revista dedicada a la literatura juvenil, que es lo que a mí y a mis colaboradores nos encanta. Podríamos ampliar el rango, pero lo cierto es que disfrutamos demasiado de libros juveniles y, además, es lo que hemos leído toda la vida y en lo que más conocimiento tenemos. Creo que esto es muy importante, pues a menudo autores nos escriben proponiendonos una colaboración con sus obras que no son de corte juvenil y siempre respondemos lo mismo: hay muchas otras iniciativas que valorarán esa obra, pero nosotros no somos los adecuados, pues cuando lees algo que no te apasiona no te transmitirá lo mismo y para eso existe la literatura, ¿no?, para hacernos sentir.
¿Cómo es el proceso de confección de cada número de la revista desde su planificación hasta su resultado final? ¿Cómo valoráis el recorrido que ha seguido Perdiendo El Rumbo desde su primer número hasta el último? ¿Qué sección percibís que tiene mejor acogida?
Cuando un número se publica, ya hemos empezado a organizar el siguiente, pues no es tan sencillo como ponerse a redactar. Hay que mandar muchos correos, ponerse en contacto con la gente proporcionándoles tiempo suficiente como para que colaboren tranquilas y a gusto, no se puede hacer una entrevista a las prisas. Normalmente tenemos ya planificado y hablado con los autores su presencia en los números un par de meses antes de que este se publique. Por ejemplo, ya nos hemos puesto en contacto con los autores que formarán parte de la revista en agosto.
Cuando tenemos toda la información, es hora de ponerse a trabajar. El primer número fue más complicado, puesto que no teníamos una plantilla desarrollada todavía, pero en todos intentamos introducir cambios y ahora en junio, el formato va a cambiar de principio a fin, dado que estamos creciendo y es hora de ir profesionalizándose un poquito más. Una vez que subimos el número, no lo dejamos olvidado en la web, puesto que no llega siempre a todos los lectores a la vez: entra en acción el uso de Twitter como herramienta de promoción.
Como veis es un proceso que nunca se detiene, pero lo vivimos con muchísimo entusiasmo y nos encanta.
Perdiendo el rumbo lleva muy poco tiempo activo, tan solo hemos publicado cuatro números, pero contamos con muchos seguidores fieles y con un número alto de descargas, teniendo en cuenta que todavía no nos hemos expandido tanto como nos gustaría. Estamos orgullosos, por supuesto, pero sabemos que esto sólo acaba de empezar, que hay que trabajar muy duro para continuar con el nivel exigido y estamos seguros de que estaremos a la altura, pues nuestros colaboradores son tan maravillosos como nuestros lectores y siempre están dispuestos a aportar ideas frescas.
La sección que más reclamada es y en la que intentamos poner más cuidado es en las entrevistas, pues somos conscientes de que hay muchos temas que a los lectores les encantan y les gustaría saber un poco más. La entrevista que le hicimos a Iria G. Parente y Selene M. Pascual tuvo una acogida excelente y la que le hicimos a Marta, la editora de Onyx, todavía despierta curiosidad y no deja de sumar visitas. Creo que a los lectores les encanta que sus autores favoritos les revelen curiosidades y secretos.
¿Existe alguna temática, preferencia u otro factor que determine vuestro criterio a la hora de seleccionar los textos y colaboraciones que recibís, dentro del ámbito de la literatura juvenil? ¿En qué consiste vuestra iniciativa «LibrosyAutores2020»?
Intentamos que todo el mundo tenga cabida en Perdiendo el Rumbo, yo soy la que se encarga, por ahora, de leer las novelas que nos mandan para colaboración e intento aceptar todas las que me es posible, pero el factor que más me lo impide es el tiempo. No vivimos para leer y tenemos vida más allá de Perdiendo el rumbo, como todo el mundo imagina, por eso, a veces tengo que retrasar la reseña de una obra por simple falta de tiempo o espacio. Por ahora lo he llevado bien, administro muy bien las colaboraciones y he tenido oportunidad de leer obras muy buenas, tanto editadas por editorial como autopublicadas.
La iniciativa #Librosyautores2020 nació de la idea de crear una feria del libro virtual, como si tuviéramos nuestro propio stand de Perdiendo el rumbo y lleváramos a un autor por día para firmar. Tuvo una acogida increíble, recibimos peticiones de más de 50 autores y algunas, lamentablemente, las tuvimos que declinar por falta de espacio, ¡no había tantos días para todos los autores! Creo que ha sido una iniciativa que ha ido muy bien, de la que me siento muy orgullosa y, aunque espero que este sea el único año que se retrase la feria del libro de Madrid, podamos repetir iniciativas similares en otras ocasiones.
¿Qué proyectos tenéis a corto, medio y largo plazo? ¿Dónde podemos encontraros y seguiros?
A corto plazo, continuar con los números, por supuesto, además, volveremos a abrir una convocatoria de relatos para incluir otros tres en nuestras próximas revistas. A medio plazo espero que la incorporación de nuevas secciones termine de cuajar y muchas otras colaboraciones, no sólo con autores, sino también con otros blogs y otros secretillos que no puedo revelar todavía. A largo plazo quién sabe, espero que Perdiendo el rumbo continúe creciendo, llegar a muchos más lectores y que más gente disfrute nuestros números, no puedo pedir mucho más.
Podéis encontrarnos en nuestra web, donde explicamos todas nuestras secciones, si alguien se anima a colaborar con nosotros, además, puede descargar nuestros números:
También podéis encontrarnos en Twitter: @perdiendoelrumb
Para concluir, nos encantaría que les recomendarais a nuestros lectores: a) tres novelas y tres poemarios; b) dos escritoras noveles y dos escritores noveles; c) tres editoriales; d) tres librerías; e) una canción como BSO de Perdiendo El Rumbo.
Novelas: es complicado recomendar novelas, dado que nuestros gustos son variados, así que te comentaré los últimos tres libros que me he leído y me han encantado: La voz de Amunet, de Victoria Álvarez, Seis de Cuervos, de Bardugo y por qué no, mi favorita de Zafón, al que quiero volver a releer muy pronto: Luces de Septiembre.
Poemarios: Voy a aprovechar para recomendar a una colaboradora nuestra, una novel que formó parte de uno de nuestros números: Me defino enigma, de Paula Iglesias, pues hemos hablado con ella de su poemario en varias ocasiones y sería maravilloso que todos pudieran leerla. Mi poemario favorito es de Pedro Salinas y se lo recomiendo a cualquier romántico, pero como no puedo elegir, recomiendo sus obras completas.
Escritoras noveles muy prometedoras son Cristina Romero y Sandra Dols, pues acaban de publicar y sus obras son espectaculares. Autores, por su parte, recomendamos a Andrés Astasio, pues su novela ha tenido una acogida increíble y tenemos muchas ganas de hacernos con ella, y a Joel Guerrero, pues ha publicado con nosotros gran parte de nuestros artículos y son todos maravillosos.
Tres editoriales: Vivimos enamorados de las publicaciones y las maquetaciones de Onyx, pero también somos grandes fans de Nocturna, sabemos que no nos defraudará y los catálogos de Titanium y Hela últimamente también son canelita en rama. Ups, que eran tres… No podemos elegir.
Tres librerías: Árboles de papel, en Móstoles, es nuestra librería habitual, aunque también nos encantan Cervantes y compañía, en Madrid, y cualquier librería de antigüedades y segunda mano. Nos encanta ese olor a libro antiguo.
Nunca nos habíamos planteado ponerle una canción a Perdiendo el rumbo, así que, aunque sea predecible, vamos a respetar la temática marina y quedarnos con alguna canción de la banda sonora de Piratas del caribe para nuestra revista.