
¿Cuándo y cómo nace Mary Read y qué cabezas pensantes la desarrollan desde sus comienzos? ¿Cuáles son sus principales objetivos?
La idea de Mary Read llevaba en nosotras mucho tiempo, pero no nos atrevíamos a dar el paso. A lo largo de 2020, y en esos días y noches interminables en los que tuvimos que parar, con tanta incertidumbre por el futuro personal y laboral, pudimos verbalizar aquello que soñábamos. Una tarde de febrero nos reunimos las tres, Sandra, Ana y Óscar, y es en ese momento cuando el proyecto empieza a adquirir forma: mientras buscábamos zona y local, hablábamos de cómo queríamos que fuese, de lo que no queríamos, de qué manera podía revertir en el bienestar de nuestra comunidad LGTBQ+, qué características debía tener el proyecto, etc., en definitiva quisimos crear un espacio que nosotras mismas quisiéramos habitar y que la comunidad cuir madrileña pudiera sentir como propio. Todo esto siendo conscientes de que nos encontrábamos y encontramos en mitad de una ofensiva de odio y del aumento de las violencias lgtbifóbicas al que tendríamos que hacer frente.
Nuestro objetivo es construir un espacio seguro de encuentro, debate, pensamiento y cultura para nuestra comunidad y hacer esto compatible con la sostenibilidad del negocio.
¿Cómo ha evolucionado vuestro espacio desde su inauguración hasta hoy en cuanto a contenidos, actividades y propuestas? ¿Cómo habéis vivido y estáis viviendo estos tiempos de pandemia?
Antes de cerrar por vacaciones, apenas llevábamos dos meses y medio abiertas. El balance es más que positivo: la acogida por parte de la comunidad LGTBQ+, tanto de Madrid como de fuera, ha sido extraordinaria y los mensajes constantes que recibimos tienen que ver con la falta que hacía una librería como esta. Queremos también señalar cómo nos han recibido las vecinas del barrio y el resto de librerías de la zona; han sido muestras constantes de apoyo y cariño. Tenemos muchas ideas y propuestas que llegarán a partir de septiembre y a aquellas personas que nos acercamos para contárselas siempre están dispuestas, así que esto también nos da fuerzas para seguir adelante.

¿Cómo lográis conciliar vuestra labor librera, presencial por definición, con vuestras actividades online? ¿Consideráis que la tecnología y los espacios virtuales han llegado al sector para quedarse y ser incluso fundamentales en determinados aspectos? ¿En qué consiste la «modalidad híbrida» que planteáis?
Creemos que existe una necesidad real de encontrarse, pero esto no es nada novedoso en la comunidad LGTBQ+. Siempre hemos tenido esa necesidad de buscarnos, de tejer redes, de crear desde lo colectivo, de acompañarnos, de contarnos, y la librería, en muchas ocasiones, está funcionando como ese lugar de acompañamiento y escucha. Lo online, debido a la pandemia, ha dado un salto cuantitativo y cualitativo, lo que también permite poder acercarnos y estar en contacto con personas que no viven en Madrid y que están igual de necesitadas de espacios de encuentro.
La modalidad híbrida consiste en poder tener actividades presenciales y, a su vez, que se puedan seguir de manera online.
¿Qué criterios aplicáis a la hora de integrar una obra en vuestro espacio y qué límites o restricciones consideráis útiles para salvaguardar esa cohesión?
Somos una librería con un catálogo especializado LGTBQ+ transfeminista, es decir, intentamos que todas aquellas publicaciones que interpelen a nuestra comunidad estén en nuestras estanterías, teniendo en cuenta que el espacio físico del que disponemos es humilde. El límite o la línea roja para nosotras es no favorecer ni fomentar discursos de odio o que atenten contra los derechos humanos de nuestra comunidad.
¿Cómo valoráis el panorama literario actual, así como el mercado editorial con el que se retroalimenta?
Queremos pensar que el panorama literario es de alguna forma un reflejo de la situación social y política. En este sentido, sí observamos que existe una mayor diversidad de títulos, como consecuencia de la aparición de un mayor número de editoriales y autoras. No obstante, los grandes grupos siguen teniendo aún una presencia muy fuerte que hace difícil a las escrituras más en los márgenes hacerse visibles. Confiamos en que el equilibrio entre lo macro y lo micro, es decir, entre lo más comercial y lo más independiente, sea cada vez más representativo.

Para terminar, nos encantaría que nos dejarais aquí algunas recomendaciones: a) tres novelas y dos poemarios; b) tres autorxs noveles y dos consagradxs; c) tres editoriales que os fascinen; d) una canción como BSO al entrar en Mary Read.
-Las tres novelas del año (para nosotras): Las malas, de Camila Sosa Villada (TusQuets, 2020), El invencible verano de Liliana, de Cristina Rivera Garza (Penguin Random House, 2021) y En la casa de los sueños, de Carmen María Machado (Anagrama, 2021).
Los poemarios: Letanía del frío, de Eva Gallud (Ya lo dijo Casimiro Parker, 2021) y Compartir el frío, de Miguel Rual (Hidroavión, 2021)
– Leonor Courtoisie, autora de Irse yendo (Continta me tienes, 2021) aunque ya había escrito teatro, Christo Casas, autor de El power ranger rosa (Niños gratis, 2020) y Andrea Abreu, autora de Panza de burro (Barret, 2020). En cuanto a las autoras consagradas tenemos que mencionar a Alana Portero y a Remedios Zafra.
– Las editoriales independientes como Continta me tienes, Kaótica Libros y Consonni, que además de estar dando voz a muchxs autorxs noveles con voces interestantísimas, tienen un proyecto político muy necesario en estos tiempos.
– I’ve seen that face before, de Grace Jones y Merichane; de Zahara suenan muy a menudo en nuestras listas de reproducción.
¡Un abrazo!