Uxue Alberdi

-Consonni-
Es increíble cómo un libro puede acercarte a dos personas que no conoces pero que sin querer se cuelan en tu corazón, y es eso lo que pasa con esta obra de Uxue Alberdi.
Me ha encantado conocer la historia de las Pitxintxu: se te cuela por los ojos y te llega a la médula. Que mujeres que con toda la fuerza que tenían juntas echaron raíces y convirtieron una pequeña tienda en Elgóibar en todo un sello que su nieta nos trae para que podamos conocerlas más a fondo.
Me ha parecido muy particular la forma en la que está escrito por el hecho de que las voces de las hermanas forman una sola pero a la vez las puedes diferenciar cuando sus relatos se intercalan.
Dos mujeres que sin pretenderlo habitaron su tierra y lucharon por salir adelante, que marcaron un antes y un después, que pueden servir de inspiración a todo el que se acerque a este testimonio. Qué revolucionarias las Pitxintxu, de verdad, qué dos mujeres…
Qué bonito escuchar a nuestros mayores y hacer de su historia algo inaudito, dejar una muestra de que existieron, ver sus luchas, sus dificultades, sus formas de spbrevivir y progresar… Es inspirador. Qué transparente es esta historia, son 175 páginas que tranquilamente podrían ser sustituidas por el hecho de estar ellas sentadas a tu lado contándotelo todo. Porque yo las he sentido cerca en todo momento, como si estuviera con ellas en la tienda, mientras viajan por sus recuerdos y vivencias.
Una historia que a ratos me ha emocionado, de tener que respirar hondo porque me estaban tocando ciertas fibras; en otros momentos me he reído y con otros he sufrido. Qué dos mujeres…
Y qué historia más bonita tienen y qué gusto poder disfrutarla, qué bueno es ver a dos hermanas tan revolucionarias para su tiempo, tan luchadoras… Vuelvo a decir: qué inspiración.
Gracias a Uxue, por acercarnos a la vida de las protagonistas, por hacerlas cercanas y por dejar por escrito y para el futuro su historia. Se quedan en una parcela de mi corazón.
A consonni, por editar y publicar un libro que debería ser imprescindible.
Rut Alameda, directora de Altavoz Cultural