Estimada editora:
Te escribo porque sé que te gustan los experimentos y hoy se me ha ocurrido uno muy interesante. He ido a hacer la compra y, mientras iba y venía por entre los pasillos del supermercado, he pensado en que tu extraña afición de publicar un relato al mes no consiste en otra cosa que en engañar al lector.
Me explico: tú no publicas “relatos”; tú te limitas a “decir que publicas relatos”, y la gente, entonces, lee el texto que les plantas todos los meses como si fuera un relato. Es más: la gente está convencida de que está leyendo un relato. En otras palabras: el género literario (en este caso, narrativa corta, o sea, relato) no lo dicta el texto, sino el envoltorio del texto.
Para comprobarlo, te sugiero lo siguiente: yo te voy a pasar el tique de la compra de hoy y ese va a ser el relato de este mes, o del mes que sea. ¿Te crees que la gente va a sentirse estafada? ¿Crees que el público va a señalarte y a decirte cosas como: “¡Me has engañado! ¡Yo me esperaba un relato y tú me has dado un tique de la compra!”? Pues no. Como tú eres la editora y le has dicho a la gente que esto es un relato, la gente va a leer ese tique de la compra como si fuera un relato y no un puñetero tique de la compra. Y seguro que no faltará el que diga: “Me ha encantado, qué vanguardia, es un mensaje de cómo el capitalismo se cuela hasta en la literatura”, y cosas similares, o el humanitarista que lo interprete como una alegoría de que los escritores también necesitamos comer y pagar las facturas más básicas y de cómo la industria cultural no nos da para vivir. Yo qué sé, historias de esas. Admirarán como vanguardia lo que no es más que una chorrada que se me acaba de ocurrir, pero que puede brindarnos algunas risas y más de una reflexión literaria.
¿Qué te parece? ¿Te animas a experimentar? Yo, en cualquier caso, te adjunto la factura de la compra. Y tú ya ves qué haces. Y, por cierto, déjate de comillas españolas. Sé lo coñazo que es ponerlas y con las inglesas ya va bien. Total, estamos haciendo vanguardia. A la hoguera todas las reglas.

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